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Antirracismo o barbarie en tiempos de pandemia

Personal sanitario tomando la temperatura a un turista en el aeropuerto de Barcelona hace ya unas semanas / EFE
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Atravesamos una crisis global, sin precedentes, causada por la pandemia del coronavirus (COVID-19). Y nada como los momentos de crisis para poner a prueba nuestras capacidades individuales y colectivas. Venceremos la lucha contra el virus, no me cabe la menor duda. El desafío está en que, tras la victoria, nuestra sociedad salga reforzada en términos sociales y sanitarios.

Las múltiples discriminaciones que caracterizan al sistema capitalista hacen que las crisis no las vivamos todos igual. En estos días, pensemos en las familias con hijos confinadas en pisos de menos de 40 metros cuadrados. Situémonos en la piel de quienes no tienen ahorros y no pueden salir a trabajar. O pongámonos, por un momento, en los zapatos de quienes habitan en un asentamiento chabolista, en una barriada de infraviviendas o en un campamento de refugiados: sin electricidad, sin agua corriente o sin un techo decente. Antes de ponerse a pensar en estos escenarios de precariedad, la ultraderecha mediática y política ya ha tomado postura. Y no ha dudado en señalar a los más vulnerables como los enemigos a batir.

Tiempo antes de la aparición del coronavirus, el dirigente de Vox, Ortega Smith vaticinó a bombo y platillo (de manera fracasada) que «la inmigración podría traer a Europa pandemias erradicadas». La ironía del destino quiso que él fuese el primer diputado del Congreso en contagiarse, contrayendo el COVID-19 en uno de sus viajes profesionales a Milán. Persistiendo en su estrategia de acoso y derribo contra los más débiles, el pasado miércoles vimos cómo el grupo parlamentario Vox planteó que los inmigrantes en situación irregular paguen por la prestación médica que puedan recibir mientras dure la crisis del coronavirus.

Otro ejemplo ultraderechista de hostigamiento a los más débiles, lo encontramos en el infame editorial que, el pasado lunes, escribía el director adjunto del diario ABC de Sevilla, Alberto García Reyes. Culpaba de su propia pobreza a los residentes de las 3.000 viviendas, en su mayoría personas gitanas. El columnista concluía así, con una falta absoluta de humanidad para con sus vecinos sevillanos: «cuando todo vuelva a la normalidad, nos reclamarán ayuda y nos acusarán de tenerlos abandonados. No caigamos en la trampa del buenismo otra vez. O nos aislamos de ellos, o nos contaminarán con su miseria».

Las estadísticas de la OMS muestran cómo el virus ha ido trasladando su foco a través de las rutas que mueven la economía global. El virus no ha llegado hasta nuestras costas ni en patera, ni saltando alambradas de espino, ni a través de las rutas de los refugiados. El virus tampoco se ha propagado a través de la actividad de la gente que vive segregada en los barrios empobrecidos. El COVID-19 ha llegado hasta nosotros viajando unas veces en clase turista, otras en business, por barco, tren o avión. Hospedándose en el cuerpo de las acomodadas clases cosmopolitas, el virus ha estado pasando de mano a mano, de beso a beso, de abrazo a abrazo, de aliento a aliento, de moneda a moneda. Como un polizón invisible, el virus ha estado moviéndose al ritmo de los viajes internacionales aparejados al turismo, el comercio, la educación superior o la política global.

En el desplazamiento del epicentro del virus hacia Europa, podemos observar cómo la cartografía de la epidemia coincide geográficamente con las áreas de mayor actividad económica: París, Milán, Berlín, Londres, Madrid o Barcelona. Ahora sabemos que los casos de contagio ascienden a un ritmo vertiginoso también en Nueva York y California. Entretanto el virus tuvo anteriormente focos de contagio importantes en Shanghái, Hong Kong o Seúl.

Ahora queda por ver quién le pone el cascabel al gato: o el mundo para el funcionamiento del capitalismo o el funcionamiento del capitalismo acabará con el mundo (o al menos con su vida humana). Necesitamos liderazgos globales valientes, empezando por la Unión Europea, para coordinar una estrategia internacional que ordene la suspensión de toda actividad productiva o comercial no esencial. Mientras la actividad económica mundial siga su curso con normalidad, el virus continuará propagándose tal y como lo ha hecho hasta ahora.

Es el momento de que los países aúnen esfuerzos y hagan una inversión como nunca antes, para generar un nuevo paradigma de seguridad humana. En este cambio de paradigma, la sociedad del conocimiento juega un papel determinante. La lucha contra el coronavirus no la ganaremos ni con bulos ni con balas. Esta lucha la ganaremos reforzando nuestro sistema público de salud, dedicando un mayor presupuesto a la investigación científica, y generando modelos de información fiables y responsables.

Las fuerzas políticas y mediáticas de ultraderecha, cual brújula errática, marcan el camino inverso. Sus esfuerzos están dirigidos a construir la sociedad del ruido y a propagar noticias falsas. Cuando no, se dedican directamente a propagar prejuicios y estereotipos racistas, generando desconfianza y odio hacia el prójimo.

La sociedad global se está reconfigurando y somos testigos directos de este decisivo momento. Estamos viviendo una prueba de fuego para nuestra inteligencia colectiva. De nosotros depende. Podemos dar una respuesta a esta crisis social y sanitaria en clave humanista y científica, luchando unidos contra un enemigo común invisible. O podemos volvernos los unos contra los otros, replegándonos en antiguas guerras que explotan las ideologías racistas en un contexto de miedo colectivo.

FAGA alerta de la situación de vendedores ambulantes y personas que vendían chatarra

Una persona con chatarra por la calle en una imagen de archivo /Rafa Arjones

La Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de la Comunidad Valenciana (FAGA) alerta de la situación en que se encuentran en esta crisis causada por el coronavirus los ciudadanos que no tenían ningún contrato de trabajo, por lo que no tienen garantía de una prestación económica para poder sobrellevar este estado de alarma.

En un comunicado remitido por la coordinadora de FAGA en Alicante, Pilar Fernández, alertan de que la situación en Alicante es crítica, sobre todo las familias que viven al día, ya que su modo de abastecimiento y sustento lo solventaban a diario con la chatarra, el reciclaje o la venta ambulante.

«Debido a las medidas de confinamiento, se les imposibilita el poder salir a la calle a conseguir recursos y dicho abastecimiento. Estas familias están quedando desamparadas, aún no han recibido ninguna ayuda para suplir los bienes de primera necesidad, tan necesarios y urgentes hoy. Muchas de las familias con las que trabajamos desde hace más de dos generaciones se dedican a la venta ambulante, son conocidas por los alicantinos porque van a comprar al mercado de Teulada, Babel o Benalúa, familias que con un día o dos de mercado a la semana se sustentan mínimamente todo el año». La Federación explica en el comunicado que desde la crisis del 2008 la situación de los profesionales de la venta en mercadillos ha ido empeorando drásticamente, «muchos impuestos, bajadas de precios para poder competir».

«Otras familias se dedican a la recogida de chatarra, como antes también lo hacían recogiendo cartones, hoy en día estas familias deberían ser muy valoradas en estos momentos que se enaltece el cuidado del planeta con el reciclaje de materiales. Algunas familias tienen profesionales autónomos electricistas, fontaneros, albañiles, que no están contratados por ninguna empresa y realizan sus trabajos pagando impuestos, pero con muy pocos ingresos. Estas familias son las que con el confinamiento se les imposibilita el poder salir a la calle a conseguir recursos y dicho abastecimiento. Y lo hacen con todo el compromiso que se debe tener en estos momentos de respeto a las normas y solidaridad con el conjunto de la sociedad».

Según denuncia FAGA, estas familias se han quedado desamparadas y no poseen recursos de ahorro ante las situaciones económicas que eran muy difíciles antes ya del coronavirus. «A fecha de hoy, y pese a los grandes esfuerzos desde la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de obtener alimentos de primera necesidad, están en una grave situación. Hablamos de trece días sin trabajo, sin entradas de recursos a la casa y teniendo en cuenta que la ayuda familiar es muy difícil, teniendo en cuenta que sus familias extensas se encuentran en la misma situación. Además, hay que añadir que, ante esta explicación a diferentes autoridades municipales, aún se pone en duda nuestra explicación de la situación tan delicada y urgente de estas familias que conocemos todos tan bien».

Desde la entidad hacen hincapié en su preocupación «por esta situación tan extrema y difícil que están atravesando las familias, por eso, desde un primer momento, previendo esta situación, nos hemos volcado en la atención primaria, a este colectivo, personas mayores, familias en su mayoría con menores que tienen problemas económicos en su ámbito diario. Hacemos lo imposible y lo que está en nuestras limitadas posibilidades para que esta situación tenga un impacto menor en este grupo de vecinos. Conociendo la complicada situación que viven numerosas familias, para hacer más llevadero el «#yomequedoencasa» de esas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, hemos habilitado un número de cuenta para recibir donativos con este fin».

«Desde nuestra Federación nos hemos ofrecido para colaborar con organismos, instituciones y el propio Ayuntamiento de Alicante, valorando de antemano, todo su esfuerzo ante la emergencia, pero observamos que los canales oficiales están desbordados y no son suficientes para llegar a las necesidades reales de los ciudadanos, estas ayudas no están llegando con la agilidad que se precisa en este momento. Tendemos la mano a la Administración, al Ayuntamiento, ya que es este organismo el único que gestiona la decisión de a qué familias se les entrega alimentos. Por este motivo, y habiendo contactado con Cruz Roja, Cáritas, hemos comprendido que es decisión del Ayuntamiento, y que es una ingente tarea», indican también en el comunicado.

FAGA destaca su ofrecimiento para realizar un listado para detectar necesidades y urgencias, «hemos hecho llegar este listado con nombres y teléfonos para facilitar el trabajo y acceso a las familias vía telefónica y de esta manera poner nuestro grano de arena para agilizar la entrega de alimentos. Hasta la fecha, sólo informaciones contradictorias, pero las familias siguen sin obtener los alimentos de urgencia. Queremos además destacar que habitualmente por nuestra experiencia cuando se entregan alimentos son en su mayoría alimentos como fideos, arroz, leche, aceite, zumos, galletas…. pero hasta la fecha nunca se entrega carne, pescado, huevos, pan, verduras, frutas…. Por tanto, estamos hablando de un apoyo alimentario muy primario e insuficiente sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las familias tienen más de dos niños por núcleo familiar».

Otras necesidades de las familias son, apuntan, bombonas de butano, pañales, productos de limpieza e higiene, medicamentos… «Algunas de estas familias son monoparentales, mujeres solas con dos niños o más. Sinceramente, es descorazonador ver la situación y la lentitud de acción por parte del Ayuntamiento. Queremos pensar que tienen pocos recursos personales, que están colapsados, que no estaban preparados para este tsunami social, pero en cualquier caso Alicante tiene un tejido asociativo enorme y fuerte que se ha ido fortaleciendo en los últimos veinticinco años. Contad con dicho tejido y confiar en él es una muestra de inteligencia política y saber hacer porque en estos momentos tan difíciles tenemos que mostrar nuestros mejores valores como seres humanos y sociales, la cooperación, la colaboración, la participación social aún en nuestras casas es posible gracias a los teléfonos y redes sociales».

La entidad tiende una mano a las instituciones. «Tendemos una mano pero también mostramos nuestra preocupación e indignación porque nos debemos a nuestras familias, a nuestros niños, los centros escolares de la Zona Norte de Alicante nos conocen a todos, la dirección de Salud Pública, nos conoce la Universidad de Alicante, nos conocen otras entidades, asociaciones y concejalías, nos conocen y saben de nuestra entrega y labor en momentos muy difíciles. Así que damos voz a las familias con las que trabajamos y no todas son gitanas, muchas no los son. Este comunicado es un grito de auxilio, de ayuda, de tender la mano y el pie, de ser solidarios de decir que ¡Así no! Que estamos aquí y que podemos aportar mucho».

El mal se llama coronavirus, cólera o «peste racista»

Celebrando un pícnic con música y baile en el río Tundja que pasa junto a Sliven. Los gitanos búlgaros lo hacen para celebrar San Jorge. / Alicia Ortego

Estimados compañeros y compañeras: Permitidme que me dirija a ustedes con este tratamiento. Al fin y al cabo, yo he sido también Diputado al Parlamento Europeo durante dos legislaturas y media, es decir, durante doce años.

El motivo de esta carta es el de unirme a la que os han escrito un grupo de ciudadanos, compatriotas vuestros, disconformes con las iniciativas de todo orden, abiertamente racistas, que propugna el también diputado europeo Angel Dzhambazki, que se ha distinguido siempre por ser un fiel seguidor de los métodos nazis para acabar con las minorías a las que el desprecia. Su odio hacia los gitanos es tan evidente que no tiene reparo alguno en propugnar que se establezcan en Bulgaria las mismas medidas que en la Europa dominada por los nazis llevaron al exterminio a más de medio millón de hermanos míos.

Si me lo permitís os transcribiré algunos datos que seguramente sabréis mejor que yo:

  • Casi el 10% de la población búlgara son gitanos. Entre 750.000 y 800.000 personas.
  • Más del 80% de los gitanos de Bulgaria está en riesgo de pobreza, y más del 50% viven en viviendas ilegales.
  • El paro alcanza el 60% y el 40% restante son trabajos esporádicos.
  • Más del 92% de los “discursos de odio” registrados en los juzgados búlgaros son contra los gitanos.

Si me lo permitís, los gitanos de vuestro país son como nosotros, los gitanos españoles, italianos, franceses o de cualquier parte del mundo. Tenemos el mismo origen, mantenemos unas costumbres y tradiciones muy similares, hablamos la misma lengua y amamos al país donde hemos nacido porque ahí es donde está nuestra casa, la de nuestros antepasados y donde estará la de nuestros hijos. Sin embargo, hay un aspecto universal de nuestra cultura que nos pertenece a todos: la música. Sepan ustedes que cuando Dios creó el mundo y repartió sus dones entre todos los seres humanos se reservó en el fondo de su canasto un regalo especial para sus hijos más humildes, los gitanos, y a ellos les dio el don de la música. Y si no que se lo pregunten a Liszt, Brahms, Schubert, Falla, Granados, Turina, Ravel, Debussy, Dvorak. Fue precisamente Franz Liszt, el gran compositor romántico, austro-húngaro, quien nos describió con gran acierto en su obra “De los gitanos y de su música en Hungría” diciendo que “los gitanos viven su música como expresión profunda de su existencia, como medio de comunicación de valores éticos y culturales, pero también como forma de distensión psicológica, de liberación de represiones de la sociedad sorda e inhóspita.” Para añadir en otro momento que los gitanos usan la música “para expresar lo que quieren sin dejarse influenciar por nada que sea extraño a sus deseos. Han inventado su música, y la han inventado por sí mismos, para hablarse, para cantar entre ellos, para mantenerse unidos y han inventado los más conmovedores monólogos.”

Y vosotros, colegas diputados europeos lo sabéis muy bien. Alicia Ortego Luque es una genial turista viajera que disfruta con su cámara fotográfica y describe luego lo que retrata. Hace tres meses ha estado en Bulgaria y ha convivido unos días con los gitanos de la ciudad de Sliven, una de las más grandes ciudades de Bulgaria famosa por su Haiduque búlgaro quién peleó contra los turcos otomanos en el siglo XIX. Ella dice que el barrio de Nadezhda podría denominarse como “la Nueva Orleans de Bulgaria” porque allí viven unas 300 familias de Musicandi, el oficio al que se han dedicado desde siempre los gitanos del lugar. Generación tras generación. Unos son violinistas, otros acordeonistas, otros percusionistas… “La música se respira en cada esquina”, dice la ilustre bloguera.

Angel Dzhambazki, enemigo declarado de los gitanos búlgaros

Hace unos días, vuestro compañero Dzhambazki, hizo un escrito al personal que controla la propagación del “Coronavirus” pidiendo a las autoridades búlgaras que «cerraran» las áreas habitadas por los gitanos como medida contra la propagación del coronavirus, lo que implica que solo los barrios romaníes en las ciudades son potenciales «focos de infección». Como resultado, algunos alcaldes búlgaros han respondido a esta apelación imponiendo restricciones de base étnica en el movimiento de romaníes que no se aplican a los residentes no gitanos. ¿No les recuerda la petición de este paisano vuestro, al deseo de que se instale en vuestro país un cercado donde encerrar a los gitanos como antes se hizo con los judíos en el Gueto de Varsovia? Sin dudarlo este sería un precedente extremadamente peligroso.

Como bien sabéis, estimados colegas, Angel Dzhambazki, que ejerce su segundo mandato como diputado europeo, se hizo muy popular en su primer ejercicio por sus actividades racistas que fueron bien conocidas y ampliamente publicitadas por los principales medios de comunicación búlgaros. Pero, como dice el Evangelio que “los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz”, el diputado Dzhambazki aprovecha la pandemia del coronavirus y la psicosis masiva causada por ella, como una oportunidad para justificar la implementación del programa anti gitano mal concebido por su partido político de extrema derecha, el VMRO-BND.

Creíamos que estas cosas ya no eran posibles en la Europa del siglo XXI

Nos alarmamos profundamente cuando hace dos años en su país se propuso un plan denominado “Estrategia para la Integración Social” cuya finalidad era conseguir todo lo contrario de lo que su enunciado proclama. Así, para limitar el nacimiento de niños gitanos el vice primer ministro Krasimir Karakachanoy ofreció a las mujeres gitanas poder abortar gratuitamente y a las madres que tuvieran un tercer hijo se les reduciría drásticamente las ayudas sociales.

Curiosamente, señores Diputados, hay cosas en la vida que se parecen enormemente. Miren ustedes, en mi país, España, en el año 1783 reinaba un gran Rey, Carlos III. Hasta entonces, desde 1499 se habían dictado 250 leyes contra los gitanos españoles. Y fue este Rey el que indultó a los gitanos sobrevivientes de la Gran Redada de 1749 y para facilitarnos la “integración”, en su Real Pragmática del 19 de septiembre de 1783 ordenó que desapareciera del idioma español la palabra “gitano” que la consideraba injuriosa y que a partir de ese momento se nos llamara “castellanos nuevos”. Obviamente la pragmática fue escandalosamente ignorada por todos, los verdaderos castellanos y los gitanos.

Pues en Bulgaria, vuestra hermosa tierra, gracias a que nuestras mujeres gitanas son muy fértiles, pronto seremos el segundo grupo poblacional. Así lo ha dicho el Centro de Políticas Demográficas de Sofía, adelantando que para 2050 los búlgaros pasarían a ser el tercer grupo racial en importancia. ¿Y qué se le ha ocurrido a quien diseñó el programa de Integración Social? Pues lo mismo que hizo nuestro Rey Carlos III 250 años antes y que no sirvió para nada: decretar que en Bulgaria desapareciera el nombre de “gitanos” o “romaníes” y pasaran a denominarse “europeos no nativos”.

Los ciudadanos búlgaros que os piden un gesto de repulsa hacia todo lo que representa el llamado «Concepto contra la gitanización”, no deben ser ignorados. Ellos dicen que ahora, cuando las personas están asustadas y aisladas en sus hogares debido al brote de coronavirus en Bulgaria, el partido VMRO-BND está tratando de explotar el estado de emergencia que padece el país. El eurodiputado Dzhambazki siembra la desunión y el enfrentamiento en un momento de extraordinario peligro para la población europea. Los propios gitanos residentes en barrios donde son mayoría se lamentan de que tras haber sido los primeros que ofrecieron su ayuda a las autoridades ahora se preguntan “¿Por qué nos tratan así, si estamos ayudando a las autoridades estatales?»

Yo me uno a los ciudadanos que os han votado para afirmar con ellos que ahora no es el momento de permanecer en silencio, ahora es el momento de hablar abiertamente sobre las enfermedades de la sociedad y buscar su tratamiento. La historia enseña que el virus del odio puede ser tan peligroso y mortal como cualquier otro virus. No lo subestiméis. Hoy puede dirigirse contra los gitanos, mañana contra los musulmanes o los judíos, y pasado mañana contra la oposición política y los periodistas. Nadie está protegido, nadie es intocable, todos somos seres humanos, todos tenemos familias, hijos, padres, seres queridos que queremos salvar del mal, tanto si se llama coronavirus, cólera o «peste racista».

Y permitidme que os desee los bienes supremos e insustituibles que todos los gitanos o romaníes del mundo valoramos por encima de todo: “Sastipen thaj Mestipen” (Salud y libertad)

Una mirada gitana de una pandemia que no tiene raza

Esta pandemia ha sacado nuevos casos de antigitanismo / L.R.

Como bien sabe la opinión pública más cercana a nuestra causa, la Unión Romaní denunció el trato injusto que venimos recibiendo por parte de los racistas de siempre, públicos o encubiertos. En el siguiente enlace pueden leerlo: https://uniondelpuebloromani.org/2020/03/19/el-coronavirus-y-los-gitanos/

Quienes han seguido con mayor atención el desarrollo de la epidemia en nuestro país saben que durante muchos días se señalaban a Madrid y a La Rioja como los enclaves donde la enfermedad era más agresiva. Y, como no, no tardó en brotar la acusación racista de que los gitanos éramos los causantes principales del contagio del conjunto de la población. Una vez más, como ha sucedido tantas veces en nuestra historia, nos tocó ser el chivo expiatorio que había que sacrificar en el altar de los racistas.

Pero hoy nos apresuramos a invitarles a leer una completa narración escrita en forma de Diario de los diez días que precedieron al decreto del estado de alarma: del funeral de Vitoria a las necesidades de las familias gitanas en el confinamiento. Su autora es Silvia Agüero Fernández, que entre otras muchas cosas dice:

“Los gitanos y gitanas de La Rioja sufrimos la pandemia desde el comienzo del brote no sólo en forma de COVID-19 sino también en forma de antigitanismo”. En las redes sociales han corrido como la pólvora los audios difamantes, insultantes, estigmatizantes antigitanos. Bulos y rumores que han afectado al modo en que somos percibidas. Incluso ha llegado a haber comercios en los que a mujeres gitanas se les ha dicho que no eran bien recibidas porque estaban infectadas.”

En el siguiente enlace pueden leer el texto completo: https://www.larioja.com/la-rioja/coronavirus/mirada-gitana-pandemia-20200324192808-nt.html

Atención a la comunidad gitana afectada por el Coronavirus

Queridas y queridos,

Antes de todo os queremos enviar todo el equipo del Plan Integral toda nuestra energía para superar estos días tan complicados.

Os escribo a las entidades gitanas de Cataluña para enviaros información importante. El objetivo es que entre vosotros y nosotros y otros contactos del culto llegamos a la mayoría de familias gitanas posibles.

Información respecto a becas comedor:

Esta semana os contactarán a las familias que tenéis becas comedor. Os darán tickets/vales para comprar alimentos en el supermercado. Cada municipio lo hace de una manera concreta. Tenéis que esperar a que os contacten.

Información respecto a alimentos y otras necesidades (no beca comedor):

Os tenéis que dirigir a los servicios sociales de vuestro barrio.

Información sobre hipotecas:

En caso de que necesitáis aplazar el pago de la hipoteca, hay que llamar a la oficina del banco donde tenéis la hipoteca para que os informen sobre como «congelar el pago».

Información de ayudas para autónomos:

Debéis hacer la solicitud en este enlace:

https://treball.gencat.cat/ca/ambits/autonom/ci/ajuts-persones-autonomes-afectades-coronavirus/

Si tenéis dudas sobre como solicitar esta ayuda contactáis a Aaron Giménez: aaron.gimenez_ext@gencat.cat

Por favor hacer llegar esta información a todas las personas que consideréis,

Recibid un fuerte abrazo,

Ramon Vilchez Enriquez
Responsable del Programa de Pueblo Gitano e Innovación Social
Dirección General de Acción Cívica y Comunitaria

«Dan ganas de quitarse de en medio y suicidarse»: el COVID-19 se ceba con los barrios marginales de España

Muchas familias se han quedado sin ningún ingreso económico / Pixabay/Frantisek Krejci

Para los más pobres que viven al día, el confinamiento es una doble condena. En Sevilla las autoridades llegan a pedir el despliegue del Ejército para controlar a la población que podría descontrolar la pandemia, pero para muchos de ellos quedarse en casa no es una opción.

Un testimonio que alarma de la situación es el de Séfora Vargas, abogada que representa a muchos de los vecinos de etnia gitana de la barriada, «a situación es dramática, es que si no reaccionan rápido las autoridades, los niños no comen, se mueren de hambre».

Y si esta crisis no fuera suficiente compleja, la polémica por los agravios comparativos y acusaciones de racismo enturbia la gestión y aumenta el distanciamiento del barrio con el resto de la sociedad.

Tras la aparición en redes de vídeos en los que fieles evangelistas se congregaban para cantar saltándose el confinamiento, el máximo responsable de la zona, Jaime Bretón, declaraba que era necesaria la intervención del Ejército a través de la UME (Unidad Militar de Emergencias en la barriada), para mantener el control. «Lo ideal sería que los militares de la UME estuvieran desplegados en los puntos más conflictivos, pero por lo pronto eso no sucederá ya que los coordinan desde Madrid. Tienen otros objetivos que por cierto podrían acometer otros actores, como fumigar las estaciones».

Bretón es una figura excepcional que integra a las autoridades municipales, andaluzas y nacionales, sus declaraciones sobre la intervención del Ejército han tenido una enorme repercusión y le han valido graves acusaciones. En conversación con Sputnik, el comisionado aclara que «hay que tener en cuenta que estamos ante una cuestión de primera magnitud, hay que asegurar que todo el mundo se queda en sus casas y se toma esto en serio, pero nos topamos con una minoría —muy numerosa— alborotadora que no está acostumbrada al orden y a la convivencia». Su visión choca frontalmente con la de la abogada y activista Séfora Vargas, que en redes pedía la dimisión inmediata del comisionado.

«El Comisionado tiene una visión déspota. No hay peor virus que el racismo. Cuando hablan del barrio destroza su imagen por unas pocas personas, él habla de clanes gitanos, de droga, de evangelistas que actúan por su cuenta, pero no habla de las 60.000 personas que lo componen y son en su mayoría trabajadores que no tienen nada que llevarse a la boca». Séfora denuncia el racismo y los prejuicios que este tema ha despertado contra los pobres y la etnia gitana, que integran gran parte de la barriada. Como activista, abogada y gitana, defiende los intereses de los vendedores ambulantes desde hace años, «es fácil tomar medidas contra los más débiles, con el coronavirus lo vemos, se cerraron antes los mercados ambulantes que son al aire libre que los grandes centros comerciales».

Por lo pronto, para las miles de personas que viven en el sur de España de la venta ambulante, no hay muchas más opciones que acogerse al plan de cese de actividad por causa mayor contemplado en el Real Decreto, en ese caso, las ayudas aún tardarán semanas en llegar. Ellos, son el caso menos dramático, otros hogares como los de Javier el chatarrero, están obligados por ahora a escoger entre confinamiento o hambre.

Fallece a los 70 años el cantaor y guitarrista José María Heredia, Josele

Josele María Heredia, Josele, durante una entrevista con LA VOZ / LA VOZ

José Maria Heredia, Josele, cantaor y guitarrista almeriense, ha fallecido a los 70 años, según ha dado a conocer Ramón Fernández-Pachecho, alcalde de la capital, a través de Twitter. «Él no solo fue un gran artista, maestro de maestros, sino que además era una persona entrañable a la que siempre recordaré por el cariño y el afecto que me demostró.  Mi más sentido pésame a Niño Josele y a toda su familia», ha expresado el regidor.

Josele era natural del barrio de Pescadería y desde allí inculcó el amor a la guitarra a grandes figuras como Tomatito y a su propio hijo, Niño Josele. Ambos compartieron escenario por primera vez en 2015, con motivo de un homenaje que se le brindó al veterano artista y que encontró continuidad un año después en otro tributo en el participaron, entre otros, Miguel Poveda, Arcángel y José Mercé.

“He tenido la suerte de trabajar con Enrique Morente, alguna vez con Camarón, con Antonio Mairena o con Tomatito antes de ser la figura en la que se convirtió”, contaba Josele en una rueda de prensa con motivo del primero de esos homenajes, celebrado meses después de que sufriera un ictus, del que entonces empezaba a recuperarse y que aún le impedía tocar la guitarra.

“Josele es uno de los nombres propios más queridos dentro del mundo del flamenco en nuestra ciudad. A su trayectoria como guitarrista y también cantaor, hay que sumar la labor didáctica fundamental que ha tenido con su propio hijo, Niño Josele, o con Tomatito, inculcándoles el amor por la guitarra y la necesidad del trabajo constante” expresaba en 2016 Ana Martínez Labella, entonces concejala de Cultura del Ayuntamiento de Almería.

Sara Giménez, diputada de Cs, pide que la fraternidad contra el coronavirus se extienda a la lucha contra la discriminación

Sara Giménez, diputada de Ciudadanos por Madrid en el Congreso / MARTA JARA

La diputada de Ciudadanos Sara Giménez, de etnia gitana, pidió este sábado a la sociedad que la fraternidad, la solidaridad y la unión que han aflorado en la lucha contra el coronavirus se extrapole también a acabar con la discriminación de colectivos, aprovechando que se celebraba el Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial y el Día Mundial del Síndrome de Down.

En un vídeo publicado en Twitter y grabado en su casa porque cumplía el confinamiento que exigen los valores del respeto y la solidaridad contra al coronavirus, Giménez dijo que “desde esos mismos valores” pedía a todos que se unieran al Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial.

Según expuso, con motivo del coronavirus “han aflorado comportamientos de fraternidad, de solidaridad, de unión”, y lo aprovechó para solicitar que se extendieran a la lucha contra la discriminación.

“Ahora estamos confinados en nuestras casas, pero fuera están interiorizados los prejuicios, los estereotipos hacia determinados grupos de población”, denunció, y aquí citó como ejemplo a las personas con síndrome de Down, cuyo día mundial también se conmemora hoy. Y remató: “Todos juntos, sin estigmatizar, construiremos una sociedad mejor”.

La población gitana rumana lanza un SOS sobre su falta de agua y alimentos

La Cruz Roja atendiendo a los habitantes de un asentamiento rumano en Córdoba / CÓRDOBA HOY

La pandemia mundial causada por el CORONAVIRUS afecta a toda la población, pero hay un sector que se ha quedado tan aislando que está ya lanzando un SOS social para solventar su situación. Son los habitantes de los asentamientos rumanos repartidos por la ciudad, que acogen a entre 80 y 90 familias para un total aproximado de 340 personas, según datos que maneja la Asociación Cordobesa para la Inserción Social de Gitanas Rumanas (Acisgru).

Sus problemas son acuciantes, especialmente de agua y comida, y más ahora que, como todo el mundo, deben permanecer confinados en sus infraviviendas y, por tanto, no pueden salir a recoger chatarra en sus carritos, por lo que sus medios de sustento están bajo mínimos.

http://www.cordobahoy.es/articulo/la-ciudad/asentamientos-rumanos/20200320130407075922.html

Fali, jugador gitano del Cádiz: “Estoy en un piso normal y corriente y no puedo hacer muchas cosas para moverme”

El jugador se lamenta, pero aunque estemos haciendo la cuarentena en casa somos unos privilegiados porque gracias a Dios no estamos mal. Hay que mirar en positivo y siempre puedes hacer cosas con tus hijos, con tu familia e incluso solo”, manifiesta una persona que viene de tan abajo que todo lo que le está pasando le resulta una bendición. Un agradecido, en una palabra.

Fali Giménez, que vive de alquiler en un piso de La Laguna tiene el espacio suficiente para vivir con su mujer y sus hijos, pero desde luego que se encuentra muy lejos de esos chalets donde otros futbolistas cuelgan su día a día en mitad de un gimnasio, parcela o incluso piscina.

Es algo muy triste lo que está pasando, pero hay que hacer caso a la gente que sabe de esto y debemos estar juntos para ganar esta batalla. Los gitanos no salimos nunca de casa y con esto menos aún. Tenemos la excusa perfecta para no salir. Me lo tomo así porque gracias a Dios en mi familia están todos bien”.

Como un español de tantos, Fali se ha acostumbrado a salir al balcón a aplaudir a todos los profesionales de la salud que se están jugando el tipo por los enfermos. “Ellos son los verdaderos héroes”. Y no duda en prometer que cuando acabe la pandemia saldrá “a cantar el himno del Cádiz CF, pero cuando ya todo esté mejor”.

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