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El Consejo Estatal del Pueblo Gitano organiza la Conmemoración del Samudaripen

Genocidio gitano o porraimos son los nombres dados a los intentos de la Alemania nazi y Austria nazi de exterminar a la mayoría de los pueblos gitanos de Europa, como parte del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial / Wikipedia

Como en años anteriores, a través de esta celebración queremos honrar y recordar a las víctimas y profundizar en el conocimiento y reconocimiento de la memoria histórica del Pueblo Gitano, fomentando la convivencia desde el respeto a la diversidad. En este día recordamos acontecimientos tan trágicos como «La noche de los Gitanos», noche del 1 al 2 de agosto de 1944, en la que, en una sola noche, fueron asesinadas más de 3.000 víctimas gitanas en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. En España se recuerda también especialmente a las víctimas gitanas de la prisión general de gitanos, ordenada como redada general por Real Orden de Fernando VI, el 30 de julio de 1749.

El acto tendrá lugar el martes 30 de julio, a las 12:00 horas, en el salón de actos Ernest Lluch, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, situado en el Paseo del Prado nº18-20, en Madrid.

Podéis consultar el programa del acto aquí.

Unión Romaní asistió al acto conmemorativo del Día Europeo de las Víctimas de Crímenes de Odio celebrado en Sevilla

En el acto de recuerdo a las Víctimas de Crímenes de Odio, en representación de la comunidad gitana intervinieron las compañeras de Fakali / U.R

Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo gitano y los inmigrantes, con especial atención a la mujer, ha asistido al acto de conmemoración del Día Europeo de las Víctimas de Crímenes de Odio, tras ser invitada por la entidad organizadora, Movimiento Contra la Intolerancia. 

El evento tuvo lugar en el Salón de Actos de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía, y estuvo presidido por la Consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, que destacó la necesidad de “visibilizar y proteger a las víctimas de los delitos de odio”, especialmente “por parte de las instituciones”, al tiempo que abogó por “denunciar la violencia sin peros” y “educar en igualdad y tolerancia” para lograr una “sociedad inclusiva”.

Por su parte, Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, reclamó “igual dignidad para todas las personas”, y aclaró que “tolerancia no es permisividad”.

Finalmente, se llevó a cabo la lectura de un manifiesto en la que participaron algunas de las organizaciones asistentes. En representación de la comunidad gitana intervino Fakali, que recordó los sucesos de Cortegana, Mancha Real y Martos como ejemplos de antigitanismo y odio hacia esta minoría.

El Día Europeo de las Víctimas de Crímenes de Odio fue instaurado como tal por la Asamblea del Consejo de Europa en recuerdo de las 77 personas asesinadas por Anders Behring Breivik, un empresario noruego de 32 años descrito por la policía como simpatizante de la ultraderecha o extrema derecha en la Isla de Utoya, en 2011, mientras debatían sobre diversidad y tolerancia.

En el Día Europeo de las Víctimas de los Crímenes de Odio, Movimiento contra la Intolerancia pide reforzar la legislación Penal, un Plan de Acción y una Ley Integral contra los Delitos de Odio

En este día 22 de julio,  de Memoria y de acción, instituido por el Consejo de Europa, que nos hace recordar  la masacre de odio en Oslo y Utoya (Noruega),  en el que 77 personas, en su mayoría adolescentes,  fueron asesinadas por el  fanático neonazi Breivick, y que nos recuerda  a todas las personas que han sufrido y son víctimas de delitos de odio, Movimiento contra la Intolerancia  reclama una acción firme contra esta lacra reforzando la legislación Penal, un Plan de Acción y una Ley Integral contra los Delitos de Odio

El ataque en el 2011 que origina este Día de Memoria, perpetrado por el fanático neonazi motivado por el odio del autor hacia sus víctimas por apoyar la inmigración y a los homosexuales, fue un ataque a la dignidad de la persona y a la universalidad de los derechos humanos. Sin embargo, no ha sido un episodio único, pues hechos criminales de esta índole y otros recientes como los crímenes de odio terroristas en los atentados de Paris, Orlando, Barcelona o en Nueva Zelanda, entre otros, nos reiteran que la intolerancia criminal llevada a cabo por fanáticos antisemitas, yihadistas o ultras, basada en el rechazo hacia el diferente o a la diversidad humana se mundializa y recrudece.

Con ocasión del Día Europeo de las Víctimas de los Crímenes de Odio queremos recordar que estos delitos basados en la intolerancia al diferente son una trágica realidad confirmada en un contexto de crecimiento de la xenofobia, el racismo, el antisemitismo, la misoginia, la homofobia, el ultranacionalismo, el fanatismo ideológico o la islamofobia, entre otras manifestaciones, que niegan el valor de la dignidad humana y sus libertades y derechos a millones de personas por su diversidad.  Parece como si la historia volviera hacia atrás y nos situara en los trágicos y horrendos años 30 del pasado siglo. Un peligroso momento que requiere del compromiso de todas las personas para formar un muro humano que impida el avance de ese tsunami de intolerancia que nos amenaza con volver a las persecuciones, asesinatos, guerras, genocidios y exterminio como el Holocausto, símbolo de la negación de la humanidad.

 En España y ante un posible comienzo de legislatura, pedimos a nuestros representantes que refuercen la legislación penal y universalicen el delito de odio, dado que hay personas excluidas de esta protección, legalmente discriminadas de facto, como las personas sin hogar, por razón de edad, aspecto físico, quienes sufren  agresiones por motivo de identidad cultural, deportivo o lingüístico y de cualquier otra manifestación de la condición humana o circunstancia personal, conforme protege nuestra Constitución española.  Al futuro Gobierno le reivindicamos un Plan de Acción que prevenga y actué contra esta lacra en todos los ámbitos donde proyecte su actividad delictiva, incluido el Discurso de Odio que envenena las Redes Sociales y estimula el enfrentamiento identitario. Al nuevo Parlamento le requerimos que apruebe sin demora una LEY INTEGRAL CONTRA LOS DELITOS DE ODIO que tenga capacidad jurídica para intervenir con eficacia en todos los ámbitos, dimensiones y circunstancias, así como para apoyar y proteger a las víctimas. Y mientras tanto, hasta que todo esto sea posible, llamamos a la ciudadanía a no bajar la vigilancia, sostener el compromiso y mantener la Memoria y la solidaridad con las víctimas.

Cinta Bellmunt: ‘Los gitanos de aquí son tan catalanes como el que más’

Cinta Bellmunt con su libro, basado en el documental de Xavier Gaja y Sicus Carbonell. FOTO: PERE FERRÉ

Cinta Bellmunt es periodista, máster en arqueología del cuaternario y divulgadora científica, y tiene a sus espaldas una decena de libros de temática tan variada como sus inquietudes. Este jueves presentó ‘Gitanes i gitanos catalans’ (Editorial Gregal); cuarenta historias de vida que cuentan el devenir de los miembros de una etnia que llegó a Catalunya en el siglo XV.

El libro parte del recorrido que realizaron Xavier Gaja y Sicus Carbonell por toda Catalunya buscando testimonios de gitanos que contaran, para un documental, esa historia del colectivo que ha pasado de generación en generación de manera oral y que, si nadie plasmaba, corría el riesgo de olvidarse.

Ocho años después del estreno del documental, Bellmunt recopila y da forma a aquellas entrevistas y realiza algunas nuevas. Aparecen gitanos de Tarragona, Reus, Manresa, Lleida, Tortosa, Girona, Perpinyà y Mataró, entre otros.

Orgullosos de su cultura

Cuando se le pregunta a Bellmunt qué conclusión saca de cómo son los gitanos catalanes, señala que ‘son tan catalanes como el que más, están muy orgullosos de la cultura que les ha acogido… Por ejemplo, celebran por igual Navidad que Sant Jordi y se lo toman muy en serio. También han hecho sus propias versiones de los platos catalanes, como la escudella de butifarra, muy consistente’.

Los testimonios cotidianos sirven igual para recoger un pasado de discriminación y ‘mucho buscarse la vida’, que para hablar de un futuro en el que han comenzado a darse cuenta de que la formación será clave.

Recuerda que ‘tuvieron que pasar las mismas penurias que el resto de catalanes durante la Guerra Civil y la posguerra, con todo el sufrimiento humano que comportó, además de las penurias económicas, la dictadura de Franco y el menosprecio de la comunidad gitana, la dispersión familiar, el exilio…’.

A la conquista de la universidad

Pero si algún valor tienen los testimonios, es el hecho de que evidencian que las cosas están cambiando. Teresina de Manresa, una de las entrevistadas, ya fallecida, cuenta que la situación actual ‘es muy diferente de la que nosotros vivimos. Ahora todo el mundo se espabila. Los gitanitos actualmente todos tienen su coche, su piso, su negocio… Y eso es muy guapo’.

Uno de los temas que aparece recurrentemente en el libro es la necesidad de formación. Uno de los puntos de inflexión, reconocen, ha sido la crisis económica general y la de los mercadillos ambulantes en particular (tradicional medio de vida de muchos gitanos) que les han hecho ver la necesidad de tener estudios.

Entre los entrevistados se encuentra, por ejemplo, Manuel Gracia, graduado en Bioquímica y Biología Molecular en la URV. Relata en el libro que: ‘Hasta mi persona nadie de mi familia había llegado a tener estudios superiores; de hecho, sólo dos primos hermanos, de entre treinta aproximadamente que somos, habían conseguido superar la ESO. Mis padres ni siquiera acabaron la educación primaria. Pero después de que yo decidiera continuar formándome mis hermanos han imitado mis pasos: mi hermano se ha graduado en Bioquímica y Biología Molecular, también en la URV, y mi hermana ha acabado un ciclo formativo de grado superior en Administración y Finanzas. Uno de mis primos, a pesar de haber dejado el instituto sin terminar la ESO, hizo la prueba de acceso a un grado medio que ya ha superado… Hay que romper la barrera que hace ver que la escuela, el instituto o la universidad son un espacio de pérdida de identidad, que no es para los gitanos’.

Otro ejemplo es Maria del Mar Carmona, estudiante de Derecho de la URV, quien también relata sobre su familia que: ‘Soy la única y, por tanto, la primera, que ha llegado a la universidad… Me siento súper cómoda estudiando la carrera y espero poder llegar a formar mi propio bufete de abogados; incluso en algún momento me ha pasado por la cabeza presentarme a las oposiciones de jueza… Mis abuelos y mis padres han sido los primeros en darme su apoyo’.

Respecto a la desigualdad de oportunidades de las y los gitanos, Bellmunt señala que se ven cambios entre lo que cuentan las abuelas y lo que dicen las mujeres más jóvenes. Hay desde los casos de las más mayores que recuerdan que su papel era quedarse en casa a ‘cuidar a las criaturas’ hasta otra mujer que, ya con hijos, está estudiando para sacarse la ESO, incluyendo a las más jóvenes, que tienen otra visión del mundo.

El valor del grupo y los mayores

Las historias sirven también para dejar claras otras señas de identidad de los gitanos, como el valor que dan a la familia (las comidas familiares son tan numerosas como sagradas) y los amigos. ‘Van muy en grupo y se dan mucho apoyo’, comenta Bellmunt, a la par que cuenta, por ejemplo, cómo la comunidad se organiza cuando alguien fallece para ayudar económicamente a los familiares que no han podido ir a vender al mercado.

Se hace evidente, además, el enorme respeto que sienten por los mayores. ‘Cuando hay un conflicto siempre se les consulta, son referentes porque han vivido más’.

Como era inevitable, también hay un capítulo dedicado a la música, ‘no en vano son los creadores de la rumba catalana’, recuerda. Y es que son ‘de celebrarlo todo a lo grande’, aunque también en esto hay gitanos que hacen autocrítica. ‘También hay quien critica que cuando hay una boda se tira la casa por la ventana y la gente se endeuda por años… Pues también hay gitanos que se juntan sin casarse y los que piensan que no merece la pena gastarse todo ese dinero porque el mundo no se acaba en un día’.

Marcos Santiago Cortés: “Pese al esfuerzo, los abogados del Turno de Oficio solo encuentran incomprensión, igual que nos ocurre a los gitanos”

Portada del nuevo libro de Marcos Santiago Cortés

El abogado cordobés Marcos Santiago Cortés publica su última novela La nueva Jerusalén, (Almuzara, 2019). Una obra ambientada en la Córdoba de principios del siglo XXI, que relata todo lo que esconde la delincuencia del tráfico de drogas entre los más jóvenes.

Se trata de una ficción inspirada en la realidad, que se apoya en la experiencia profesional de este letrado especializado en delitos contra la seguridad colectiva. Su trayectoria literaria, incluye títulos como: Amor de Olivo (2013); Rivera de Primo (2015) y Gitanófilo (2018).

Colaborador de la Fundación Secretariado Gitano, aboga por una sociedad más informada en la que se consiga suprimir la imagen estereotipada que existe todavía de la etnia gitana. “Para la sociedad, en general, todos los gitanos tenemos algo de delincuentes. No nos conocen”, señala tajante el autor.

¿Cómo surgió la idea de escribir su última novela? ¿Los casos jurídicos le sirve de fuente de inspiración?

La idea surgió en el AVE cuando abrí el ordenador y vi el escrito de acusación de la Fiscalía contra un chico que en el fondo era buena persona, pero que no tuvo a nadie que le diera un buen consejo. La delincuencia de tráfico de drogas a pequeña escala, en el nivel popular o familiar, no tenía reproche ético alguno en aquel entorno marginal, y así, era imposible la recuperación social.  El desarrollo de la abogacía penalista es mi inspiración porque te muestra en primera persona que, en la comisión de un delito, todos sufren; también el delincuente y también el abogado. Yo he sufrido mucho llevando casos penales, viendo tantas situaciones trágicas en barrio excluidos. Esta novela era una necesidad para redimirme, en el sentido de que espero que su lectura contribuya a la reinserción de muchos jóvenes.

En su obra, ¿Córdoba es La nueva Jerusalén?

La Nueva Jerusalén es la esperanza y la fe divina de la protagonista para que surja una ciudad donde no existan mujeres maltratadas.

En Amor de olivo realizaba una dura crítica al machismo existente en el siglo XX. ¿Hemos avanzado en esa materia?

Sí, pero estamos en la batalla más dura. A partir de 1989, con la Ley integral contra la Violencia de Género, se empezó a combatir el machismo, no solo con la educación. Se entendió que para parar y hacer retroceder un afianzado modo social machista, la educación no era un arma suficientemente poderosa. Y, entonces, se acudió al derecho penal para que cualquier conducta vejatoria contra la mujer, traspasara los principios de intervención mínima del Derecho Penal y diera licencia a toda la maquinaria del penalismo para acudir prestos al auxilio de la buena educación. Así que estamos en plena batalla porque el hombre maltratador, no está acostumbrado a que la mujer le haga frente como está haciendo. Podríamos decir sin frivolidad que las mujeres asesinadas son mártires para conseguir la igualdad real entre mujeres y hombres. Desgraciadamente estas muertes contribuirán en la victoria final de la justicia.

¿Ante qué desafíos se expone la igualdad de género en el pueblo gitano?

Tengo que decir que sobre este tema existe todavía una fuerte desinformación. El machismo no tiene color, ni raza, ni etnia. Solo hay dos partes: hombres maltratadores y mujeres maltratadas. Los gitanos tenemos ventaja porque la desigualdad laboral, en nuestro caso, nunca existió. Las mujeres gitanas, en líneas generales, siempre trabajaron saliendo a la calle a vender. Lo que ocurre es que la mayoría de los “payos” no tienen memoria histórica gitana porque nunca se interesaron; pero yo sí la tengo y le puedo decir que las mujeres gitanas siempre manejaron la economía y eso da mucha independencia. No obstante, no quiero dar una imagen benévola o suavizada, hay mucho trabajo porque con la extinción de nuestros antiguos oficios, las mujeres ya no trabajan y el fracaso escolar, especialmente el paso de primaria a secundaria, está obligando a la mujer a volver a las tareas del hogar y eso redunda en la desigualdad.

Con Gitanófilo realiza un profundo homenaje al colectivo gitano, analizando sus principales señas de identidad. ¿Considera que la sociedad actual sigue teniendo una imagen estereotipada de esta etnia?

Totalmente. Para la sociedad, en general, todos los gitanos tenemos algo de delincuentes. No nos conocen. En cambio, si saben de alguno que tiene cultura media y trabajo normal, lo consideran una excepción que confirma la regla, y eso no es así. Es más, en la presentación de mis libros, salió a la palestra demasiado mi condición gitana; por eso publiqué Gitanófilo, para entender que ese sí era el momento de hablar de gitanos y no en los demás casos. Yo sé que muchos lo hacían por agradarme, pero otros, por puro morbo e incluso espectáculo, como si el acto fuese un circo. Ahora bien, conmigo no hacía falta “gitanizar” nada, pues considero que eso debe ser algo más natural y mucho menos insistente. La evidencia no precisa ser demostrada y, cuando se intenta, lo único que se consigue es complicar la convicción, además de perder el tiempo para otras cosas. Es como, salvando las distancias, si a Cristo le preguntáramos si se considera cristiano.

Por su experiencia, ¿la realidad puede llegar a superar a la ficción? ¿Cómo contribuye su formación de abogado a las historias que escribe?

La ficción no sorprende nunca porque de una película te esperas todas las mentiras del mundo, como que un burro salga volando. Lo que sorprende es el desconcierto real. La realidad gana a la ficción por goleada. En esta obra todo es ficticio, pero a la vez verdadero, porque no hay fantasía, ni milagros, ni metafísica. Como es una ficción inspirada en la realidad, podríamos decir que es una realidad paralela. Y, evidentemente, sin mi formación de abogado y sin el ejercicio real de la profesión, esta obra no se hubiera podido realizar.

En Rivera de Primo relata la historia de un pueblo imaginario situado en el pantano de Iznájar en 1940, describiendo el “hambre gratuita que ha pasado el pueblo andaluz”. ¿Por qué la define así?

En esta novela el protagonista tiene que adquirir la imagen de un “señorito religioso” para no ser cuestionado en sus decisiones en pro de la gente pobre. El pueblo pasaba hambre gratuita porque durante demasiados siglos se resignó a no levantarse contra el sistema latifundista que favorecía una sociedad clasista. Andalucía, hasta hace poco, ha sido como un país latioamericano. Se podrá decir que el clima favorecía esta economía. Pero eso es un argumento para ignorantes.

Por su experiencia en el Turno de Oficio, ¿cómo valora este servicio? ¿Qué imagen considera que tiene la sociedad del mismo?

El Turno de Oficio está muy desvalorado y sobre todo mal pagado. Pero, no es menos cierto que, al estar tan poco valorado, hace más dignos a los abogados y abogadas. No entiendo la mala imagen de la abogacía de Oficio, pese al esfuerzo, los abogados del Turno de Oficio solo encuentran incomprensión, igual que nos ocurre a los gitanos.

¿Cómo se compagina la pluma y la toga? ¿En qué ámbito se encuentra más cómodo?

Se compaginan haciendo novelas de tintes jurídicos como La Nueva Jerusalén, donde he intentado que la obra sea una especie de tesis de derecho penal callejero. Como dije en la presentación: un abogado provinciano como yo, poco puede aportar a lo ya dicho por grandes juristas penalistas; pero, quizá, pocos hayan escrito de términos penales que las calles conocen, y que nadie menciona en libros de texto. Como por ejemplo “comerse el marrón”. No me siento cómodo en ninguno, porque no los domino del todo, pero estoy ilusionado por seguir aprendiendo en ambos por igual.

¿Tiene nuevos proyectos literarios en el tintero?

Sí, acabo de empezar otro, ya tengo el primer capítulo. No tiene nada que ver con los anteriores. Mis mayores siempre me enseñaron que no hablara de un proyecto antes de terminarlo, que trae mala suerte y final la cosa se tuerce.

La delegada de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Huelva, Estela Villalba, presidió la inauguración oficial de las escuelas de verano en esta provincia, con la presencia de la Unión Romaní

Estela Villalba dando declaraciones en un momento del acto de inauguración de las escuelas de verano de Huelva / U.R

Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de los gitanos y los inmigrantes, con especial atención a la mujer, asistió el pasado viernes 12 de julio al acto de inauguración de las escuelas de verano de la Junta de Andalucía en Huelva, organizado por la delegación territorial de Educación, Cultura, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Nuestra entidad se encarga actualmente de dos de las cinco escuelas que financia la Consejería en la provincia de Huelva, en concreto las de los colegios Andalucía y Juan Ramón Jiménez, a través del Plan de Solidaridad y Garantía Alimentaria.

El evento estuvo presidido por la delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Huelva, Estela Villalba, y tuvo lugar en el Colegio Hispanidad, que acoge una de las escuelas. Contó también con la presencia de representantes del Ayuntamiento de la capital y de la Asociación Olotense Contra la Drogadicción, la Asociación de Vecinos Nuestra Señora del Pilar y Manos Isleñas Grupo de Ayuda Solidaria, las otras tres organizaciones beneficiarias.

Villalba señaló “el especial interés” de esta iniciativa “puesto que va dirigida a menores cuyas familias tienen dificultades”, al tiempo que “genera empleo”. “En concreto este año son 26 los profesionales que se han contratado, en la mayoría de los casos personas residentes en los barrios” de los colegios, agregó.

La Consejería apoya de esta forma, un año más, a las entidades del Tercer Sector en la realización de estas escuelas de verano, organizadas en zonas desfavorecidas identificadas como tales en la estrategia regional de intervención.

El objetivo de este programa es ofrecer una alternativa lúdica y educativa a los niños y niñas en exclusión social y en riesgo de ella durante los meses de vacaciones escolares de verano (julio y agosto), en horario de mañana. Pero, sobre todo, se les proporciona una alimentación adecuada de forma gratuita, mediante un servicio de desayuno y comedor en las instalaciones de los centros educativos, atendido por monitores, y se les hace entrega una bolsa de picnic con alimentos para merendar en casa.

El crédito total para las escuelas en la provincia de Huelva es de 110.000 euros, que se distribuyen entre las cuatro entidades que han resultado adjudicatarias de la subvención. Esta iniciativa se realiza en colaboración con los equipos directivos de los CEIP, los servicios sociales comunitarios y el Ayuntamiento de Huelva.

Para que los menores puedan beneficiarse de las diferentes actividades de ocio, entre las que hay excursiones, deben cumplir una serie de requisitos, como la asistencia a clase periódica y un rendimiento y comportamientos apropiados en el aula.

Unión Romaní gestiona además otras dos escuelas de verano este año, una en Sevilla capital y otra en Dos Hermanas.  

La Gran Redada, proyecto de exterminio gitano

Cartel del próximo acto organizado por las entidades que forman el Consejo Municipal del Pueblo Gitano / Cedido

El verano de 1749 tuvo lugar en España un intento de exterminio del pueblo gitano. El hecho, orquestado por el Marqués de la Ensenada y dirigido tanto a hombres y mujeres, como personas ancianas o incluso criaturas, consiguió encarcelar entre 9.000 y 12.000 persones gitanas.

Los encarcelamientos duraron hasta el año 1765, momento en qué Carlos III proclamó su indulto, a pesar de que 14 años más tarde llegaba tarde por muchas de las personas, que ya habían muerto por las condiciones insalubres de las prisiones y la dureza de los trabajos forzados.

A pesar de su gravedad, estos hechos siguen siendo actualmente un episodio poco conocido, motivo por el cual desde el Ayuntamiento de Barcelona y las entidades del Consejo Municipal del Pueblo Gitano se ha organizado una conferencia con personas expertas para abordar la cuestión.

Bajo la moderación de Francisca Maya, activista por el pueblo gitano, el historiador Manuel Martínez y el investigador miembro de la Alianza Europea contra el antigitanismo, Ismael Cortés, ofrecerán su conocimiento desde el punto de vista histórico y de justicia reparativa, abriéndose más tarde un espacio de debate con los asistentes.

El acto tendrá lugar el próximo día 30 de julio, a las 19 horas, en la Sala Noble del centro cívico del Convento de San Agustí, uno de los espacios donde estuvieron encarceladas las personas gitanas.

Somos el primer poder del estado

Estatua de Gutenberg en la plaza que lleva su nombre en Estrasburgo
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Cuando me enfrento a la tarea de redactar unas palabras de presentación a la nueva edición de nuestro estudio sobre el comportamiento de los medios de comunicación en relación con el pueblo gitano, noto que me confundo al no saber a ciencia cierta si hemos avanzado en nuestra lucha o si por el contrario el panorama informativo se ha enturbiado ofreciendo de nosotros, los gitanos, la misma imagen falsa y manipulada como la que hemos padecido a lo largo de tantos años.

Al hacer un repaso de todas las presentaciones que he escrito en las múltiples ediciones de esta investigación ―se me amontonan ya más de 20 años de ¿Periodistas contra el racismo?―  compruebo que he utilizado todo tipo de argumentos. Así, el año pasado citaba sentencias, como la del Tribunal Constitucional 29/2009, de 26 de enero donde, entre otras cosas, se dice que “ni la información ni la opinión o crítica pueden manifestarse a través de frases y expresiones ultrajantes u ofensivas, sin relación con la noticia que se comunique o con las ideas u opiniones que se expongan, y por tanto, innecesarias a tales propósitos. Ni la transmisión de la noticia o reportaje ni la expresión de la opinión puede sobrepasar, respectivamente, el fin informativo o la intención crítica pretendida, dándole un matiz injurioso, denigrante o desproporcionado, debiendo prevalecer en tales casos la protección del derecho al honor”.

Palabras contundentes, claras y precisas, nada más y nada menos que de nuestro Tribunal Constitucional. Pero cabe preguntarse ¿qué caso hacen los informadores de esta prescripción del máximo intérprete de nuestra Constitución? A la hora de encontrar la respuesta, una vez más, hemos de huir de las generalizaciones porque de lo contrario terminaríamos por aceptar como validas afirmaciones tan falsas y aberrantes como las que dicen que “los curas son pederastas”, “los musulmanes son asesinos o terroristas”, “los inmigrantes son los causantes de la inseguridad ciudadana”, “los políticos son miserables corruptos que se quedan con el dinero del pueblo”, “los empresarios son explotadores de los obreros”, “los gitanos son maleantes, violentos y ladrones”.

La consecuencia lógica a la que llegará cualquier persona mínimamente equilibrada sería decir que “no todos los curas son pederastas”, “no todos los musulmanes son asesinos terroristas”, “no todos los inmigrantes son los causantes de la inseguridad ciudadana”, “no todos los políticos son miserables corruptos que se quedan con el dinero del pueblo”, “no todos los empresarios son explotadores de los obreros”, “no todos los gitanos son maleantes, violentos y ladrones”. Sin embargo el daño ya está hecho cuando alguien lee, o escucha, o ve en televisión que hay quien atribuye a cualquiera de los colectivos antes citados algún tipo de delito o comportamiento incívico. Entonces, el estigma cae inexorablemente sobre todo el grupo.

La importancia de la prensa escrita.

Nos referimos, obviamente, a los periódicos editados en papel. Ese medio ha sido durante siglos el principal referente de la información en el mundo civilizado y los periódicos que habían cumplido un siglo desde su fundación llevaban con orgullo en su cabecera la frase “Decano de la prensa catalana”, o “Decano de la prensa andaluza”. Pero ha llovido mucho desde que los romanos publicaran una especie de hoja informativa de los acontecimientos del día llamada Acta Diurna, cosa que sucedió en el año 59 antes de Cristo, o del Kaiyuan Za Bao, publicación inventada por los chinos en el año 713 después de Cristo.

Pero la modernidad tuvo que esperar hasta la mitad el siglo XV en que un señor alemán, nacido en Maguncia (Alemania) inventó la prensa de imprenta con tipos móviles: Johannes Gutenberg. Con él empezó la mayor revolución hasta el momento inimaginable en el mundo de la comunicación. Y llegados a este punto, permítanme la licencia personal de decir que en los muchos años en que he frecuentado la ciudad de Estrasburgo y que forzosamente debía pasar en mi camino al Parlamento por la plaza que lleva su nombre, no podía evitar un cierto sentimiento de veneración al encontrarme con la magnífica estatua que adorna la plaza. Un monumento impresionante donde emerge la figura del gran inventor con un pergamino en la mano. En la base del monumento, formada por un gran cubo de granito, aparecen en sus cuatro caras, fundidas en bronce, diversas escenas de la vida laboral en el interior de una imprenta. Como dijo don Antonio Mairena un día en que un periodista le preguntó por la importancia que le merecía la figura de Federico García Lorca, el que fue el genio irrepetible del cante gitano-andaluz afirmó:

― Cuando un gitano oye el nombre de Federico García Lorca lo mínimo que debe hacer es quitarse reverentemente el sombrero.

Yo digo lo mismo. Cuando un periodista, un escritor, un comunicador pase ante cualquier estatua de Johannes Gutenberg, lo mínimo que debe hacer es quitarse reverentemente el sombrero y darle las gracias por su revolucionario invento. Por cierto que la primera imprenta que se instaló en España lo hizo en la ciudad de Segovia en el año 1472.

La prensa, conformadora de la opinión pública

Algunos políticos diferencian entre “la opinión pública” y la “opinión publicada”. Diferenciación que aun siendo cierta, no lo es del todo esclarecedora. Podríamos decir que la “opinión pública” es inexorablemente consecuencia de la “opinión publicada”. Este hecho consagró el término “cuarto poder” para designar a la prensa como instrumento de tanta importancia como pudieran ser los tres poderes clásicos con que Montesquieu ideó una administración moderna y eficaz: la separación de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.  Claro que cuando Montesquieu, que nació en el último tercio del siglo XVII, escribió “El espíritu de las Leyes”, los medios de comunicación eran prácticamente inexistentes y por lo tanto no formaban parte de su inquietud política y filosófica. Hoy, estoy convencido de que si hubiera sido coetáneo de Edmund Burke habría incorporado a su trilogía de poderes el de la prensa tal como lo hizo el conocido escritor y político inglés considerado el padre del liberalismo conservador. Y una vez más hemos de poner el foco en la antigua democracia del Reino Unido, país que sin tener una Constitución escrita organiza su vida política desde el siglo XIII basándose en principios de representación popular.

Fue Edmund Burke quien en su discurso de apertura de la Cámara de los Comunes en 1787, dijo, señalando a los tres poderes presentes en la Cámara ―los Lores Espirituales (representantes de la iglesia), los Lores Temporales (la nobleza) y los Comunes (los políticos) ― que allí había un cuarto poder, el de los periodistas sentados en la tribuna de la prensa.

Pero, no se engañen, los periodistas somos el primer poder

Efectivamente, lo somos. Weily Chu Santana es una periodista que ejerce su actividad profesional en importantes empresas de carácter comercial en América Latina. Ella ha puesto de manifiesto las que, a su juicio, son las ventajas de la prensa escrita y las posibilidades con que cuenta para hacer prevalecer sus funciones sociales. Pero, sobre todo, porque es consciente de que el periodismo nace de la necesidad social y psicológica de conocer y saber lo que pasa a nuestro alrededor. Y se le denomina “primer poder” por su capacidad para influir en la opinión de los ciudadanos.

Y lo somos porque gracias a nuestras informaciones los ciudadanos pueden aclarar sus ideas, al mismo tiempo que podemos incitarles a un estado de desorientación tal que ya no sepan qué es bueno, qué es malo, qué es mejor y qué es peor.

El Código Internacional de Ética Periodística de la UNESCO, en su Principio III, dice: “La información en periodismo se entiende como bien social y no como un producto, lo que significa que el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida y es, por lo tanto, responsable, no solamente ante quienes controlan los medios, sino principalmente ante el público, incluyendo variados intereses sociales. La responsabilidad social del periodista requiere que él o ella actúen, bajo todas las circunstancias, en conformidad con los principios de la ética profesional”.

A veces pienso, sobre todo cuando leo informaciones que distorsionan interesadamente la realidad, si no sería aplicable a algunos informadores la conocida sentencia del Conde de Romanones que decía con alto menosprecio de los legisladores: “Vosotros haced las leyes. A mí dejadme hacer los reglamentos”.

Infame realidad de la que me ocuparé, si ustedes me lo permiten, en un próximo comentario.

Joaquín López Bustamante: ‘El flamenco es de todos, pero su génesis es gitana’’

Colaborador de Radio Nacional de España (RNE), desde 2012, donde codirige y presenta el programa “Gitanos: arte y cultura romaní” en Radio Exterior de España / Más Jerez

Joaquín López Bustamante (Valencia, 1961), es gestor cultural y periodista. Desde hace ocho años presenta en Radio Nacional de España el programa ‘Gitanos, arte y cultura romaní’, dedicado a difundir la cultura gitana. López Bustamante, miembro del jurado del concurso de cante de la I Bienal de Cante Flamenco de Jerez, impartirá en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, el 6 de agosto a las 20:30 horas, la conferencia ‘La huella de la lengua romaní en el flamenco’.

¿Qué cree que puede aportar la Bienal de Cante de Jerez al flamenco? 

La idea de crear una Bienal de Cante en Jerez es magnífica. Estamos en la cuna del flamenco y el hecho de contar con las dinastías de las casas cantaoras me parece que era algo que hacía falta poner en valor. Ese patrimonio de la transmisión vivencial es de muchísima importancia. 

Adelántenos un poco sobre qué versará su conferencia. 

Vamos a intentar hacer un repaso del corpus lírico de las letras del flamenco, esa poesía anónima y popular tan hermosa en la que hay un gran número de palabras de origen romaní, de origen caló, y poner en valor eso también. Veremos cómo la huella lingüística del pueblo gitano, sin la cual no se entendería el flamenco en su génesis, ha permanecido, sigue vigente, y también lanzaremos algunas hipótesis de la etimología gitana de algunos nombres de los estilos flamencos. 

Hablamos de muchas palabras que incluso usamos a diario. 

Algunas están recogidas en el diccionario de la Real Academia, pero muchas más se utilizan en el lenguaje coloquial y han pasado a formar parte del acervo común de la lengua castellana, también en Hispanoamérica. Y estos ‘gitanismos’ del español son muy numerosos y tienen una especial incidencia en el habla andaluza y casi diría que una especial incidencia en el habla jerezana. Esas aportaciones al habla andaluza creo que merecen la pena ser resaltadas. De alguna manera, poner en valor esa aportación gitana a la cultura y, especialmente, en el flamenco. 

La influencia gitana en la cultura española es fundamental, aunque usted defiende, por ejemplo, que el flamenco no sólo es patrimonio de los gitanos 

El flamenco es de todos, otra cosa distinta es que la génesis del flamenco, la creación del flamenco, tiene una paternidad clara. Nace donde nace, cuando nace y en el seno de una serie de familias gitanas y, a través de esa transmisión, no tanto oral, sino vivencial, el flamenco ha ido evolucionando, se ha ido desarrollando. Pero ha habido, hay y habrá grandes artistas que no son gitanos, pero yo no hablaría de una influencia gitana en el flamenco, sino de reivindicar, sin excluir a nadie, que la génesis del flamenco es absolutamente gitana. 

Aún así, hay mucho más que flamenco en la cultura gitana 

Naturalmente, lo que pasa es que las formas expresivas del flamenco en España, y aquí especialmente, trascienden lo puramente musical, es un aspecto cultural muy relevante. Pero la cultura gitana es muy rica y la influencia de los gitanos y lo gitano pasa por la literatura, la lingüística, el toreo, las artes plásticas, el cine, la gastronomía… Cabalmente no se entiende la cultura de nuestro país sin la cultura gitana, pero especialmente en esta bendita tierra donde estamos que es Jerez.

Dijo Lorca que Jerez es la ciudad de los gitanos. ¿Qué tiene Jerez para que esa diferencia entre payos y gitanos no exista, a diferencia de otros lugares?

Socialmente, desde hace bastantes décadas, se ha producido un proceso de convivencia —a mí no me gusta hablar de integración— muy interesante, hasta el punto, que a Jerez, desde el mundo gitano, se la ve como el paradigma de una ciudad de convivencia donde, salvo casos aislados, no existe el racismo antigitano que existe en otros sitios de España, por no decirte de Europa. Yo creo que el arte ha tenido que ver mucho en eso.

¿Es atípico el gitano de Jerez?

Es una comunidad muy numerosa, la más antigua de nuestro país, y también la más representativa. Compartimos muchas cosas, pero tenemos también muchas diferencias, porque el pueblo gitano es heterogéneo en todos los sentidos. No solo en costumbres a la hora de celebrar determinados ritos o fiestas, o de formas expresivas artísticas, también entre gitanos que siéndolo, tienen diferente ideología política, orientación sexual, formación… Desgraciadamente la imagen que se proyecta de los gitanos es muy estereotípica y eso no hace justicia a la realidad del pueblo gitano y, aparte, ese mensaje de los medios fomenta el tópico, perpetúa el prejuicio, cuando la realidad de la comunidad gitana es bien distinta a la que proyectan los medios.

Recientemente, el Papa Francisco pedía “perdón” a la comunidad gitana por haber sido perseguida y discriminada en Europa durante décadas. Sin embargo, en la Italia del movimiento 5 estrellas y de Matteo Salvini, actualmente la situación de los gitanos, como la de los negros o los migrantes, vuelve a ser preocupante.

Es muy preocupante. Si miramos hacia Europa, la situación española, que tiene sus dificultades, es absolutamente distinta a la del resto de Europa. Es preocupante el ascenso de la extrema derecha en prácticamente toda Europa, no solo en Italia, con un antigitanismo muy violento, y que nos tiene que hacer reflexionar, porque también en nuestro país empieza a haber discursos machistas, xenófobos, racistas en fuerzas políticas emergentes. Nos tienen que hacer pensar, porque, aunque el gesto del Papa es relevante, estos perdones retrospectivos, si se quedan solo en eso, son un brindis al sol, que está muy bien, y además haberlo hecho en Rumanía, que es el país europeo con mayor población gitana y con una pavorosa historia de racismo antigitano, hasta el punto de ser el último país en abolir la esclavitud de gitanos en el siglo XVIII.

La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGiC) convoca el 2º concurso de relatos “Pintemos de gitano Cataluña”

Cartel de la segunda edición del concurso “Pintemos de gitano Cataluña” / Cedido

La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGiC) convoca el 2º concurso de relatos “Pintemos de gitano Cataluña” (Pintem de gitano Catalunya), cuyo fin es incentivar la creatividad literaria a la vez que divulgar la cultura, la historia, las costumbres y tradiciones del pueblo gitano.

Los relatos tratarán sobre el rol de la mujer gitana, se valorará especialmente aquellos relatos que contemplen la importancia de la mujer gitana y que tengan en cuenta la perspectiva de género, rompiendo tópicos y estereotipos. Podrá participar cualquier persona que lo desee, aunque invitamos sobre todo a personas gitanas a que participen en este concurso.

Los relatos deberán ajustarse al tema y contenidos del concurso. La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña, organizadora del concurso, se reserva el derecho de aceptación de las obras según se adecuen o no a la temática del concurso y a las características formales exigidas. Los relatos estarán escritos en castellano, catalán o romanó. Los participantes deberán enviar un máximo de dos relatos, totalmente inéditos. Los trabajos deberán tener una extensión de entre 4 y 8 folios A4, a un espacio y medio interlineal y fuente Arial o News Times Roman a 12 puntos.

Los trabajos se podrán presentar:

• Personalmente, en las oficinas de la FAGiC en Barcelona. C/Concilio de Trento, 313, 9º Planta, despacho 9. Barcelona.

• Se podrán remitir por correo a la siguiente dirección: C/Concilio de Trento, 313, 9º Planta, despacho 9. C.P.: 08020. Barcelona.

  • O por correo electrónico a la siguiente dirección: info@fagic.org.

En el sobre exterior deberá aparecer 2º Concurso de cuentos gitanos FAGiC. Los cuentos se identificarán únicamente por su título y no incluirán firma ni identificación del autor/autora. El sobre deberá estar identificado con el título del cuento y un pseudónimo. En el interior del sobre se incluirá un sobre cerrado, identificado con el título del cuento y el pseudónimo, que contendrá el nombre completo del autor/autora, número de teléfono, D.N.I y dirección completa. En el caso de enviarlo por correo electrónico, se enviará, en adjunto, el archivo con el cuento o cuentos, firmado con el pseudónimo y, en otro archivo, los datos del autor/autora y el título del relato.

Se podrán presentar trabajos desde el momento de la publicación de esta convocatoria hasta el 31 de agosto de 2019. El jurado concederá un primer premio de 200 euros, un segundo y tercer premio en accésit de vales de libros. Con los tres relatos premiados, así como con los relatos seleccionados, la FAGiC editará el libro 2º Concurso de cuentos gitanos FAGiC “Pintem de gitano Catalunya”.

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