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El Día del Padre Gitano

Imagen del abuelo Agapito
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El 19 de marzo fue el Día del Padre. Ese día, esperando en el aeropuerto de Barcelona la salida de un avión que me debía llevar a Valladolid, hojeando los periódicos he visto una viñeta que me ha animado a escribir este comentario. En ella se ven dos figuras adultas abrazadas. Una de ellas de edad avanzada. La otra era un hombre que muy bien podría ser un cuarentón. Y el hombre viejo (mayor, no se enfaden) le está diciendo al cuarentón: “…Pero seguiré regañándote”. A lo que éste le respondió: “…Cuando quieras, papá”.

No quiero defraudar a quienes me están reclamando un comentario sobre la generosa acogida que han dado los líderes de las principales fuerzas políticas españolas a la petición de la Unión Romaní de que reservaran un lugar seguro en sus listas de candidatos en las Elecciones Generales del 28 de abril. Lo haré en cuanto se cumplan los plazos establecidos por la ley que señalan que los partidos políticos deberán presentar sus candidaturas al Congreso y al Senado antes del día 25. El día 27 de marzo se publicarán las listas en el Boletín Oficial y, tras unos días para solventar recursos e impugnaciones, el 2 de abril se darán a conocer las candidaturas una vez proclamadas. Quiero dejar pasar algunos días para que algunos partidos que tienen posibilidad de lograr representación parlamentaria recuerden nuestra existencia y nuestra fuerza electoral.

Hoy, sin embargo, quiero hablar del Día del Padre, y más concretamente del Día del Padre Gitano. De la mujer gitana me he ocupado cumplidamente en anteriores comentarios. Hoy quiero detenerme con especial interés y precaución en mostrarles lo que para nosotros representa la figura del padre en el seno de nuestra familia.

La familia es la piedra angular de nuestra existencia

No se extrañen si les digo que en la Constitución Española de 1978 no existe ninguna referencia que nos ayude a entender cuál es el concepto de familia que ella sustenta. Y no solo en la Constitución sino en la legislación ordinaria del Estado no aparece una definición clara de la familia. La familia es un concepto antropológico cuando se vincula al clan o a la tribu, de la misma forma que es un hecho sociológico e incluso económico perfectamente identificables en el Derecho Civil. En términos generales se puede afirmar que la familia es la base sobre la que se sustenta la vida en sociedad de los seres humanos.

Pero no todas las familias son iguales

No hay, al menos así lo creo, una etnia o algún grupo nacional o cultural que acapare para sí solo el conjunto de lo que los humanos entendemos por los valores más entrañables de la convivencia. No hay en la humanidad grupos en los que todos sus miembros sean malos o todos santos. Ni siquiera las virtudes y los defectos se concentran con mayor preponderancia en comunidades más o menos homogéneas de las que conviven con nosotros. Dicho en román paladino: que buenos y malos los hay en todas partes. Sentado este principio júzguese lo que voy a decir a continuación como el testimonio gitano de lo que para nosotros representa la figura del padre. Sin establecer comparaciones con nadie. Sin valorar que es mejor o qué es peor si lo comparamos con el resto de la sociedad mayoritaria. Nosotros, los gitanos, somos así, con todas las contradicciones y excepciones que se quieran, pero somos así.

 El padre es la autoridad

Autoridad que la ejerce de forma ejecutiva sin que quede ningún resquicio que la ponga en duda. El padre gitano siempre tiene razón. Y la tiene no porque sus criterios sean los más sabios o acertados, que muchas veces no lo son. Su palabra es palabra de Dios porque sus hijos le conceden esa cualidad. Él no impone sus criterios ni sus órdenes se cumplen como consecuencia del temor a cualquier tipo de amenaza. Los hijos obedecen a su padre porque sienten por él el respeto y la sumisión que merece quien les ha dado la vida y los ha amparado en todas las etapas de su existencia. 100 años antes de que naciera Jesucristo lo hizo Marco Tulio Cicerón. A él le adornaban todas las cualidades de ser jurista, filósofo, político, escritor y brillante orador romano. Por eso, dos mil años después, a nosotros no nos cuesta reconocernos en sus palabras: “Es la propia naturaleza la que nos impulsa a amar a los que nos han dado la vida”. Hemos crecido y hemos aprendido de nuestros mayores de la forma con que Rousseau lo definía como el “naturalismo pedagógico”.

Permítanme que insista. Así hemos sido siempre y así nos gustaría seguir siéndolo. Sabemos que los tiempos que corren no lo hacen a nuestro favor. Y ni siquiera a favor de la sociedad de los “gadchés” porque estoy convencido de que a la mayoría de los padres no gitanos les gustaría que sus hijos sintieran por ellos el respeto y la veneración que nosotros sentimos por los nuestros. He leído que en la Universidad de Buenos Aires se constata que “El padre ya no es la figura de autoridad, su palabra ya no es vehículo, la ley no impera sino a través de un complejo sistema de poder ciudadano que atento al consenso anuncia las transformaciones inexorables de la idea de autoridad imperante”.

Así lo he vivido y así lo cuento

Mi abuelo Agapito era un gitano de esos que ahora podríamos denominar de la “Ley Antigua”. ¡Claro que en su época no existía la televisión! El cine era en blanco y negro y sus cinco hijos vivos que yo conocí, vivían a su imagen y semejanza. La abuela María era una auténtica gitana canastera y lo era no solo en el sentido de gitana rancia con que los propios gitanos denominamos a los miembros de nuestra comunidad más primitivos, sino porque en verdad ella era una verdadera artista haciendo canastas que luego vendía en el mercado para ayudar a levantar la familia. Nunca vi a mi tío Manuel, el mayor de la saga, que luego fue “pescaero” en el mercado de abastos de Jerez de la Frontera, levantarle la voz ni contradecirle en algunas de las órdenes que el abuelo daba. Y de mi tío Agapito, el menor de los cinco, con quien conviví más tiempo y que quiso enseñarme el oficio de “pelaó de burros”, conservo el recuerdo de la rasposa soga de esparto que se anudó al cuello y que bajándole por el pecho terminaba apretándole fuertemente en la cintura. Encima llevaba una amplia camisa negra que tapaba la soga. Ese silicio, que era un verdadero martirio, lo llevó algún tiempo tras la muerte de mi abuelo. Él quería añadir a la pena interior que le causaba la desaparición de su padre el dolor físico que le producía el esparto al refregarse sobre su piel.

Así son los jóvenes gitanos de hoy

La siguiente escena la he vivido en primera persona con muchísima frecuencia. ¡Cuántas veces, en mi peregrinar por toda la geografía española durante tantos años, he visitado y hasta comido en casas gitanas de toda clase! Mi presencia provocaba que todos los hijos de la familia, solteros y casados con sus respectivas parejas, se reunieran en la habitación donde yo estaba hablando con el cabeza de familia. En la conversación se abordaban los más diversos temas y sobre ellos opinaban no solo el padre sino también los hijos y las hijas. Jóvenes mayores de edad, con estudios o sin ellos, pero que tenían criterios propios sobre los asuntos objeto del diálogo. En alguna ocasión he comprobado que el padre de familia se posicionaba defendiendo posturas contrarias o no coincidentes con las mías. Los hijos, por el contrario, me daban la razón. Pero si el padre se mantenía en la defensa de sus criterios los hijos cerraban la boca porque jamás se hubieran permitido posicionarse en contra de los criterios del padre.

Confieso que, en alguna ocasión, cuando las circunstancias lo han permitido, yo mismo he sido el provocador de la discusión familiar con el fin de comprobar que postura tomaban los hijos y las hijas mayores. Siempre fue la misma que he descrito con anterioridad: Silencio que suponía asentimiento con los criterios del padre, aunque ellos no los compartieran. Sin embargo, y aquí reside la grandeza gitana de lo que describo y que me hace sentirme orgulloso de lo que soy, lo cierto y verdad es que luego, cuando los hijos tenían la oportunidad de hablar conmigo a solas, me decían lo que sobradamente yo ya sabía:

     ― Tío Juan de Dios, usted habrá captado que nosotros estábamos más de acuerdo con lo que usted decía que con lo que manifestaba nuestro padre. Para él el tiempo no ha pasado con la velocidad con que lo ha hecho para nosotros. Pero usted entenderá que nosotros, sus hijos, no podíamos quitarle la razón delante de usted. Hacerlo sería faltar al respeto y a la ley gitana que nos obliga a estar junto a nuestro padre tanto si lleva razón como si no la lleva.

Pero no se engañen. Si la escena que he descrito acabara ahí sería muy preocupante porque supondría el anquilosamiento de toda una generación de jóvenes gitanos incapaces de evolucionar. No, la verdad es que cuando yo ya no estaba presente, los hijos y las hijas discutían con su padre. Defendían sus ideas y trataban de exponerlas con los conocimientos adquiridos en la escuela, o en la vida, de los que su padre carecía. Pero lo hacían con respeto, con la consideración, si ustedes me lo permiten, de la Ley Antigua que, por lo que he leído, no debe ser tan mala cuando así se ha dicho en el Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria con el fin de reforzar la autoridad del padre desde el principio de la vida: “Dentro del hogar hay que respetar la jerarquía. Aunque deba existir un clima de diálogo en donde todos puedan mostrar su opinión, los padres son los cabezas de la familia y de ellos ha de ser siempre la última palabra”.

Los no gitanos necesitan congresos para defender lo que los gitanos llevamos en el ADN desde el principio de los tiempos. Permítanme, una vez más, desear que, para celebrar el Día del Padre, ojalá, todos fuésemos gitanos.

Punto y final a las jornadas educativas sobre la comunidad gitana en exclusión celebradas en Valladolid

Las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión,  organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, llegaron ayer jueves 21 de marzo a su fin en la Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid.

Javier Alés Siolí, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, y José Eugenio Abajo, profesor, investigador y miembro de la Asociación de Enseñantes con Gitanos protagonizaron las dos últimas sesiones.

Bajo el título ‘Implantación de un proyecto de mediación educativa’, Alés analizó el concepto y el papel del mediador y defendió la necesidad de estar cerca de las personas y conocer su mundo para una resolución eficaz. En este sentido, destacó también la importancia de que los afectados por un conflicto “se hagan dueños de la solución”.

“La mediación es un gimnasio para mí. Yo soy el dueño del gimnasio pero el que hace el esfuerzo eres tú. También es una agencia de viajes, porque pregunto a las personas qué les ha pasado y adonde quieren ir”, agregó.

Finalmente, concluyó con un caso práctico de implantación de un sistema de mediación educativa en un colegio de Sevilla, cuyo objetivo primordial es “propagar la cultura del acuerdo” entre los menores, implicando también a padres y educadores.

La conferencia de José Eugenio Abajo, profesor e investigador, clausuró las jornadas en la capital castellana.

A su término, y tras un descanso, José Eugenio Abajo disertó sobre la importancia de la escolaridad de la infancia y de la juventud gitana, reclamando “una vida digna” para los niños y niñas de esta minoría, que la sociedad tiene la obligación de proporcionarles.

En este punto, hizo hincapié en que tanto los prejuicios como las expectativas de los educadores “condicionan la enseñanza de los menores” y especialmente la de los gitanos, algo contra lo que hay que luchar en las escuelas y apostar en su lugar por lo que llamó la “pedagogía del corazón”.

Puso como ejemplo a seguir el caso de José Heredia Maya, gitano que llegó a ser catedrático de la Universidad de Granada, además de poeta, dramaturgo y ensayista. Ello gracias a que contó con “un buen maestro” que se preocupó por su aprendizaje, la “inexistencia de segregación” en el pueblo donde se crio, “el apoyo de su familia a posteriori” tras ver las buenas calificaciones que obtenía, y el acceso a ayudas económicas para el estudio.

A continuación, hizo un repaso por la historia de persecución y maltrato que ha vivido el pueblo gitano a lo largo de los siglos en España y Europa hasta nuestros días. El ponente reconoció que en la actualidad “se ha avanzado mucho”, aunque “aún queda un poso de desigualdad, desconfianza, y estereotipos , además de un sentimiento de superioridad en la sociedad mayoritaria”.

Por último, señaló a la marginalidad laboral, la estigmatización, la imagen negativa, la segregación y el doble rasero de la sociedad como principales obstáculos a vencer para una plena inclusión.

Durante tres días (19, 20 y 21 de marzo), la capital de Castilla y León ha acogido estas jornadas que han reunido a ponentes de reconocido prestigio en torno a la educación en la comunidad gitana y que contaron con una media de 28 asistentes, así como con la presencia de diversos miembros de esta minoría étnica en la región .

El objetivo ha sido formar a los profesionales del ámbito escolar y social en el trato con este pueblo, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado. Este evento se viene desarrollando desde hace 18 años y se pretende crear en él un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

Dinámicas de grupo y mucha participación en el segundo día de jornadas sobre educación en la comunidad gitana en exclusión

La Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid acogió este miércoles el segundo día de las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión, organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Las mismas tienen por objeto formar a los profesionales del ámbito escolar en el trato a esta minoría, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado.

Las dos ponencias del día estuvieron a cargo de Francisco Ramas Varo, animador sociocultural, gerente de Scouts Sevilla MSC y coordinador de la ONG MAD África.

Durante tres horas y media, Ramas hizo uso de dinámicas de grupo y mecanismos de participación para tratar cuestiones relacionadas con la comunicación, las habilidades sociales y también algunas fórmulas para la resolución de conflictos. La exposición estaba avalada por su larga experiencia en el trabajo con niños y las estrategias de todo tipo que ha utilizado con ellos.

Al comienzo, realizó un ejercicio para integrar a los asistentes en la dinámica y crear buen ambiente de grupo. Posteriormente, buscó que los presentes tomaran conciencia de sus propios prejuicios y mostró algunas formas de trabajarlos, para finalmente ofrecer orientación sobre la solución de los conflictos que puedan presentarse en las aulas. En este punto, señaló a la negociación, la cooperación y la empatía como factores clave. Todo ello reforzado por diverso material audiovisual en el que se apoyó.

Hoy jueves tendrán lugar las dos últimas conferencias de las jornadas y la clausura. La primera la pronunciará Javier Alés Siolí, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, bajo el título “Implantación de un proyecto de mediación educativa”. Seguidamente, tras un descanso, intervendrá José Eugenio Abajo, profesor, investigador y miembro de la Asociación de Enseñantes con Gitanos. Estas jornadas se vienen desarrollando desde hace 18 años y se pretende crear en ellas un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

El Ayuntamiento de Barcelona organiza un ciclo de debates para celebrar el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial

Cartel del ciclo de debates en la ciudad de Barcelona / Ajuntament de Barcelona

El 21 de marzo se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, un día para recordar que los derechos humanos son inherentes a todas las personas, y que el derecho a la igualdad y la no discriminación por razón de raza o cualquier otra naturaleza no es una excepción.

En el marco de este día, el Ayuntamiento de Barcelona organiza un ciclo de tres actividades, que se inaugurarán el mismo día 21 por la tarde con la mesa redonda titulada ‘El racismo tiene memoria’, continuarán el lunes día 25 con un debate sobre ‘Estrategias de lucha contra el antigitanismo’, y cerrarán el día 27 con la presentación del informe ‘la situación de la discriminación en la ciudad de Barcelona’.

Con este conjunto de actividades se quiere ofrecer a la ciudadanía un espacio para conocer la construcción histórica del racismo, las estrategias actuales para hacerle frente, y la situación actual de esta y de otras formas de discriminación en la ciudad de Barcelona.

El Ayuntamiento de Madrid celebra el primer acto en toda España de reparación por la represión al pueblo gitano

Fotografía de familia donde aparecen representantes políticos y los representantes gitanos que han sido los protagonistas del acto de reparación / Ayuntamiento de Madrid

Ahora se han cumplido 520 años de la Primera Pragmática antigitana, una normativa firmada por los Reyes Católicos en Madrid en 1499, y que originó una legislación discriminatoria que se ha extendido durante siglos, hasta nuestros días. ‘Me corresponde a mí, en nombre de este Ayuntamiento, reparar esa gran injusticia histórica que Fernando e Isabel dictaron en lo que era la sede de lo que hoy día llamamos el Ayuntamiento antiguo de Madrid’, ha dicho Carmena.

Durante su intervención la alcaldesa ha dicho que ‘la reparación no puede ser una palabra; la reparación tiene que ser un propósito y un programa’. Una reparación para la que es imprescindible el conocimiento de la historia, ya que, según Carmena, ‘la primera reparación siempre tiene que ver con la memoria’. El acto, celebrado en el palacio de Cibeles, lo ha abierto Mauricio Valiente, quien ha pedido a los presentes guardar un minuto de silencio por las víctimas del pueblo gitano causadas por el racismo y la discriminación.

La actriz Celia Montoya ha hecho la lectura dramatizada de la Pragmática Antigitana firmada por los Reyes Católicos en la Ciudad de Madrid en el año 1499. Tras ella, representantes de cinco entidades del pueblo gitano han leído una declaración con la que han puesto de manifiesto la importancia para esta comunidad del acto celebrado hoy y la necesidad de poner fin a la exclusión de los gitanos. ‘Un reto muy serio para el que se necesita tomar medidas concretas’ ha expresado una de las representantes del pueblo gitano.

La interpretación del himno gitano Gelem, Gelem, a cargo de la cantante Saray y el guitarrista Jesús Santiago Camacho, ha puesto fin al acto, enmarcado dentro del programa ‘Madrid sin Etiquetas’ organizado por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria de Madrid con motivo de la celebración el 21 de marzo del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.

La Unión Romaní busca en Valladolid ofrecer ‘herramientas’ para la atención a la diversidad del alumnado

En la imagen vemos al alcalde de la ciudad Óscar Puente, al profesor de universidad Jesús M. Aparicio y a Carmen Jiménez, candidata del PSOE para las elecciones municipales conversando con Juan de Dios Ramírez-Heredia, presidente de la Unión Romaní / Ayuntamiento Valladolid

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha asistido a la inauguración de las jornadas ‘Realidad educativa en la Comunidad Gitana en exclusión’, en las que se busca aportar a los docentes herramientas y aptitudes adecuadas para la atención a la diversidad del alumnado.

Las jornadas han sido inauguradas por el presidente de Unión Romaní y primer diputado perteneciente a la comunidad gitana de la historia del España, Juan de Dios Ramírez-Heredia. También han asistido otros representantes municipales como la concejal de Servicios Sociales, Rafaela Romero, la candidata del PSOE en la lista para las elecciones municipales Carmen Jiménez y la vicerrectora de Comunicación de la Universidad de Valladolid, Carmen Vaquero.

Del 19 al 21 de marzo la Universidad de Valladolid ha programado en la Facultad de Educación y Trabajo Social las jornadas ‘Realidad educativa en la Comunidad Gitana en exclusión’, organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de la comunidad gitana, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Las jornadas contarán, además, con otras voces como el Director de Programas de Unión Romaní, Antonio Torres Fernández o el director del Foro Internacional Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, Francisco Javier Alés Siolí.

Estas jornadas, destinadas principalmente a los profesionales del ámbito escolar, se organizan desde hace 18 años por toda la geografía española. El objetivo es crear un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, para mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

Se busca dotar al profesorado de aulas multiétnicas de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad del alumnado. Se abordarán temáticas relacionadas con aspectos sociológicos de la comunidad gitana, habilidades sociales, comunicación, resolución de conflictos, mediación educativa, éxito escolar y experiencias en la educación secundaria.

Ciudad Real recibirá la semana que viene las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión

La Facultad de Educación de la Universidad de Castilla La Mancha en Ciudad Real acogerá los próximos días 26, 27 y 28 de marzo las jornadas ‘Realidad educativa en la comunidad gitana en exclusión’, dirigida a profesionales del ámbito escolar.

Las mismas están organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo gitano, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Contarán con la presencia de ponentes de reconocido prestigio como José Eugenio Abajo, profesor e investigador;  Francisco Javier Alés, director del Foro Internacional de Mediadores Profesionales de la Universidad Internacional Loyola Andalucía; Francisco Domínguez, profesor de la Facultad de Educación de Ciudad Real; Paco Ramas, coordinador de la ONG MAD África y de Scouts Sevilla MSC, y Antonio Torres, vicepresidente y director de programas de Unión Romaní.

El objetivo primordial es dotar al profesorado de aulas multiétnicas de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad del alumnado.

La inauguración correrá a cargo de la decana de la facultad, María del Rosario Irisarri, el martes 26 a partir de las 16:00 horas, mientras que la clausura será el jueves a las 20:30 h.

Hoy, 21 de marzo es el último día para inscribirse. Los interesados pueden apuntarse de forma gratuita a través del siguiente enlace: http://tinyurl.com/jfpae-CiudadReal2019

Se abordarán temáticas relacionadas con aspectos sociológicos de la comunidad gitana, habilidades sociales, comunicación, resolución de conflictos, mediación educativa, éxito escolar e inclusión y mejora de la convivencia y de los resultados académicos.

Estas jornadas con los profesionales del ámbito escolar se vienen realizando desde hace 18 años por toda la geografía española. Durante su desarrollo se pretende crear un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

Éxito en la inauguración de las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión que se celebran en Valladolid

El Salón de Grados de la Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid acogió el pasado 19 de marzo la inauguración de las jornadas ‘Realidad educativa en la comunidad gitana en exclusión: formación para profesionales en el ámbito escolar’ con una notable asistencia de público. La presentación corrió a cargo de la Vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, Carmen Vaquero.

También intervinieron el Vicedecano de Investigación y Relaciones Internacionales de la facultad, Luis Carro, y Valle Jiménez, estudiante y miembro del claustro de la UVA.

Posteriormente se dio paso a la primera ponencia bajo el título ‘Aspectos sociológicos de la comunidad gitana’, pronunciada por Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de Unión Romaní y del Instituto Romanó de los Servicios Sociales, además de maestro, periodista, abogado y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, entre otros muchos cargos y responsabilidades tanto a nivel nacional como internacional.

El presidente de Unión Romaní, derecha, junto a la Vicerrectora de la UVA, el Vicedecano de la Facultad y una estudiante.

Ramírez Heredia comenzó haciendo una reflexión sobre el concepto de minoría gitana y destacó que pese a ser visible en comparación con otras “se nos ve pero nadie sabe quiénes somos”. En concreto,  apuntó al desconocimiento de “la cultura, los valores y la historia íntima” de esta comunidad, a pesar de lo cual ha sabido sobrevivir y mantener su identidad entre mucha adversidad.

A continuación hizo un repaso por el origen y la llegada a Europa y a España de los gitanos, deteniéndose en las persecuciones que han sufrido y el tratamiento recibido por parte de los distintos poderes públicos a lo largo de la historia. Finalmente concluyó con un turno de preguntas.

Al acto asistieron el presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León, Ramón Salazar, y su homólogo en la Asociación Promoción Gitana, Enrique Jiménez, así como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y la concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero.

Tras un descanso, llegó el turno de Ana Isabel Gutiérrez, educadora social, profesora de educación de adultos de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León y profesora asociada de la Facultad de Educación y Trabajo Social de la UVa.  Su conferencia versó sobre ‘El reto de la educación secundaria en el alumnado gitano’, donde expuso la problemática actual en la que un alto porcentaje no supera 2º de ESO, abandona los estudios a los 16 años y sale al mercado laboral con escasa formación. Además, la lucha contra el absentismo en esta autonomía está íntimamente ligada “a la percepción de la Renta Garantizada de Ciudadanía”, explicó la ponente, que señaló los pros y contras de esta medida. Propuso también mecanismos para tratar de vencer tales limitaciones, generando debate e intercambio de ideas entre los asistentes, e hizo hincapié en la esperanza que ofrece la educación de adultos, donde los alumnos son más conscientes de la necesidad de formación porque de lo contrario “el mercado laboral no les acepta” y acuden a clase voluntariamente y con “muchas ganas de aprender”, pese a que afrontan obstáculos importantes como “las cargas familiares o los desfases curriculares”.

La profesora Ana Isabel Gutiérrez durante su ponencia.

Estas jornadas se vienen desarrollando desde hace 18 años y están organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de la comunidad gitana, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Durante su desarrollo se pretende dotar al profesorado de aulas multiétnicas de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad del alumnado, así como crear un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.

Primavera gitana

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Los pueblos históricamente oprimidos y rescatados por los sistemas democráticos, no lo son completamente mientras no se les permita acceder a esa categoría que Platón identificaba con los gobernantes. El pueblo español gitano, después de cinco siglos de peregrinaje social por durísimos caminos de exclusión, alcanzó su tierra prometida en 1978, con ese glorioso cuerpo de leyes que los hizo personas en su totalidad. Aunque, a decir verdad, para nosotras y nosotros la Transición culminará el próximo 28 de abril, con las Elecciones Generales. Lo digo porque después de 41 años, este 2019 será la primera vez que las flamencas y los flamencos se sentarán para representar a toda la sociedad en un número cuanto menos llamativo. Por vez primera se supera aquella presencia unigénita del heroico diputado Juan de Dios Ramírez Heredia, el cual, aun habiendo conseguido mucho, creo que no fue justamente valorado ya que rebosaba virtudes que se obviaron. Pero estas elecciones son distintas; hay gitanas y gitanos por todas partes de gran preparación académica y en puestos relevantes: Madrid, Sevilla, Huelva, Valladolid, Oviedo, etc (y estoy seguro que en breve también Barcelona).

Uno no sabe si la cosa ha sido sincera o es que los aparatos han intentado contrarrestarse para que el numeroso voto romaní no fuera patrimonio de un solo partido; seamos optimistas y pensemos que todo viene gracias al progreso cultural. Pero el sueño cumplido debe hacerse más bonito y por ello ruego a las gitanas y gitanos que se sentarán en el mismo Parlamento, pero en distintos grupos, que marquen una humanista diferencia y den ejemplo a los demás de que lo más importante para la buena marcha de nuestra querida España no es la férrea ideología sino la armonía de ideas y personas. Hay que dar esa enseñanza urgente porque hoy por los pasillos políticos no abunda la rivalidad limpia ni la competencia valerosa sino la traición y el deshonor. En estos tiempos estamos asistiendo a las jugarretas más vomitivas con tal de acceder al poder.

Demos la nota preciosa, gitanas y gitanos representantes y cuando os veáis en el Hemiciclo, ya seáis del PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos o de Vox, os lo ruego, llevaos como hermanos y allí mismo tomad el café junticos, delante de todos, sin miedo al qué dirán o a que nos quitarán como venimos haciendo desde el siglo XV. Dad esa preciosa lección de sagrado individualismo. Y que esta primavera electoral de color moreno se aprecie una nueva forma de hacer política en España. No os falléis a vosotros mismos y mucho menos a la memoria de nuestros muertos que tantas fatiguitas pasaron y nunca se separaron con tal de darnos como herencia, la libertad.

Fakali agradece a Pedro Sánchez la incorporación de su presidenta como número tres por Sevilla

Beatriz Carrillo es actualmente Vicepresidenta 2º del Consejo Estatal del Pueblo Gitano / Fakali

La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas, Fakali, ha agradecido al PSOE y, especialmente a su secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ‘su apuesta decidida y personal’ para la incorporación de su presidenta, Beatriz Micaela Carrillo de los Reyes, como número tres de la lista al Congreso de los Diputados por la provincia de Sevilla.

En un comunicado, Fakali ha explicado que desde hace años reclama el compromiso claro y contundente en favor de la comunidad gitana y el resto de grupos sociales ‘que sufren altas dosis de intolerancia y de rechazo social, y ese compromiso cobra especial relevancia a través de los medios de comunicación y de los partidos políticos’.

Junto a ello, destaca que son muchas las ocasiones en las que han denunciado la ausencia de personas gitanas en las listas electorales y, por ende, su ausencia en los órganos e instituciones de representación de la ciudadanía, ‘lo cual supone un lastre importante en la visión normalizada, ausente de estereotipos y prejuicios, por parte de la sociedad mayoritaria de la comunidad gitana de cara a las próximas generales’.

Fakali destaca que han sido varios los partidos políticos que han decidido colocar a personas gitanas, además en puestos de salida, en sus listas a las elecciones del 28 de abril, ‘por lo cual la próxima conformación del Congreso de los Diputados para la próxima legislatura va a marcar un hito histórico en la participación política de los gitanos en España’.

‘En los cuarenta años que llevamos de democracia, tan sólo en las Cortes Constituyentes contamos con la presencia de un diputado gitano, Juan de Dios Ramírez-Heredia, al cual rendimos homenaje en el día de hoy’, afirma la organización.

En su opinión, él ha sido ‘la punta de lanza’ para que tres décadas después ‘al menos tres diputados gitanos van a estar presentes en la Cámara Baja después de las elecciones, personas a las que el movimiento gitano exige que sigan enarbolando nuestra bandera dentro del hemiciclo y reivindicando nuestros legítimos derechos para que las generaciones presentes y futuras puedan educar a sus hijos en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía’.

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