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La población gitana está a la cola de la esperanza de vida en España

Ana Isabel Gutiérrez, educadora social y profesora asociada de la Universidad de Valladolid durante un momento de su intervención / U.R

Las jornadas sobre igualdad de trato y no discriminación que acoge durante esta semana la Facultad de Educación de la Universidad de Burgos vivieron ayer su segundo día de conferencias, organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. En esta ocasión intervinieron Ana Isabel Gutiérrez, educadora social y profesora asociada de la Universidad de Valladolid, además de profesora de educación de adultos de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León; y María Isabel Manrique, profesora de la Facultad de Educación de la UBU.

‘Comunidad gitana y salud’ fue el tema elegido por la primera ponente, que denunció la “persistencia de desigualdades” en este ámbito que afectan seriamente a la población romà, hasta el punto de que “algunas enfermedades aparecen de forma más temprana” entre sus miembros, que están también “a la cola de la esperanza de vida en España”.

Apoyándose en su experiencia en el barrio de zona de exclusión de Las Delicias (Valladolid), añadió que existe “una vacunación infantil deficitaria en áreas de nivel socioeconómico precario” y “una alta tendencia a la automedicación”. A ello se une una “deficiente alimentación” que conduce a una mala salud bucodental, hipertensión, colesterol y diabetes.

Exceptuando a los niños, Gutiérrez señaló que normalmente los gitanos no acuden con regularidad al médico de atención primaria y sólo lo hacen ya “cuando los síntomas son muy claros, urgentes e invalidantes” y apuntó a la necesidad de un trato empático por parte de los sanitarios, que debe fundamentarse en el conocimiento y el respeto de las “peculiaridades sociales y culturales”. Para ello es imprescindible la formación de estos profesionales, la creación de programas de intervención en salud con esta comunidad, y hacer uso de la mediación intercultural para facilitar el entendimiento.

Además, hizo hincapié en las pésimas condiciones de habitabilidad que tienen muchas de las viviendas que ocupa la población gitana en exclusión, “con humedades y moho”, y que provocan, entre otros, problemas respiratorios de todo tipo. “La insalubridad de los barrios es una conexión directa con la enfermedad”, apostilló a este respecto.

Más adelante, intervino María Isabel Manrique, que disertó sobre ‘género y educación’ en esta comunidad, incidiendo en la “escasa integración socioeducativa de la infancia gitana escolarizada en España”, motivada en gran parte por la “desventaja social”, que a su vez “afecta poderosamente el rendimiento escolar”.

En este sentido, es esencial “abordar la educación como uno de los pilares frente al proceso de inclusión” de esta minoría, “poniendo el acento en la prevención de la exclusión social y la promoción de la comunidad gitana”. A continuación, la ponente profundizó en las altas tasas de absentismo, fracaso y abandono escolar, para dejar patente que hoy por hoy “la situación educativa del alumnado gitano dista mucho de la normalización”.

Además, estas dificultades de inclusión escolar “influyen notoriamente en el desarrollo personal y profesional de las mujeres gitanas”, al ser éstas objeto de una “doble discriminación”. “El sexismo afecta a todas las mujeres de manera similar pero las mujeres gitanas además sufren discriminación social y cultural debido al racismo existente en su contra. Fruto del sexismo y racismo se encuentran con mayores problemas para acceder y participar en procesos formativos, realidad que a su vez repercute negativamente en perpetuar la situación de exclusión”, agregó, citando a Macías y Redondo.

A pesar de todo, “son las mujeres quienes con más frecuencia luchan por protagonizar y promover cambios internos a favor de la inclusión social”, a la vez que “está aumentando el número de ellas que acceden a estudios postobligatorios y se incorporan al mercado laboral”, remarcó.

Finalmente, concluyó con una parte dinámica donde dividió a los asistentes en grupos de cuatro y les pidió que enumeraran los aspectos tanto endógenos como exógenos que a su juicio influyen en la educación de niños y niñas gitanas, así como las posibles soluciones. Acto seguido, hicieron una puesta en común. Las jornadas llegan esta tarde a su final con las últimas conferencias, a cargo de Esther Consolación González, profesora de la Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid y psicopedagoga; y de Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de Unión Romaní y primer diputado gitano de España.

Las mismas se vienen desarrollando desde hace más de 16 años por toda la geografía española en colaboración con numerosas universidades.

El objetivo es que educadores, sanitarios, trabajadores sociales y estudiantes de estas disciplinas adquieran las competencias y conocimientos necesarios para aplicarlos en sus intervenciones con familias gitanas en contextos desfavorecidos, con el fin de que puedan desarrollar su trabajo con mayor calidad y garantía de éxito.

Blanca Romero: ‘Quité la primera piedra en el camino’

La joven campeona en medio de uno de sus entrenamientos en el Mamba Bierzo Fitness / Mar Iglesias

Blanca ‘La joyita’ Romero se ha convertido en una ganadora de 14 años que multiplica de un chasquido en cuento sus pies descalzos rozan el ring. Desde hace tres el muay thai es su vida, un deporte de contacto que tenía que llegarle. Le fascinaba ver este tipo de disciplinas por la televisión «veía las películas y quería hacer algo de eso, pero mis padres no me apuntaban» hasta que un familiar inmerso en ellas no vio en ella una niña gitana de 11 años, sin tanta fuerza como para romper todas las barreras que esa identidad le suponía y la empujó al cuadrilátero. Y la joya empezó a brillar.

Se gusta en la pelea y desde 2015 no tiene rival a nivel nacional. Ahora tampoco a nivel mundial, pero bajo el ring, ha tenido que vencer otra lucha, por la que ahora el Instituto de Cultura Gitana le quiere premiar y la que le permite ser ejemplo de superación y de romper barreras.

Blanca dice lo que lleva dentro y eso hará el día 8 de abril en la entrega de los galardones, pero sabe que abre puertas ‘quité la primera piedra en el camino, queda muchos obstáculos por ir pasando, pero entre mi prima Alba que estudia Derecho y yo, que somos las gitanas que hemos destacado un poco, más estamos abriendo puertas’. Tanto que le gustaría ‘hacer el rincón’ a su descendencia futura si llegara a haber una nueva generación de ‘Joyita II’. Recuerda su primer contacto con el muay thai ‘había monitores que no conocía y muchos niños’, dice, y los nervios le podían, pero fue en ese momento cuando las ganas se hicieron pasión ‘y desde entonces he tenido esa misma pasión hasta ahora’, reconoce.

No ha pasado tanto tiempo, era en 2015 cuando comienza a escribir su historia, pero ‘ha sido todo una locura’. Casi sin deshacer la maleta ha ido de un lado a otro para hacerse con los cinturones de número uno, el último en Pattaya, Tailandia, donde consiguió ser Campeona Mundial y coqueteó más que seriamente con la categoría profesional, que le dejó el buen sabor de boca de sentirse campeona y el malo de ver como el título se le arrebataba.

Pero esa demostración de fuerza es la que ha hecho que el 8 de abril sea la más joven de los premiados por el Instituto de Cultura Gitana, un aplauso para derribar barreras que no ha encontrado en la sociedad berciana ‘no he tenido ningún problema. La gente se sorprendía porque era una niña muy pequeña y encima gitana pero me decían ¡ole tú! Por eso aquí, en el gimnasio está mi gente’, dice.

Once millones de personas marcan la X Solidaria en la declaración de la renta

La periodista Ana Pastor, la Secretaria de Estado de Servicios Sociales, Ana Isabel Lima Fernández, la Presidenta de la Plataforma de ONG de Acción Social, Asunción Montero, el Presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato, Juan de Dios Ramírez-Heredia, presidente de la ONG Unión Romaní, la Vicepresidenta de Cruz Roja Española, Manuela Cabero y Mª Teresa Izquierdo, beneficiaria del programa Adelante / Xsolidaria

Las ONG han presentado hoy su campaña informativa de la “X Solidaria” mediante la cual invitan a la ciudadanía a marcar en su declaración de la renta la casilla 106 de Actividades de Interés Social o “X Solidaria”. Asimismo, han afirmado que a pesar de haber aumentado en 251 mil las personas contribuyentes que en 2018 la marcaron, llegando casi a los 11 millones, aún hay un 45% de personas no marca Fines Sociales en su renta, bien porque marca solamente la casilla de la iglesia católica (12%) o bien, porque no señala ninguna casilla dejando en blanco su asignación (33%).

La sede de Cruz Roja ha acogido hoy en este encuentro, moderado por la periodista Ana Pastor, a la Secretaria de Estado de Servicios Sociales, Ana Isabel Lima Fernández, quien ha hecho un discurso inaugural seguido de un coloquio en el que han participado la Presidenta de la Plataforma de ONG de Acción Social, Asunción Montero; el Presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato y la Vicepresidenta de Cruz Roja Española, Manuela Cabero; y Mª Teresa Izquierdo, beneficiaria del programa Adelante financiado por IRPF que desarrolla la organización Fundación Cepaim, que ha participado en representación de los millones de personas que, teniendo diferentes perfiles y realidades distintas, mejoran su calidad de vida gracias a la casilla solidaria de la renta.

Durante el encuentro la presidenta de la Plataforma de ONG de Acción Social, Asunción Montero, ha afirmado que la X Solidaria ha evolucionado y que gracias a las personas contribuyentes que marcan la casilla solidaria de la renta “en 2018 se recaudó la cifra histórica de 334 millones de euros, aumentando la recaudación en 20 millones respecto al 2017.” Las personas que marcan la casilla “también han aumentado”, argumentó, “en más de 250 mil personas respecto al año anterior llegando casi a los 11 millones que ya marcan Fines Sociales lo que llena de aliento a las ONG para continuar con su labor, al ver como la solidaridad ciudadana aumenta cada año.”

Asunción Montero sin embargo ha destacado también que un 45% de la población no marca la casilla de Actividades de Interés Social, bien porque marca solamente la casilla de la iglesia católica (12%), “quizás porque no saben que se pueden marcar las dos sumando ambas aportaciones”, o bien porque no marcan ninguna (33%) dejando en blanco su asignación; “seguramente porque desconocen que no les cuesta nada: ni pagan más ni les devuelven menos”, ha apuntado.

La campaña “X Solidaria”, dirigida a informar y sensibilizar a las personas contribuyentes para que marquen la casilla 106 de Actividades de Interés Social en su declaración de la renta anual, es coordinada por la Plataforma de ONG de Acción Social y cuenta con el apoyo de la Plataforma del Tercer Sector, la Plataforma del Voluntariado de España, la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), la Plataforma de Infancia y la Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España.

Medios nazis

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En Vallecas, la vecindad toma el sitio de las instituciones y en un espontáneo tribunal tribal emplean la coacción colectiva para amargar la vida a toda la familia extensa de un presunto asesino (u homicida). Todos los días hay juicios que reúnen en una sola acción las conductas más detestables y, sin embargo, los familiares de las víctimas acuden a la vista oral con profundo dolor o como máximo gritando al imputado cuando se baja del coche policial. Pero algunas veces, demasiadas ya, la cosa cambia cuando los autores son de etnia gitana.

Es curioso cuanto esfuerzo extra tenemos que realizar los gitanos para que se nos vea como ciudadanos normales y que poquito hace falta para que seamos tachados de sanguinarios tan solo por ser familiares de un criminal; aun cuando el propio código penal exime a todo dios de denunciar a un ser querido. Pero ese mismo código que disculpa de denunciar a los seres queridos es el encargado de combatir a los autores de los crímenes y también procesa a los encubridores.

En Vallecas ha ocurrido un homicidio por uno, pero se quiere obviar el código penal y criminalizar así a toda una familia aun cuando ni siquiera hay encubrimiento porque ya se ha entregado el autor. ¡Qué barbaridad! Pero, aunque lo parezca, este artículo no va contra esa parte del pueblo. A cualquiera se le puede ir la olla cuando le matan a un ser querido. Yo sé que el populacho es así y cuando se harta de las tropelías cometidas por uno o unos pocos, sale a la calle y extiende su venganza salpicando irremediablemente a los inocentes. La masa, cuando se le acaba la paciencia, se vuelve temible. Pero las instituciones públicas no pueden hacerle el juego a la masa descontrolada porque entonces la civilización se hunde. Por eso, a mí, quienes realmente me están decepcionando, no es la gente desbocada sino los medios de comunicación que tanto poder tienen para calmar la situación. Pero están haciendo lo contrario, es decir, azuzando a la masa cuando trasladan a la opinión pública que lo que hace la masa está justificado. Como hacía la propaganda nazi contra todos los judíos.

Miren, los jueces, fiscales y abogados estamos acostumbrados a instruir los crímenes más horrendos y nunca hemos visto a los barrios levantarse contra las familias de los criminales aun cuando siempre las familias de los criminales los arropan. Pero cuando el sospechoso es gitano, algunos medios se frotan las manos porque tienen una vía para justificar su ideología.

Por favor, combatamos el crimen dando legitimidad a las instituciones. Por favor, combatamos el nazismo restando credibilidad a los medios afines a esta repugnante visión de la humanidad. Y todo esto lo digo con profundo respeto y dando mi más sincero pésame a la familia de la víctima.

La desigualdad de oportunidades de los gitanos, protagonista en el primer día de jornadas sobre Igualdad de Trato en la UBU

Las jornadas ‘Igualdad de Trato y No Discriminación en la Comunidad Gitana en Exclusión’ arrancaron ayer martes en la Universidad de Burgos con las dos primeras ponencias y tras una breve inauguración.

La antigua biblioteca de la Facultad de Educación fue el escenario de las intervenciones, que en esta ocasión estuvieron a cargo de José Eugenio Abajo, profesor, investigador y miembro de la Asociación Enseñantes con Gitanos; y de Kelian Borja, educador social de la Unión Gitana de Burgos.

A raíz del libro ‘La lucha por un futuro mejor. Relatos de mujeres gitanas ribereñas’ en cuya edición ha colaborado, Abajo subrayó la necesidad de una perspectiva de minoría, gitana, antirracista y de equidad en nuestra sociedad, algo “todavía muy poco presente” en la actualidad, en contraposición con la perspectiva de género o feminista que sí “va calando” en la población.

En este sentido, reclamó una “igualdad de oportunidades sin discriminación por motivos étnicos”, que por desgracia hoy por hoy no se cumple y especialmente con los gitanos, sobre todo en lo que se refiere al acceso al mercado laboral. Esto hace que muchos miembros de esta comunidad tengan un bajo nivel socioeconómico, situación que llega a afectar a su esperanza de vida: “El pueblo gitano vive un promedio de 10 años menos que el conjunto de la sociedad española”, confirma un estudio de la Universidad Jaume I de Alicante, citado por el ponente.

A este respecto, profundizó en la “estructura de discriminación” que sufren los gitanos y que está basada en  un “sistema de etnificación”, al tiempo que la comparó con el machismo, que también padecen las mujeres de esta minoría. Expuso el origen de tal discriminación, los mecanismos en los que se sustenta y las consecuencias, entre las que destacó el “etiquetaje, la desigualdad de oportunidades, la desconfianza, la violencia racista y la segregación”.

Finalmente, planteó algunas cuestiones a los asistentes con las que invitó a la reflexión sobre este tema.

La actuación global, clave en las escuelas.

Posteriormente, tras un descanso de media hora, llegó el turno de Kelian Borja.  Disertó sobre los “agentes implicados en la educación del alumnado gitano”, conferencia que basó en sus años de experiencia con este grupo poblacional, “trabajo de calle”, como él mismo indicó. Comenzó exponiendo la labor que realiza la Unión Gitana de Burgos, a la que pertenece, sus fines y las actividades que desarrolla.

Acto seguido, abordó la intervención con niños y padres gitanos en las escuelas, así como el asesoramiento del profesorado en materia intercultural. En este punto señaló las dificultades con las que se topan los profesionales, como la falta de recursos humanos, pedagógicos , culturales y económicos.

Asimismo, destacó “la importancia del trabajo con las familias” para que “motiven a sus hijos e hijas a continuar estudiando” y combatir así el “retraso escolar y el abandono progresivo de la dinámica de la clase” que afecta a muchos niños gitanos.

Del mismo modo, resaltó la figura del mediador como “primordial” en los casos en los que se requiera dicha actuación y enumeró algunos conflictos que se han resuelto con esta fórmula con la que los implicados “se identifican más”.

Por último, consideró “de vital importancia” juntar “a familias gitanas y no gitanas para darles a conocer realidades distintas” y concluyó detallando las múltiples actividades que llevan a cabo desde su asociación con estos objetivos.

Las jornadas continúan esta tarde con las conferencias de Ana Isabel Gutiérrez, profesora de educación de adultos de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León y de la Universidad de Valladolid, y de María Isabel Manrique, profesora de la Facultad de Educación de la UBU.

Las mismas están organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo romanò, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Se vienen realizando desde hace más de 16 años por toda la geografía española en colaboración con numerosas universidades.

El objetivo es que educadores, sanitarios, trabajadores sociales y estudiantes de estas disciplinas adquieran las competencias y conocimientos necesarios para aplicarlos en sus intervenciones con familias gitanas en contextos desfavorecidos,  con el fin de que puedan desarrollar su trabajo con mayor calidad y garantía de éxito.

La federación de asociaciones gitanas de Extremadura acusa a la Junta de bloqueo

Antonio Vázquez Saavedra es el actual presidente de la FAGEX / Cedida

La Federación de Asociaciones Gitanas Extremeñas (FAGEX) reprocha que la Dirección General de Políticas Sociales e Infancia y Familias está ‘bloqueando’ el Consejo Regional del Pueblo Gitano, cuya última convocatoria data de marzo de 2017.

Este bloque conlleva ‘la paralización de muchas medidas y acciones absolutamente necesarias’ para las gitanas y gitanos extremeños, por lo que ‘nuestra obligación es reclamar su funcionamiento’, ha afirmado este viernes pasado el presidente de FAGEX, Antonio Vázquez, en un comunicado de prensa.

Dicho Consejo es un órgano institucional constituido para asesorar sobre las políticas y programas a desarrollar con y para el Pueblo Gitano. Por otra parte, Vázquez ha expuesto que ‘el protagonismo creciente de organizaciones no gitanas’, en detrimento de lo que FAGEX representa, ‘debilita el diálogo de la Administración con los legítimos representantes del Pueblo Gitano’.

Vázquez, que ha ofrecido una rueda de prensa en Zafra, ha lamentado también ‘las dificultades y los retrasos’ producidos en el desarrollo de programas, como el de los Promotores Educativos Gitanos, ‘que venimos impulsando con mucho esfuerzo en las principales ciudades de Extremadura’.

Aunque ha reconocido que existen ‘ciertas controversias y diversidad de opiniones’ entre algunas de sus asociaciones y directivos, Vázquez ha dicho que estas circunstancias ocurren en otras organizaciones y colectivos y se enmarcan en el normal funcionamiento de los movimientos asociativos. ‘Esas diferencias se dirimen de forma democrática, a través del diálogo, la búsqueda de consensos y en última instancia a través de las votaciones’, ha agregado el presidente de FAGEX, quien salió elegido durante la asamblea celebrada el pasado 15 de marzo.

Unidad

La Junta Directiva y la gran mayoría de las asociaciones federadas ‘estamos trabajando de forma intensa con un objetivo que ha marcado la trayectoria de FAGEX, desde su nacimiento hace más de dos décadas: la unidad del Pueblo Gitano en Extremadura’. A su juicio, la solución de las diferencias internas ‘pasa porque se nos deje trabajar de forma autónoma y que las administraciones públicas respeten que, desde FAGEX, sigamos haciendo críticas y presentando reivindicaciones, de manera insistente pero justificada y respetuosa’.

‘Necesitamos que se nos respete como ciudadanos y ciudadanas y como organizaciones autónomas, sin injerencias, y que desde las administraciones públicas se respete nuestra pluralidad y nuestras dinámicas de funcionamiento’, ha reiterado.

Vázquez ha lanzado un mensaje a quienes ‘desde dentro o desde fuera intenten romper FAGEX, sembrando la discordia’ entre las organizaciones gitanas: ‘el Pueblo Gitano lleva formando parte de Extremadura y España más de cinco siglos y que siempre hemos encontrado soluciones, frente a las tremendas dificultades que nos ha impuesto la historia’.

Memoria para la gran redada gitana de 1749

Los partidos se comprometen a rechazar los discursos de odio y de miedo, así como a no hacer un uso electoralista de la inmigración / A.D

Desde que los gitanos llegaran a España en torno a 1421 hasta que comenzaron a reconocerse sus derechos y obligaciones a principios del siglo XIX, este pueblo ha pasado por una historia «negra», siendo perseguidos por vagos, delincuentes y sometidos a castigos como el corte de orejas o el sellado. Se estima que casi 9.000 personas gitanas han sido víctimas de «la gran redada» y en concreto 821, entre mujeres y niños procedentes de La Aljafería, Andalucía, Extremadura, y Castilla estuvieron recluidas en el Pignatelli.

Precisamente en homenaje a esas 821 personas el Gobierno de Aragón ha instalado una placa en memoria de las víctimas, un acto que ha coincidido con la firma del Pacto por la Convivencia en Aragón por parte de todos los partidos políticos con representación en las Cortes, con el que, han compartido todos, «se comprometen a rechazar los discursos de odio y de miedo, así como a no hacer un uso electoralista de la inmigración y de la diversidad cultural en las campañas electorales».

El pacto recoge cuatro puntos clave que son el no hacer uso partidista de la inmigración en la campaña electoral, elaborar propuestas en materia de inmigración y convivencia intercultural basadas en la igualdad de derechos deberes y obligaciones para todos los aragoneses sea cual sea su origen, reafirman nuestro compromiso con los derechos fundamentales de todas las personas entre los que destacan el de la educación atención sanitaria o vivir en familia y rechazar sin concesiones aquellos discursos basados en el odio, el miedo, el racismo, el anti gitanismo y cualquier forma de discriminación.

La placa rinde homenaje a las 821 mujeres y niños que fueron encarcelados en el Pignatelli / A.D

La jornada ha arrancado con una conferencia a cargo de Manuel Martínez Martínez, autor del libro «Los gitanos y gitanas a mediados del siglo XVIII, el fracaso de un proyecto de exterminio». Martínez ha repasado la historia «negra», ha calificado, del pueblo gitano. Una historia, ha dicho, «a la que hay que dar un carácter más positivo, que se creen héroes y heroínas gitanas para que los gitanos de ahora se sientan orgullosos de la historia que comenzó en torno a 1421, fecha aproximada en la que los gitanos llegan a España y que comienza a dignificarse en torno al principio del signo 19, cuando los gitanos ya se empiezan a considerar españoles».

Una historia marcada, para Manuel Martínez, por el proyecto de exterminio del pueblo gitano, que es el primero en Europa, «antecedente del exterminio nazi». Ha aclarado que «cuando se habla del holocausto primero hay que ver que esa línea ya estaba en España con los gitanos, en concreto casi 9.000 personas han sido víctimas de esa situación». De esas 9.000 personas, 821 entre mujeres y niños fueron recluidas en el Pignatelli, precisamente para rendir homenaje a esas personas se ha instalado una placa In memorian de las personas gitanas encarceladas en el edificio Pignatelli, que se ha instalado en la puerta 9.

En la placa se puede leer el texto «En memoria de las 821 personas gitanas, niños y mujeres que fueron recluidas en este lugar, en cumplimiento de la Real Orden de 5 de julio de 1749 para el exterminio del Pueblo Gitano privando de libertad a nueve mil gitanos y gitanas en toda España», un homenaje a la parte oscura de la historia del pueblo gitano.

Clausuradas en Ciudad Real las jornadas educativas sobre la comunidad gitana en exclusión

Dos nuevas ponencias pusieron ayer jueves punto y final a las jornadas sobre educación en la comunidad gitana en exclusión que durante tres días ha acogido la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla La Mancha en Ciudad Real.

Francisco Javier Alés, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Loyola Andalucía, y Francisco Domínguez, maestro, doctor en pedagogía y profesor asociado de la Facultad de Educación ciudadrealeña, fueron los encargados de cerrar el evento.

Bajo el título ‘Implantación de un proyecto de mediación educativa’, Alés analizó el concepto y el papel del mediador y defendió la necesidad de estar cerca de las personas y conocer su mundo para una resolución eficaz. En este sentido, destacó también la importancia de que los afectados por un conflicto “se hagan dueños de la solución”.

“La mediación es un gimnasio para mí. Yo soy el dueño del gimnasio pero el que hace el esfuerzo eres tú. También es una agencia de viajes, porque pregunto a las personas qué les ha pasado y adonde quieren ir”, señaló.

Finalmente, concluyó con un caso práctico de implantación de un sistema de mediación educativa en un colegio de Sevilla, cuyo objetivo primordial es “propagar la cultura del acuerdo” entre los menores, implicando también a padres y educadores.

A su término, y tras un descanso, llegó el turno de Francisco Domínguez, que disertó sobre las ventajas de las llamadas ‘comunidades de aprendizaje’, un modelo educativo basado en los principios y prácticas de inclusión, igualdad y diálogo, que ha demostrado su eficacia contra el absentismo escolar y los malos resultados académicos de los menores, además de mejorar la convivencia, la participación y la integración.

Francisco Domínguez, durante su intervención en las jornadas.

Se trata en definitiva de “un proyecto de transformación social” en el que se abre el centro a toda la comunidad educativa (profesorado, padres, madres, alumnos y voluntarios) y se llevan a cabo actividades en común. Los grupos interactivos, las tertulias literarias y artísticas, las bibliotecas tutorizadas, la formación de familiares y el apadrinamiento lector, son algunas de ellas.

Acto seguido puso como ejemplo el CEIP Santa Teresa Doctora, en Linares (Jaén), donde se ha implantado este modelo con muy buenos resultados. “Aprendemos juntos y nos ayudamos unos a otros”, resumió uno de los niños de este colegio en un vídeo explicativo proyectado en la sala con el que concluyó la ponencia, antes de abrir un turno final de preguntas.

Del 26 al 28 de marzo Ciudad Real ha acogido estas jornadas, impartidas por ponentes de reconocido prestigio en torno a la educación en la comunidad gitana y que han contado con una media de 20 asistentes.

Las mismas están organizadas por Unión Romaní, entidad no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo gitano, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Se vienen celebrando desde hace 18 años en universidades de toda la geografía española. Este año tuvieron como primera parada Valladolid.

El objetivo ha sido formar a los profesionales del ámbito escolar y social en el trato con esta minoría étnica, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado.

La discriminación hacia los gitanos, a debate en la Universidad de Burgos

La facultad de Educación de la Universidad de Burgos acogerá los próximos días 2, 3 y 4 de abril las jornadas ‘Igualdad de Trato y No Discriminación en la Comunidad Gitana en Exclusión’, dirigidas a profesionales y estudiantes de los ámbitos socioeducativo y laboral.

Las mismas están organizadas por Unión Romaní, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa del pueblo romanò, y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Tras arrancar este año en Burgos, harán una segunda parada en Jerez de la Frontera (Cádiz) posteriormente.

El objetivo es que educadores, sanitarios, trabajadores sociales y estudiantes de estas disciplinas adquieran las competencias y conocimientos necesarios para aplicarlos en sus intervenciones con familias gitanas en contextos desfavorecidos,  con el fin de que puedan desarrollar su trabajo con mayor calidad y garantía de éxito.

El evento contará con la presencia de numerosos expertos en la materia como José Eugenio Abajo, profesor e investigador; Kelian Borja Mata, educador social de la Unión Gitana de Burgos; Ana Isabel Gutiérrez, profesora de educación de adultos de la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León y profesora asociada de la Uva; Francisco Javier Alés, director del Foro Internacional de Mediadores Profesionales de la Universidad Internacional Loyola Andalucía; María Isabel Manrique, profesora de la Facultad de Educación de Burgos; y Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de Unión Romaní y primer diputado gitano de España.

La inauguración correrá a cargo de la decana de la facultad, Gloria Díez Abad, el martes 2 a partir de las 16:00 horas, mientras que la clausura será el jueves a las 20:30 h.

Hoy, 28 de marzo es el último día para inscribirse. Los interesados pueden apuntarse de forma gratuita a través del siguiente enlace: http://tinyurl.com/social-Burgos2019

Se abordarán temáticas relacionadas con aspectos sociológicos del pueblo gitano; la necesidad de una perspectiva de minoría, antirracista y de equidad social; gestión de conflictos; agentes implicados en la educación del alumnado gitano; género y educación; y comunidad gitana y salud.

Estas jornadas se vienen realizando desde hace más de 16 años por toda la geografía española en colaboración con numerosas universidades. Durante su desarrollo se pretende formar a los profesionales que periódicamente interactúan con esta minoría étnica.

Las sesiones prácticas marcan el segundo día de las jornadas educativas en Ciudad Real

El aula 01 de la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla La Mancha en Ciudad Real fue escenario este miércoles del segundo día de las jornadas sobre la realidad educativa de la comunidad gitana en exclusión, organizadas por Unión Romaní y financiadas por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Las mismas tienen por objeto formar a los profesionales del ámbito escolar en el trato a esta minoría, así como dotarles de las herramientas y aptitudes necesarias para que ofrezcan una adecuada atención a la diversidad de todo el alumnado.

Las dos sesiones del día estuvieron a cargo de Francisco Ramas Varo, animador sociocultural, gerente de Scouts Sevilla MSC y coordinador de la ONG MAD África. Posee además una dilatada trayectoria en el trabajo con niños (más de 20 años), con los que ha probado y utilizado múltiples estrategias.

Durante tres horas y media, interrumpidas por un descanso, Ramas hizo uso de dinámicas de grupo y mecanismos de participación para tratar cuestiones relacionadas con la comunicación, las habilidades sociales y también algunas fórmulas para la resolución de conflictos.

Al comienzo, realizó un ejercicio para integrar a los asistentes en la dinámica y crear buen ambiente de grupo. Posteriormente, buscó que los presentes tomaran conciencia de sus propios prejuicios y mostró algunas formas de trabajarlos, para inmediatamente después extrapolarlo a situaciones concretas con menores, donde destacó la importancia de lograr que éstos tomen las riendas de su vida y asuman sus responsabilidades.

Insistió además en la importancia de la comunicación verbal, no verbal y los elementos paralingüísticos, así como en los factores que la facilitan y dificultan. En este punto realizó una simulación práctica donde mostró como diariamente omitimos y añadimos elementos en nuestras comunicaciones interpersonales que distorsionan el mensaje final y pueden acabar desembocando en lo que llamó “pseudoconflicto”.

Los asistentes, en una de las actividades que desarrolló el ponente -a la izquierda- en estas jornadas.

Precisamente, en la segunda parte defendió una perspectiva positiva del conflicto, e hizo reflexionar a los presentes sobre ello, equiparándolo con una diversidad de opiniones y no con un problema en sí mismo. Lo diferenció de las consecuencias negativas que implica su no resolución adecuada, que es el verdadero problema.

Finalmente, ofreció también orientación sobre cómo trabajar aquellos casos que puedan presentarse en las aulas. En este punto, señaló al análisis, la negociación, la cooperación, la mediación y la empatía como factores clave, junto a lo que J. Burton llama ‘provención’ (nunca evitar el conflicto sino abordarlo desde una visión positiva). Todo ello reforzado por diverso material audiovisual en el que se apoyó.

Hoy jueves tendrán lugar las dos últimas conferencias de las jornadas y la clausura. La primera la pronunciará Javier Alés Siolí, director de Foro Internacional de Mediadores Profesionales en la Universidad Internacional Loyola Andalucía, bajo el título “Implantación de un proyecto de mediación educativa”. Seguidamente, tras un descanso, intervendrá Francisco Domínguez, profesor de la Facultad de Educación de Ciudad Real, con la ponencia “Inclusión educativa, mejora de la convivencia y resultados académicos a través del proyecto de comunidades de aprendizaje”. Estas jornadas se vienen desarrollando desde hace 18 años y se pretende crear en ellas un espacio de análisis, debate y reflexión que favorezca el intercambio de ideas y experiencias, con el propósito general de mejorar y complementar las estrategias y recursos de intervención educativa con los menores y sus familias.  

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