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Talleres de alimentación saludable e higiene bucodental en San Juan de Aznalfarache para personas en riesgo de exclusión ¡Inscríbete!

El Centro de Salud Nuestra Señora de la Paz de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y la delegación del Instituto Romanò para Asuntos Sociales y Culturales en Andalucía, van a poner en marcha dos talleres dirigidos a hombres y mujeres que se encuentren en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social.

El primero de ellos, titulado “La cesta de la compra”, tratará sobre alimentación y hábitos de vida saludables y será impartido por Juana Illanes Valenzuela, enfermera de la Unidad de Gestión Clínica, en la biblioteca municipal Mateo Alemán de la localidad (segunda planta). Está prevista su celebración el jueves 28 de marzo en horario de 11:00 a 13:00.

Mientras, el segundo, abordará cuestiones sobre higiene bucodental de la mano del odontólogo Rafael Montes. El lugar está aún por concretar, pero la fecha programada para su realización es el jueves 16 de mayo en el mismo horario que el anterior.

Las inscripciones están abiertas. Los interesados pueden dirigirse al centro de salud para apuntarse o bien contactar con Unión Romaní en el teléfono 955 490 571 o los correos ura.social2@gmail.com o uraorientacionlaboral@gmail.com.

El Museo Provincial de Huelva ofrece una muestra fotográfica de Pierre Gonnord sobre gitanos del Alentejo portugués hasta el 31 de marzo

Latitudes lleva de nuevo a Pierre Gonnord al Museo de Huelva. En el marco del Festival Internacional de Fotografía se expone Terra, una serie sobre gitanos del Alentejo portugués, que se encuentra en la misma sala, que acogió en la primera edición de la muestra fotográfica otra serie del fotógrafo francés sobre gitanos rumanos. Al igual que entonces, los visitantes quedaron ayer asombrados por el realismo de sus retratos.

El Museo de Huelva fue el escenario de la inauguración oficial de Latitudes, que celebra su décimo aniversario. Las instalaciones museísticas albergan, hasta el 31 de marzo, tres exposiciones de la muestra. Junto a la de Pierre Gonnord está Polar Heir, de Han Sungpil, en la que el fotógrafo coreano muestra sencillos paisajes, y la colectiva Women & Women.

El director del Festival Internacional de Fotografía, José Luis Ruiz, quiso en esta jornada inaugural rendirle un homenaje a la mujer y eligió para el acto la Sala Siglo XXI, donde se encuentra la muestra colectiva Women & Women, en la que participan Isabel Muñoz, Beatriz Moreno, Soledad Córdoba, Ouka Leele y Gabriela Grech con fotografías que tienen como protagonista a la mujer.

El acto contó con la presencia de la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Huelva, Elena Tobar; la vicerrectora de Extensión Universitaria y Relaciones Institucionales de la Universidad de Huelva, Joaquina Castillo; el director de la sede de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía, Agustín Galán y el secretario general de Latitudes 21, Martín Rodríguez Gamero.

También asistió el director general de la Fundación Atlantic Copper, Antonio de la Vega; el director de la Fundación Caja Rural del Sur, Emilio Ponce, e Inmaculada Vicente, de la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico.

Durante su intervención, Ruiz hizo un recorrido por los diez años de Latitudes, una década en la que se ha traído a Huelva “lo mejor de lo mejor en fotografía”.

Recordó la primera edición, “fue una sorpresa” para todos aquellos que visitaron las salas en las que se expusieron las imágenes, “y cuando el público vio las obras de Pierre Gonnord quedó extasiado”, de ahí que el trabajo del fotógrafo francés no podía faltar en el décimo aniversario del festival.

Tanto la primera serie como Terra gira en torno al pueblo gitano, “la etnia gitana tiene un atractivo especial para los fotógrafos”, apuntó el director del Festival Internacional de Fotografía, que señaló que su trabajo es “admirable”. Destacó “la perfección” de sus retratos y cómo capta la expresión del retratado. “Es como ver un Caravaggio”.

Ruiz agradeció el apoyo de los patrocinadores, colaboradores y benefactores, entre los que se encuentra Huelva Información, así como de galerías españolas y europeas que “han propiciado obras que dan calidad al festival”.

Comentó que durante esta década se han podido ver en Huelva fotografías de más de 230 fotógrafos españoles y extranjeros, en más de ochenta exposiciones. Explicó que esta muestra fotográfica surgió en la tertulia de un grupo de amigos, que pensaron que “había que hacer algo para darle más valor a la cultura en la ciudad”.

Recalcó que “la fotografía es algo universal” y que Latitudes “nació con ánimo de serun ámbito cultural interdisciplinar”, de hecho ha incluido ciclos de cine, música, literatura y conferencias.

Aparte, se abordó el aniversario del nacimiento de Miguel Hernández y el cincuentenario de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, y se concedieron Premios a la Excelencia Cultural a los directores de cine y teatro Carlos Saura y José Luis Gómez y a la actriz Nuria Espert. “Que esto no se pierda, que pasen las personas y el festival se mantenga”.

Silvia Agüero y Nicolas Jiménez lanzan un crowdfunding para publicar un libro que ayude a desmontar mitos sobre el Pueblo Gitano

La portada del libro que Agüero y Jiménez quieren publicar con ayuda de los mecenas / Cedida

‘Resistencias gitanas’ es un ensayo bibliográfico que pretende desmontar los mitos y estereotipos que se han construido en torno a la cultura gitana. La historia del Pueblo Gitano está llena de resistencia y lucha, ya que ha sido castigado en muchas ocasiones a lo largo de la historia, como en la Gran Redada del s. XVIII en la que 12.000 personas gitanas fueron encarceladas, o en el genocidio antigitano de la Alemania nazi. Para ello, Silvia Agüero y Nicolas Jiménez, autores del libro, han iniciado una campaña de crowdfunding en la web libros.com. Los mecenas pueden ayudar a editar el libro con diferentes recompensas.

El Pueblo Gitano es socialmente vulnerable: a día de hoy aún encuentra puertas cerradas en su vida dentro de la sociedad occidental. El relato histórico ha proyectado una imagen que no es la suya. Como consecuencia, el Pueblo Gitano vive bajo el estigma de una imagen negativa, presentándolos como culpables de su propia victimización.

A través de las historias personales de mujeres y hombres gitanos, Nicolás Jiménez y Silvia Agüero llevarán a cabo una revisión crítica de la historia de esta comunidad dando visibilidad a referentes del Pueblo Gitano cuyas aportaciones al acervo cultural son de relevancia universal. En Resistencias gitanas entenderemos que el primer paso para el cambio y la recuperación de la memoria histórica de los pueblos oprimidos es la puesta en valor de sus referentes y sus gentes. Todo desde la reivindicación de aquellas miradas y formas de vida que han sido tradicionalmente ocultadas y negadas.

Los autores

Silvia Agüero creció en una familia paya de ideología antigitana en el barrio de Vallecas, Madrid. Siempre supo que era hija de una persona gitana porque su familia paya no dejó de recriminárselo. Silvia pronto tomó conciencia de lo que suponía pertenecer al Pueblo Gitano, lo que la llevó a crear una asociación intercultural dirigida por personas gitanas, con el fin de promover la conciencia en un barrio gueto. Terminó los estudios obligatorios en un curso especial para adultos y hoy en día es autodidacta, contando con experiencia en la radio comunitaria Radio Vallecas. Con este bagaje, empezó a escribir artículos y actualmente forma parte del equipo de Pikara Magazine desde hace un año. Sus artículos están teniendo tal impacto que empieza a ser requerida por medios de comunicación generalista.

Nicolás Jiménez creció en el ambiente asociativo gitano español. Creció en el gueto de El pozo del tío Raimundo de Madrid. Tuvo una escolarización tardía, a los 11 años, que no le impidió culminar con éxito su licenciatura en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense. Ha sido profesor-lector de la asignatura «Gitanos de España. Historia y cultura» de la Universidad de Alcalá y es miembro de la Red de trabajo euroasiático de académicos gitanos. Ha trabajado para diferentes asociaciones y federaciones gitanas españolas, participando en diversos foros nacionales e internacionales. También ha publicado algunos artículos académicos en relación con la historia, cultura y lengua gitana.

Por qué apoyar el libro

La cultura gitana, o Rromipen, está presente en Europa, al menos, desde el s. XV. En España, el documento más antiguo que se conoce en referencia a la presencia gitana es un salvoconducto dado a Juan del Egipto Menor, fechado en Zaragoza en 1425. Es decir, su comunidad forma parte de nuestra historia más reciente y está presente en la sociedad española como uno de los pueblos más carismáticos, pero que también conforma una población en riesgo de exclusión social.

Por supuesto, son conocidas las aportaciones gitanas a la música como con el flamenco o la rumba catalana, pero no son sus únicas contribuciones. Por ejemplo, el romanó, el idioma gitano, ha aportado al español más de 200 gitanismos, palabras que conforman nuestra vida cotidiana como «chaval» o «mangante». También, en el mundo del espectáculo, ha dado grandes artistas en el circo como la familia Bouglione en Francia o la familia Orfei en Italia. En el ámbito cultural también hay personas gitanas presentes en el mundo del toreo como Cagancho o Joselito el Gallo, y grandes escritores, pintores y músicos se han inspirado en la cultura de este pueblo para crear sus obras maestras.

Todo este acervo histórico se manifiesta en Resistencias gitanas, poniendo en valor una cultura que no nos es para nada ajena. Este libro pretende gitanizar el mundo para contribuir a hacer de él un lugar donde las diversidades sean acogidas y valoradas, y donde todas las personas podamos sentirnos incluidas en nuestra diversidad y singularidad.

La Eurocámara denuncia una discriminación sistemática a gitanos y pide objetivos vinculantes para su integración

Los eurodiputados escuchando la intervención del presidente del parlamento Antonio Tajani / EFE

El pleno de la Eurocámara ha denunciado la discriminación sistemática a la que tienen que hacer frente los gitanos en la Unión Europea y ha reclamado la introducción de objetivos ‘claros y vinculantes’ para garantizar su integración en los estados miembro una vez expire en 2020 el actual marco europeo que guía las estrategias nacionales.

Los eurodiputados han denunciado la violencia, la explotación y la estigmatización histórica e institucional que sufre la comunidad gitana, cuyos derechos fundamentales se siguen violando ‘sistemáticamente’ en la UE, en una resolución no vinculante aprobada por mayoría a mano alzada. En el texto, recuerdan que la segregación en las escuelas, la falta de acceso a la vivienda, al empleo y servicios médicos constituyen los principales problemas de la comunidad romaní en el conjunto de la UE y advierten del aumento del número de jóvenes gitanos que no tienen trabajo ni estudian.

En este contexto, la Eurocámara pide medidas más firmes para combatir el antigitanismo, una de las formas más arraigadas de racismo en Europa y la introducción de objetivos ‘claros y vinculantes’ y sujetos a plazos para garantizar la integración de los gitanos en los países de la UE cuando expire el marco europeo sobre las estrategias de integración nacionales en 2020. También reclaman mecanismos para evaluar dicha integración e implicar más a representantes de la comunidad gitana y ONG en el diseño de las políticas para integrarles.

Los eurodiputados reclaman destinar fondos públicos ‘sustanciales’ para facilitar la integración de los gitanos y aprovechar los fondos estructurales de la UE para mejorar sus condiciones de vida, al tiempo que exigen que los estados miembros investiguen el mal uso que se haya hecho de las ayudas y tomen medidas legales contra los responsables.

En el texto, también reclaman proteger los derechos de los menores gitanos y mejorar la representación de la comunidad en las instituciones públicas y organismos políticos y los medios de comunicación.

Unión Romaní lanza una campaña en internet y redes sociales para combatir los prejuicios hacia los gitanos

Marielo Vargas, concejala de Políticas Sociales en el Ayuntamiento de Camas (Sevilla)

La delegación de Unión Romaní en Andalucía, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de la comunidad gitana, ha puesto en marcha una campaña en Internet y redes sociales para mejorar la imagen social de esta minoría étnica y luchar contra los estereotipos y prejuicios aún muy arraigados en la población andaluza y española.

Bajo el título ‘Soy gitano… y’, esta iniciativa, enmarcada dentro del proyecto ‘Sensibilización y erradicación de las conductas antigitanas’ financiado por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, busca combatir la asociación que muchas personas hacen todavía entre gitanos y delincuencia, tráfico de drogas, conflictividad, suciedad, analfabetismo, holgazanería, irresponsabilidad, etc. Para ello, se ha utilizado la imagen de varios miembros de la comunidad romà (gitana), a través de los que se pretende mostrar la diversidad de este pueblo y transmitir una visión real y no discriminatoria del mismo. De este modo, entre los protagonistas de la campaña se incluye a gitanos con puestos de responsabilidad, formación universitaria, o simplemente trabajadores que desarrollan su labor como uno más en la sociedad.

Antonio Junquera, Licenciado en Derecho y en Ciencias del Trabajo

Marielo Vargas, concejala de Políticas Sociales en el Ayuntamiento de Camas (Sevilla); Antonio Junquera, Licenciado en Derecho y en Ciencias del Trabajo o Johana Cotán, monitora de comedor escolar y auxiliar de enfermería, son algunos de los gitanos que han querido participar en esta campaña de concienciación, que se va a difundir por Twitter, Facebook, Whatsapp, blogs, listas de difusión, y publicaciones de Unión Romaní, así como en su web oficial.

Johana Cotán, monitora de comedor escolar y auxiliar de enfermería

La acción persigue en definitiva fines divulgativos ya que, generalmente, la discriminación a la comunidad romà, y también a otras minorías, tiene su origen en el desconocimiento de lo ajeno y el desprecio por oposición a las costumbres establecidas por la mayoría. Se calcula que Andalucía viven unos 350.000 gitanos, la mitad de todos los que residen en el territorio español.

Unión Romaní lanza una campaña en Internet y redes sociales contra la discriminación hacia los gitanos

La delegación de Unión Romaní en Andalucía, organización no gubernamental de carácter no lucrativo dedicada a la defensa de la comunidad gitana, ha puesto en marcha una campaña en Internet y redes sociales para mejorar la imagen social de esta minoría étnica y luchar contra los estereotipos y prejuicios aún muy arraigados en la población andaluza y española.

Bajo el título “Soy gitano… y”, esta iniciativa, enmarcada dentro del proyecto “Sensibilización y erradicación de las conductas antigitanas” financiado por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, busca combatir la asociación que muchas personas hacen todavía entre gitanos y delincuencia, tráfico de drogas, conflictividad, suciedad, analfabetismo, holgazanería, irresponsabilidad, etc. Para ello, se ha utilizado la imagen de varios miembros de la comunidad romà (gitana), a través de los que se pretende mostrar la diversidad de este pueblo y transmitir una visión real y no discriminatoria del mismo. De este modo, entre los protagonistas de la campaña se incluye a gitanos con puestos de responsabilidad, formación universitaria, o simplemente trabajadores que desarrollan su labor como uno más en la sociedad.

Marielo Vargas, concejala de Políticas Sociales en el Ayuntamiento de Camas (Sevilla); Antonio Junquera, Licenciado en Derecho y en Ciencias del Trabajo o Johana Cotán, monitora de comedor escolar y auxiliar de enfermería, son algunos de los gitanos que han querido participar en esta campaña de concienciación, que se va a difundir por Twitter, Facebook, Whatsapp, blogs, listas de difusión, y publicaciones de Unión Romaní, así como en su web oficial.

La acción persigue en definitiva fines divulgativos ya que, generalmente, la discriminación a la comunidad romà, y también a otras minorías, tiene su origen en el desconocimiento de lo ajeno y el desprecio por oposición a las costumbres establecidas por la mayoría.

Se calcula que Andalucía viven unos 350.000 gitanos, la mitad de todos los que residen en el territorio español.

En defensa de los mendigos

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Me imagino cuál puede ser la primera reacción de alguno de los amables lectores que con tan buena consideración leen mis comentarios.

―Está usted equivocado, Juan de Dios. En España no hay personas cuya falta de recursos nos les deje otra salida que la de salir a las calles a pedir. Los que mendigan en nuestras ciudades lo hacen porque pertenecen a mafias, la mayoría de ellas extranjeras, que los traen a España y les obligan a mendigar. En España solo mendigan los vagos, porque aquí hay trabajo para todo el mundo. ¿por qué, si no, abundan los extranjeros en las labores del campo almeriense donde se producen los mejores productos agrarios hortofrutícolas; o las mujeres temporeras marroquíes que en Huelva cuidan y recolectan las mejores fresas que se producen en el continente? ¿No ve usted que los obreros de la construcción son en un altísimo porcentaje extranjeros?…

Y así podríamos continuar desgranando un rosario de recriminaciones cuya réplica ocuparía un espacio muchísimo mayor del que ofrece un sencillo comentario periodístico como éste. No obstante, quisiera romper una lanza en la justificación de quienes, por las razones que sea, se ven abocados a extender su mano pidiéndonos unas monedas.

¡Claro que los pobres existen!

Son una realidad y con ellos convivimos todos los días. Negar su existencia sería caer en el absurdo. Incluso los creyentes deben darle otra dimensión a esa realidad si se tiene en cuenta la afirmación de Jesucristo recogida por los evangelistas Mateo, Lucas y Juan: ‘A los pobres siempre los tendrán con ustedes’. Pero, sin necesidad de recurrir a la fe, los avances de la moderna sociología nos ofrecen datos concluyentes que pueden sorprender. A mí mismo, que convivo y conozco muy bien un segmento de la sociedad donde la pobreza, la marginación y el racismo son más sangrantes, me sorprende leer que en España 10 millones doscientas mil personas tienen una renta que les sitúan por debajo del umbral de la pobreza, lo que nos coloca en el tercer país europeo en desigualdad, por detrás de Rumanía y Bulgaria y empatado con Lituania. Cuesta trabajo de creer, ¿verdad? Pues son datos publicados por Oxfam Intermón a finales del mes pasado.

Me une una entrañable amistad con Carlos Susías que es el presidente de EAPN España, organización que celebró hace unos meses el 15 aniversario de su fundación, y sé muy bien hasta qué punto están comprometidos con que la voz de las personas más empobrecidas llegue a toda la sociedad. Acaban de publicar ‘El Estado de la Pobreza. España 2017. VII Informe anual sobre el riesgo de pobreza y exclusión’ lo que los lleva a afirmar que el Informe ofrece unas cifras tristes y demoledoras. ‘Si alguna vez tuvimos la ilusión de ser una sociedad de ‘clase media’, donde la mayoría vivía con cierta holgura, podemos olvidarnos porque la radiografía que arroja el informe está muy alejada de ello. Sólo en España 12,9 millones personas (27,9% de la población) se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social’.

Pobre de solemnidad

Seguro que usted, si no es provocadoramente joven, ha oído alguna vez esa definición. Ser ‘pobre de solemnidad’ era una triste categoría que se popularizó a mediados del siglo XIX para distinguir a quienes por ser tan extraordinariamente pobres eran acreedores de los beneficios procesales de la pobreza. Fue en su origen un término de Derecho que aparece por primera vez en el Catastro del Marqués de la Ensenada ―terrible gobernante perseguidor de los gitanos a quienes quiso exterminar durante su mandato a las órdenes de Fernando VI― que se elaboró en 1756. Ser ‘pobre de solemnidad’ era un título otorgado por las autoridades, lo que te acreditaba como ser más pobre que un simple pobre.

Yo recuerdo que el título de ‘pobre de solemnidad’ lo tenía mi pobre madre en su etapa de viuda en forma de ‘Carné de Beneficencia’. Con ese carné podíamos conseguir de algunos alimentos y medicinas gratis, así como ser visitados por don Francisco, el médico municipal de Puerto Real.

Como se accede a la categoría de ser más que pobre, pobrísimo

El Instituto Nacional de Estadística es el que más sabe de estas cosas. Es ahí donde el concepto de riesgo de pobreza o exclusión social se elabora mediante la incorporación de unos indicadores ―que no expongo por no dar la lata con conceptos enrevesados― para definir al grupo de personas (ERPE) que están en riesgo de pobreza o exclusión social. Pues bien, el indicador ERPE dice que aproximadamente el 6,4% de la población española, ―más de 2,9 millones de personas―, viven en la pobreza severa (hogares cuyo total de ingresos por unidad de consumo es inferior a 342 euros al mes). Y el 2,1% de nuestros conciudadanos (1.025.736 personas) sufre los tres factores del indicador ERPE: miseria absoluta pues estos no llegan a los 342 euros al mes por lo que malviven en la peor situación económica y social posible.

La evolución de la mendicidad en España

Quienes nacimos unos años después de la Guerra Civil española, en aquellos años de plomo, venganzas y lágrimas amargas provocadas por los ajustes de cuentas de los vencedores, padecimos los años durísimos de escasez por la que atraviesan todos los países tras una guerra fratricida en la que desaparecen no solo las personas sino también los bienes y las fábricas que los producen. Mi infancia, como la de tantos otros jóvenes, estuvo marcada por la pobreza extrema, lo que no me impide reconocer que haber ejercido la mendicidad, llamando a las puertas de familias conocidas o de la sacristía de la parroquia, era la única salida que nos quedaba para no morir de hambre. Fueron los años de las Cartillas de Racionamiento.

El 14 de mayo de 1939, inmediatamente después de haber ganado Franco la guerra, se instituyó en toda España la Cartilla de Racionamiento familiar que regulaba la entrega limitada de los productos alimenticios y otros bienes de primera necesidad. Ese documento del que yo conservo un lejano recuerdo duró hasta el principio de los años cincuenta. Fue entonces cuando los americanos nos ayudaron trayéndonos el Plan Marshall cargado de leche en polvo, queso americano amarillo y mantequilla.

Lo cierto es que durante una etapa del franquismo ya consolidado la presencia de mendigos en nuestras calles no era en absoluto alarmante y ni siquiera numerosa. Los extranjeros que visitaban España eran turistas que venían con dinero en busca de nuestro sol, nuestras playas y nuestro flamenco. Sin embargo, en las postrimerías de la dictadura, cuando España se había abierto de forma plena al exterior, la economía española sufrió las consecuencias de las crisis internacionales de 1971, 1973 y 1979 a causa de la caída del ‘patrón oro’ en los EE. UU, la crisis del petróleo y la revolución iraní. Esto hizo que una ola de mendigos, nacionales y extranjeros, circularan por casi todo el territorio nacional.

Los gitanos pedigüeños

Durante los años en que fui representante del Gobierno español en el Observatorio contra el Racismo en Bruselas, una amiga mía, miembro de la Cámara de los Lores del Reino Unido, se complacía en decirme que yo tenía la suerte de pertenecer a una ‘minoría visible’. Algún día explicaré por qué me lo decía. La consecuencia de esa visibilidad traía como consecuencia que a quienes se veía pedir por las calles de Madrid era casi exclusivamente a los gitanos. Y no era verdad. Un día, Cruz Roja Española hizo un estudio sobre la identidad de los mendigos madrileños y resultó que gitanos eran solo el 17 por ciento. El 83% restante eran personas no gitanas (gadchés), pero, sin embargos solo se nos veía a nosotros. No sé en qué proporción hoy son miembros de nuestra comunidad los que practican la mendicidad en España. Supongo que más que en ninguna otra época, aunque quienes integran mayoritariamente esos grupos son gitanos centroeuropeos. Ellos son, sin ningún género de dudas, una minoría visible.

Me ocurrió el otro día en el metro de Barcelona

Lo cuento porque yo fui el primer sorprendido. A nadie se le oculta saber el momento tan duro que estamos viviendo en Cataluña. Todos, los nacionalistas y los que no lo somos. El concepto identitario de las personas se ha convertido en un problema. Por eso me sorprendió oír a alguien, en un vagón abarrotado de personas, decir a voz en grito:

     ―Buenas tardes, señores. Vengo a pedirles una ayuda para comprar comida. Esta noche no tenemos ni siquiera un pedazo de pan para cenar.

Guardó unos segundos de silencio, como para tomar aliento, y en un tono más alto que se hacía audible en todo el vagón, dijo:

     ―Señores, soy gitano, de Cádiz, y he venido a Barcelona a ganarme la vida. Tengo una hija pequeña. Ayúdenme, por favor.

Imaginen mi estupor. Nunca había oído decir a nadie, como título para lograr unas monedas, que se es gitano o gitana. Al contrario. Esa es una condición que más bien conviene ocultar. Hice un esfuerzo por verle, temiendo que se bajara en la siguiente estación. Pero no. Él continuó avanzando hasta llegar a mi altura donde volvió a lanzar su proclama: ‘¡Señores, soy gitano de Cádiz…’

Lo saludé. Le di un poco de dinero y una tarjeta con mi nombre y un número de teléfono. Le dije que me llamara, cosa que no ha hecho.

Luego me quedé pensando: ¿Y si este hombre realmente no es gitano? Desde luego su fisonomía y sus rasgos no eran los propios de una ‘minoría visible’. Con lo cual, inmerso en un mar de confusiones, llegué a mi casa sin poder evitar un pensamiento inquietante:

‘¡Lo que nos faltaba…!’

«El acceso a la formación académica es la base para garantizar la defensa ante ataques racistas»

Andrés Núñez es chiclanero, tiene 37 años, abogado de profesión, candidato a la alcaldía de Chiclana y, desde hace 2 semanas, el tercer diputado nacional gitano de la historia de la democracia.

Núñez ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Cádiz para hablar sobre su llegada a la cámara, en la que desarrolla su labor como diputado del PP de Cádiz desde el 22 de enero, cuando sustituyó Alfonso Candón. También ha hecho referencia al hecho de ser el tercer gitano que se convierte en diputado, tras Juan de Dios Ramírez Heredia y Silvia Heredia, y ha recordado las principales demandas del pueblo gitano, que pasan por que la educación sea la clave para lograr la libertad y la defensa ante los ataques racistas que sufra el colectivo.

A lo largo de la entrevista, el candidato a la alcaldía de Chiclana también ha dado su visión sobre el Partido Popular en la provincia de Cádiz, al hilo del nombramiento de Antonio Sanz, presidente de la formación, como viceconsejero de la presidencia en la nueva Junta de Andalucía; Núñez ha hecho un llamamiento a la unidad del partido a la vez que ha manifestado que no tiene constancia de que vaya a haber ningún cambio en la formación.

La comunidad gitana, entre las más afectadas por el ciberacoso según Unicef

Entre los estudiantes españoles de 12 a 16 años, el 6,9 % considera haber sufrido ciberacoso en los dos últimos meses y el 3,3% reconoce haber participado como ciber agresor. Además, al menos 1 de cada 5 niños y 1 de cada 7 niñas está implicado en episodios de ciberbullying. Traduciendo estos datos a una clase cualquiera, es posible decir que al menos 2 personas en cada clase se han visto envueltas en situaciones deciberbullying, algo que destroza la vida de muchos niños y adolescentes.

En el Día Internacional de la Internet Segura, en UNICEF Comité Español lanzamos la campaña #2entuclase. Con esta campaña, queremos promover entre los jóvenes un cambio de actitud y frenar el acoso y la violencia en las escuelas, particularmente hacia los niños de los colectivos más vulnerables. 

“El ciberbullying y el acoso son uno de los riesgos que más preocupan a padreseducadores y a los propios niños. Con esta campaña queremos impulsar a los jóvenes a que no tengan miedo de ser ellos mismos, y a detectar y rechazar el acoso”, señala Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF Comité Español.

Miguel Bernardeau protagoniza #2ensuclase

Para que niños y adolescentes conozcan el riesgo y rechacen la violencia en las aulas, en UNICEF Comité Español creamos entornos educativos de calidad a través de diversas iniciativas. Así, mediante Ciudades Amigas de la Infancia o el programa de Educación en Derechos de Infancia, contribuimos a que los derechos de los niños sean una realidad. En ese marco se desarrollan acciones concretas para prevenir la violencia en las aulas, el bullying y el ciberbullying. En la actualidad ya forman parte de estos programas 71 centros educativos referentes y 274 Ciudades Amigas de la Infancia.

La campaña está protagonizada por el actor Miguel Bernardeau, referente entre los jóvenes, que lanza un mensaje poderoso a través del vídeo de la campaña #2entuclase: “Podemos acabar con el acoso en las redes. Podemos frenar los insultos. Podemos respetar. No calles, no seas cómplice. Tú puedes pararlo”.

Según los datos de la UNESCO sobre la prevalencia del ciberacoso en los países de altos ingresos, la proporción de niños y adolescentes afectados oscila entre el 5% y el 21%, y las niñas parecen tener más probabilidades de sufrir este fenómeno que los niños.

En España el patrón se repite: el acoso sexual en internet afecta en una proporción mayor a las niñas. Según nuestro informe Los niños y las niñas de la brecha digital en España el 42,6% de las chicas afirmaba haber sido víctima de algún tipo de violencia o acoso sexual online, frente a un 35,9% de los chicos. Los más vulnerables y atacados son los que pertenecen a colectivos tradicionalmente victimizados como los de lacomunidad gitana, la infancia migrante, los niños con discapacidad, o el alumnado LGTBI. Según el Informe sobre Delitos de Odio en España 2016, 262 casos registrados fueron por motivo de discapacidad. El 15% del alumnado LGTBI padece ciberacoso por su orientación sexual, según el estudio CiberbullyingLGTB_fóbico.

El ciberacoso puede causar un daño profundo

“Es clave que pongamos énfasis en la gestión de la convivencia en el entorno escolar. Que eduquemos a los niños y adolescentes en la diversidad, la privacidad, la seguridad y los valores cívicos”, señala Pacheco. “Es importante que los jóvenes se sientan respaldados, seguros y capaces de identificar y rechazar el acoso, apoyar a sus compañeros, o de pedir ayuda adecuada, si la necesitan”. 

El ciberacoso puede causar un daño profundo. Un insulto o vejación puede llegar a muchas personas en muy poco tiempo. Igualmente, es muy complejo borrar la huella que deja tanto en el entorno digital como en la vida de quien lo recibe. La intimidación y el ciberbullying se alimentan mutuamente y forman una escala continua de comportamiento dañino. Las víctimas del ciberacoso tienen más posibilidades de consumir alcohol y drogas y de faltar a la escuela que otros estudiantes. También presentan una mayor propensión a sacar malas notas y sufrir de baja autoestima y problemas de salud. En situaciones extremas, el ciberbullyingha llevado al suicidio.

La campaña #2entuclase, en colaboración con Playground, es la continuación de #NoSeasEstrella, lanzada en 2017 con la publicación del informe Los niños y las niñas de la brecha digital en España, un estudio que analiza las oportunidades y riesgos de Internet y profundiza en los colectivos más vulnerables en nuestro país, los niños y adolescentes de la brecha digital.

Talleres para combatir prejuicios contra el pueblo gitano

Dentro del proyecto “Sensibilización y erradicación de las conductas antigitanas”, financiado por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, la delegación regional de Unión Romaní ha llevado a cabo varias acciones de difusión y concienciación desde octubre de 2018 para promover actitudes favorables y empáticas en la sociedad que fomenten la interculturalidad, la tolerancia y la aceptación de la diferencia.

En concreto, se han realizado once talleres y charlas de concienciación sobre delitos de odio y la situación de la población gitana en España y Europa, su cultura y su historia, con el objetivo de erradicar estereotipos e ideas preconcebidas sobre esta comunidad.

Tales iniciativas se han desarrollado en institutos, centros de adultos, cívicos y prisiones en tres provincias andaluzas (Sevilla, Huelva y Jaén).

Taller en el I.E.S Santa Engracia de Linares (Jaén).

A los talleres han asistido un total de 377 personas de todas las edades en los IES La Orden y La Marisma de Huelva; Santa Engracia, de Linares; Ríos de los Granados, de Guarromán; y Federico Mayor Zaragoza, de Sevilla. También los centros cívicos Su Eminencia y Hogar San Fernando (Sevilla), la biblioteca de Montequinto (Dos Hermanas), el CEPER El Palmarillo (Dos Hermanas), y el del centro penitenciario Sevilla I (Alfonso Muriel) acogieron estos talleres. El 61,8 por ciento de los asistentes (233) fueron hombres, y el 38,2 por ciento (144) mujeres. En cuanto a su nivel académico, el 73,21 por ciento eran estudiantes de Secundaria, el 22,02 por ciento tenían como máximo estudios de Primaria, el 2,92 por ciento carecían de estudios y el 1,85 por ciento tenían un título universitario.

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