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Ha muerto Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas

Kofi Annan
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Hay personas que pasan por nuestra vida con la velocidad de un rayo pero que igualmente lo hacen con la fuerza indeleble de esos fenómenos atmosféricos. Hay gente cuya imagen, aun transcurridos muchos años, permanecen vivas en nuestro recuerdo. Y da igual que la causa de la fascinación que causan en nosotros lo sea como consecuencia de un encuentro personal, de una entrevista, de un tiempo de trabajo conjunto o simplemente porque hemos coincidido en un mismo espacio y le hayamos visto pasar cerca de nosotros.

Con Kofi Annan me ha pasado algo parecido a lo que experimenté con Nelson Mandela cuando me lo presentó en Estrasburgo el entonces presidente del Parlamento Europeo Enrique Barón. Estrechar la mano del legendario líder que por combatir el apartheid estuvo 27 años en la cárcel era un honor que no esperaba que me concediera la vida. Pero a veces los sueños se cumplen y este se cumplió. La exquisita generosidad con que Enrique Barón le dijo al líder sudafricano quien era yo, suscitó su curiosidad. Siempre recordaré sus palabras cuando tras estrecharnos las manos me dijo con voz convincente y con un brillo especial en su mirada:

– Siga usted luchando por defender esos ideales porque al final la victoria le acompañará.

Kofi Annan, un líder negro en una sociedad dominada por los blancos

Hace unos días que ha muerto a los 80 años este hombre admirable que fue premio Nobel de la Paz en 2001 y Secretario General de las Naciones Unidas entre 1997 y 2006. Nació en Ghana en 1938 lo que justificó su especial dedicación a resolver los inmensos problemas de aquel continente. Yo me atrevería a decir que Kofi Annan fue un hombre de diálogo. Los conflictos latentes en su tierra y los que han sembrado de dolor a millones de africanos inmensos en guerras civiles, muchas de ellas tribales y racistas, le dieron al líder negro, que estudió economía en los Estados Unidos, el carisma de ser un hombre providencial. Ahora que ha desaparecido se pone de manifiesto su lucha contra las desigualdades tratando de favorecer el desarrollo económico de los territorios más empobrecidos. Durante su mandato ocurrió el terrible tsunami en el Océano Índico y el terremoto de Cachemira. Dos grandes pruebas para el liderazgo de Kofi Annan de las que salió fuertemente reforzado.

Sin embargo, la cota más alta, a mi juicio, de su largo mandato al frente de la ONU la tuvo al convocar en Durban, Sudáfrica, en agosto de 2001, la Primera Conferencia Mundial contra el Racismo. En ella participaron una treintena de presidentes y Jefes de Gobierno de todo el mundo, así como 166 ministros de Asuntos Exteriores, de Servicios Sociales o de Trabajo de 160 países. Era impresionante ver la sala de plenos abarrotada por los más de 7.000 delegados provenientes de todos los puntos de la tierra. La delegación oficial española estuvo presidida por el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio. Igualmente, con la condición de observadores, el ministro decidió invitar a otras personas entre las que se encontraban Francisca Sauquillo, el profesor Tomás Calvo Buezas y yo como presidente de la Unión Romaní para que siguiéramos en directo el desarrollo de la Conferencia.

Y entonces ocurrió un memorable incidente

El avión que traía a Durban desde Madrid al ministro español sufrió un gran retraso lo que impidió que estuviera presente en el acto inaugural y, en consecuencia, que pudiera tomar la palabra en un foro tan importante para fijar la posición del Gobierno de España en un asunto que tanta conmoción estaba ocasionando en todo el mundo. De hecho, un enjambre de cámaras de televisión estuvo retransmitiendo aquel acto a todo el mundo civilizado.

Una vez que terminaron sus intervenciones los jefes de Estado y de Gobierno presentes, a los que el Sr. Kofi Annan dio 10 minutos a cada uno, pasó la palabra a los ministros que llenaban sala por un tiempo máximo de cinco minutos. Fueron once los ministros que pidieron intervenir. Obviamente el ministro español no pudo hacerlo porque no estaba presente en la sala. Y fue en ese instante cuando, sin encomendarme ni a Dios ni al Diablo, di un salto, ocupé la silla del ministro español y pedí intervenir en nombre de España. Si el lector amable está interesado en una descripción más pormenorizada de como transcurrió el incidente le invito a pulsar este enlace: http://www.uniondelpuebloromani.org/notis/2016/noti2016-11-30.htm

Lo pasé muy mal porque yo era consciente de que lo que hacía estaba fuera de toda norma. Me lo advirtieron los embajadores presentes con un inequívoco tono de advertencia. Les dije que pedí la palabra en nombre de España con la esperanza de que mientras tanto le diera tiempo al ministro a aparecer en la sala. Cosa que no sucedió.

Ahora tan solo quiero señalar que el Sr. Kofi Annan me dejó hablar a pesar de que empecé mi intervención diciendo que yo no era el ministro español ni ocupaba ningún puesto en el gobierno de España, a la sazón presidido por Don José María Aznar. Igualmente quiero señalar que fue muy severo en la administración de los tiempos. No permitió que ninguno de los señores ministros que me precedieron en el uso de la palabra superaran los cinco minutos establecidos. A mí, sin embargo, no me interrumpió en ningún momento y puse final a mi intervención cuando creí que ya había superado mi tiempo. Luego pude comprobar que mi exposición duró algo más de nueve minutos, prácticamente el mismo tiempo concedido a Fidel Castro o a Yaser Arafat que estos sí, eran presidentes de gobierno.

Al terminar la solemne ceremonia de inauguración de la Conferencia me acerque al círculo reservado a las autoridades que iban a participar en una rueda prensa. Nadie me impidió la entrada. Seguramente pensaron que yo era el ministro español porque me habían visto y oído hablar minutos antes entre “mis colegas” representantes de los países miembros de la organización. Lo que me permitió acercarme al Secretario General de la ONU para estrechar su mano y darle las gracias en nombre de todos los gitanos del mundo por permitirme decir las cosas que dije cuando yo no tenía ni la autorización ni la representación de mi país para tomar la palabra en tan importante foro.

Me pareció ver una mirada de simpatía en la expresión amable de Kofi Annan quien me dijo que le había sorprendido muy favorablemente mi intervención. Y que lo único con que podía favorecer la defensa de los derechos del pueblo gitano que yo estaba realizando era “regalándome tiempo” para que dijera lo que tuviera que decir.

Ahora, sabiendo que ya nos dejó, solo me queda despedirme como lo hacen todos los gitanos del mundo que tienen el rromanó como lengua madre: “Te avel lohki leski phuv”. Que quiere decir: “Que tengas una tierra fácil”, es decir, que allá donde estés, tu estancia sea entre gente buena y alegre.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista

Lazos de sangre gitana

Lola Flores y su marido “El Pescailla”
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Fui uno más de los casi cuatro millones de españoles que en algún momento sintonizamos la 1 de TVE para ver el programa estrella de la noche: “Lazos de Sangre” que en su segunda emisión estuvo dedicada a la familia Flores, es decir, a quienes integraron el núcleo de las personas que formaron parte de la vida de la única, la genial, la irrepetible Lola Flores. Hace un año publique un artículo a propósito del ultraje que hicieron de su figura instalada en el cementerio de la Almudena, en Madrid, donde unos malnacidos racistas pintarrajearon su figura. A él remito al lector porque allí describo los lazos de amistad y convivencia que ella mantuvo con mi familia y muy especialmente con mi madre.

Hoy quiero detenerme unos minutos en hablarles de la familia gitana porque la institución de la familia es para nosotros el eje central a través del cual discurre toda nuestra vida, desde que nacemos hasta que se acaba el viaje por esta parte del mundo que conocemos. Pero antes déjenme decirles una cosa.

Somos una minoría visible

Durante varios años fui el representante del gobierno español en la Comité Consultivo contra el Racismo creado por los presidentes europeos Françoise Mitterrand, Helmut Kholm y Felipe González en el Consejo Europeo celebrado los días 24 y 25 de junio de 1994 en la isla de Corfú. Con sede en Bruselas, celebrábamos reuniones de gran calado los 15 miembros que la integrábamos. Uno por cada uno de los Estados que entonces formaban la Unión Europea. Durante los tres años que duró la existencia de aquel Comité trabajamos muy duramente y me complace manifestar que me correspondió jugar un papel de gran importancia para hacer posible la creación en junio de 1997 del Observatorio europeo contra el Racismo y la Xenofobia, que estableció su sede en Viena. Pero de esta aventura me ocuparé otro día con mayor espacio y detenimiento.

Hoy quiero resaltar que establecí una magnífica relación con la representante del Reino Unido, una señora de origen indio y miembro de la Cámara de los Lores de su país. Un día, en una conversación informal me dijo:

―Señor Ramírez-Heredia, usted tiene la inmensa suerte de pertenecer a una minoría visible.

Sorprendido por tan insólita afirmación le pregunté qué quería decir con ello.

―Muy sencillo ―me respondió―. Hay minorías que sufren tanto como ustedes los gitanos, pero que no son percibidas por la sociedad. Pienso en las minorías religiosas, en las minorías sexuales, en las lingüísticas, en las culturales… Existen, pero nadie las reconoce si sus miembros no se manifiestan como tales. Por el contrario, a ustedes, los gitanos, se les identifica en cualquier parte del mundo. Y eso es una suerte porque vuestra existencia nadie la puede negar.

Durante mucho tiempo pensé en lo que me decía mi ilustre amiga y compañera de Comisión y al final terminé por darle la razón, sobre todo cuando pensé que en mi tierra andaluza hay mucha gente que dice: “A los gitanos se les conoce hasta por “la jechura de andá”. Y es verdad. Sin embargo yo me atrevo a asegurar que a los gitanos “se nos identifica”, pero “no se nos conoce”. Somos la minoría nacional española más numerosa pero muy pocos saben de nuestra historia, de nuestras costumbres, de nuestras tradiciones milenarias de nuestras leyes internas que son las que modelan y dan cuerpo a nuestra personalidad colectiva.

Frente a las graves agresiones que hemos sufrido por parte de las televisiones

Todas las asociaciones gitanas, encabezadas por el Consejo Estatal del Pueblo Gitano, a cuyo frente está Beatriz Carrillo de los Reyes, una gitana de excepcional valía, se han manifestado activamente contra el nefasto programa de TV titulado “Palabra de Gitano”, igual que lo han hecho, aunque en menor medida, contra otro programa panfletario llamado “Gypsy King”. No insistiré en la denuncia que hacemos de quienes aprovechándose de nuestra debilidad y falta de recursos, por conseguir cuota de pantalla, y por consiguiente multimillonarios ingresos por publicidad, ofrecen al público imágenes y comportamientos que aun siendo estrictamente personales, se muestran como paradigma de toda la comunidad gitana española.

Acabamos de ver “Lazos de Sangre” dedicado a la familia Flores y queremos manifestar que nos ha encantado. Con todas las personas que he hablado, gitanos y gitanas especialmente, coinciden en manifestar su complacencia porque, al fin, han podido ver en TVE un programa ―otro fue el que nos dedicó “Ochéntame”― que no solo nos deja en buen lugar sino que ofrece una visión equilibrada y justa de algunos aspectos muy importantes de la cultura gitana.

Alabo el esfuerzo que ha debido realizar Carmen Delgado, directora de la serie, así como Alberto Maeso, director de “Amigas y conocidas”, sin olvidar a Inés Ballester, conductora del coloquio que siguió a la proyección de este segundo capítulo de la serie. Todos ellos cumplieron magníficamente su cometido y a todos ellos debo transmitirles en nombre de la Unión Romaní ―y creo que puedo hacerlo en nombre de los 750.000 gitanos españoles― nuestra felicitación y agradecimiento. Porque ¡ya está bien del trato que recibimos de algunas televisiones de nuestro país!

Lazos de Sangre: la familia Flores

He dicho al principio que quería aprovechar este espacio para decirles que el primer mandamiento de la llamada “Ley Gitana”, si esa fuera una ley escrita, estaría redactado, más o menos así:

Artículo primero: La familia es el fundamento en el que se basa la Ley Gitana. Nada hay superior en el seno de nuestra comunidad que pueda ir en contra de los lazos indestructibles que unen a los hijos con sus padres y a estos con sus abuelos. Nada puede ocupar para cualquier gitano o gitana el lugar sagrado que para nosotros representa el amor, el respeto y la subordinación a lo que entendemos como valores superiores de nuestra comunidad.

Me concederá el lector amable que un enunciado como el que acabo de redactar puede y debe tener una exégesis profunda y contrastada. No faltaba más. Hasta nuestra Constitución, que también lo es de todos los gitanos españoles, tiene un Tribunal que la interpreta. Y los tratados de Derecho Constitucional se cuentan por decenas. ¿Cómo no había de tenerlo también una Ley no escrita, que es consuetudinaria por su propia esencia, lo cual no le impide que sea considerada fuente del Derecho?

Digo todo esto porque, sin ellas saberlo, las periodistas que han acompañado a Inés Ballester en el coloquio que ha seguido al documental han realizado una verdadera exégesis del primer artículo de la ley gitana que les acabo de ofrecer. Me falta espacio para transcribir y glosar el profundo conocimiento que tiene Beatriz Cortázar de las costumbres gitanas. O la rotundidad con que Isabel San Sebastian ha descrito los lazos indestructibles de esta familia gitana. Igualmente Marta Nebot y Luz Sánchez Mellado no regatearon alabanzas a los lazos de sangre gitana que distinguían a la familia Flores, familia en la que también hay zonas oscuras, conocidas por todas ellas, como las hay en cualquier familia gitana o no gitana, y a las que no quisieron hacer referencia, como la hubieran hecho otros depredadores de pluma tan fácil como envenenada.

Y me reservo poner punto y aparte a este comentario sin resaltar el papel de periodista excepcional que tuvo mi admirado Hilario López Millán. Hilario ha ganado con el tiempo. Le conozco desde hace muchísimos años cuando ambos colaborábamos con Luis del Olmo en el programa “Protagonistas” que se emitía en Radio Nacional de España desde el Paseo de Gracia, número uno de Barcelona. ¡Cómo he disfrutado viéndole y oyéndole! Pero no solo yo. He vuelto a ver el programa gracias a que está accesible en los archivos de TVE y he podido comprobar como a todas las periodistas presentes, empezando por la presentadora del programa, se les caía la baba escuchándole tantas anécdotas riquísimas de contenido y de humanidad de la gitanísima familia Flores.

“Lazos de Sangre Gitana”. Más que un programa de TV ha sido una verdadera lección práctica de antropología cultural.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista

Letter to the President of the Italian Republic

Sergio Mattarella, Presidente de la República Italiana / ANSA/ALESSANDRO DI MEO

Barcelona, August 15, 2018

EGREGIOUS MR
SERGIO MATTARELLA
President of the Italian Republic
Palazzo Quirinale
ROMA

MR PRESIDENT,

The Spanish rromá, and with them all the Italian rromá and rromniá, as well as those of us who are part of the INTERNACIONAL ROMANI UNION, we would like to extend to you, President of the Republic, our deep condolences for the victims caused by the collapse of a part of the Morandi bridge in the city of Genoa.

We, European rromá, -as in any other part of the planet-, who consider ourselves «citizens of the world», feel as if they were from our family, the pain experienced by the parents, mothers and brothers of the 39 people who have seen mowed their lives in an unexpected and deadly accident.

In these difficult times for the rromà community in Italy, ―which are for reasons that you, Mr President, know very well―, the Italian rromá adopt the words of a gypsy from Seville who recently said: «When you need a heart we do not look at who he is from, it does not matter if he is from a rrom or from any other person. We must help each other. Rromá are neither better nor worse than others.»

Today, Mr. President of the Italian Republic, the heart of all the rromá of the world is next to yours and to the relatives of the victims to share their pain with all of you.

Latchó drom (Good way)

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vice President of the International Romani Union

 


Barcellona, 15 agosto 2018

Onorevole Signor
SERGIO MATTARELLA
Presidente della Repubblica Italiana
Palazzo Quirinale
ROMA

Stimato Presidente:

Come gitani spagnoli, e con noi tutti i rromà italiani e quelli che fanno parte dell’UNIONE ROMANI’ INTERNAZIONALE vogliamo trasmettere, Signor Presidente, il nostro profondo cordoglio per le vittime del crollo di una parte del ponte Morandi nella città di Genova.

Noi, rromà europei ―come da qualsiasi altra parte del pianeta― considerandoci «cittadini del mondo», sentiamo come se appartenesse alla nostra famiglia, il dolore provato da genitori e fratelli delle 39 persone che hanno visto falciata la loro vita in un incidente inaspettato e mortale.

In questi tempi difficili per la comunità romanì in Italia ―per ragioni che voi, signor Presidente, conoscete molto bene― gli rromà italiani fanno proprie le parole di un rrom di Siviglia che recentemente ha detto: «Quando c’è bisogno di un cuore non si guarda di chi è. Poco importa se è di uno rrom o di qualsiasi altra persona. Dobbiamo aiutarci l’un l’altro. Gli rromà non sono né migliori né peggiori di altri”.

Oggi, Signor Presidente della Repubblica Italiana, il cuore di tutti gli zingari del mondo è accanto al Suo e ai parenti delle vittime per condividere con voi il grande dolore.

Latchó drom (Buen camino)

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vicepresidente de la Unión Romani Internacional

Letter to the President of the Italian Republic

Sergio Mattarella, Presidente de la República Italiana / ANSA/ALESSANDRO DI MEO

Barcelona, August 15, 2018

EGREGIOUS MR
SERGIO MATTARELLA
President of the Italian Republic
Palazzo Quirinale
ROMA

MR PRESIDENT,

The Spanish rromá, and with them all the Italian rromá and rromniá, as well as those of us who are part of the INTERNACIONAL ROMANI UNION, we would like to extend to you, President of the Republic, our deep condolences for the victims caused by the collapse of a part of the Morandi bridge in the city of Genoa.

We, European rromá, -as in any other part of the planet-, who consider ourselves «citizens of the world», feel as if they were from our family, the pain experienced by the parents, mothers and brothers of the 39 people who have seen mowed their lives in an unexpected and deadly accident.

In these difficult times for the rromà community in Italy, ―which are for reasons that you, Mr President, know very well―, the Italian rromá adopt the words of a gypsy from Seville who recently said: «When you need a heart we do not look at who he is from, it does not matter if he is from a rrom or from any other person. We must help each other. Rromá are neither better nor worse than others.»

Today, Mr. President of the Italian Republic, the heart of all the rromá of the world is next to yours and to the relatives of the victims to share their pain with all of you.

Latchó drom (Good way)

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vice President of the International Romani Union

 


Barcellona, 15 agosto 2018

Onorevole Signor
SERGIO MATTARELLA
Presidente della Repubblica Italiana
Palazzo Quirinale
ROMA

Stimato Presidente:

Come gitani spagnoli, e con noi tutti i rromà italiani e quelli che fanno parte dell’UNIONE ROMANI’ INTERNAZIONALE vogliamo trasmettere, Signor Presidente, il nostro profondo cordoglio per le vittime del crollo di una parte del ponte Morandi nella città di Genova.

Noi, rromà europei ―come da qualsiasi altra parte del pianeta― considerandoci «cittadini del mondo», sentiamo come se appartenesse alla nostra famiglia, il dolore provato da genitori e fratelli delle 39 persone che hanno visto falciata la loro vita in un incidente inaspettato e mortale.

In questi tempi difficili per la comunità romanì in Italia ―per ragioni che voi, signor Presidente, conoscete molto bene― gli rromà italiani fanno proprie le parole di un rrom di Siviglia che recentemente ha detto: «Quando c’è bisogno di un cuore non si guarda di chi è. Poco importa se è di uno rrom o di qualsiasi altra persona. Dobbiamo aiutarci l’un l’altro. Gli rromà non sono né migliori né peggiori di altri”.

Oggi, Signor Presidente della Repubblica Italiana, il cuore di tutti gli zingari del mondo è accanto al Suo e ai parenti delle vittime per condividere con voi il grande dolore.

Latchó drom (Buen camino)

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vicepresidente de la Unión Romani Internacional

Carta al Presidente de la República Italiana

Sergio Mattarella, Presidente de la República Italiana / ANSA/ALESSANDRO DI MEO

Barcelona, 15 de agosto de 2018

Excmo. Sr.
SERGIO MATTARELLA
Presidente de la República Italiana
Palazzo Quirinale
ROMA

Excmo señor:

Los gitanos españoles, y con ellos todos los gitanos y gitanas italianos, así como quienes integramos la UNION ROMANI INTERNACIONAL queremos hacerle llegar, señor Presidente de la República, nuestra profunda condolencia por las víctimas que ha causado el derrumbamiento de una parte del puente Morandi en la ciudad de Génova.

Nosotros, gitanos europeos, ―como de cualquier otra parte del planeta―, que nos consideramos “ciudadanos del mundo”, sentimos como si fueran de nuestra familia, el dolor que experimentan los padres, madres y hermanos de las 39 personas que han visto segadas sus vidas en un accidente inesperado y mortal.

En estos momentos difíciles para la comunidad gitana de Italia, ―que lo son por razones que usted, señor Presidente, conoce muy bien―, los gitanos italianos hacemos nuestras las palabras de un gitano de Sevilla que recientemente ha dicho: «Cuando hace falta un corazón no se mira de quién es. Da igual que sea de un gitano o de cualquier otra persona. Debemos ayudarnos unos a otros. Los gitanos no somos ni mejores ni peores que los demás».

Hoy, señor Presidente de la República italiana, el corazón de todos los gitanos del mundo está junto al suyo y al de los familiares de las víctimas para compartir con ellas su dolor.

Latchó drom (Buen camino)

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vicepresidente de la Unión Romani Internacional


Barcellona, 15 agosto 2018

Onorevole Signor
SERGIO MATTARELLA
Presidente della Repubblica Italiana
Palazzo Quirinale
ROMA

Stimato Presidente:

Come gitani spagnoli, e con noi tutti i rromà italiani e quelli che fanno parte dell’UNIONE ROMANI’ INTERNAZIONALE vogliamo trasmettere, Signor Presidente, il nostro profondo cordoglio per le vittime del crollo di una parte del ponte Morandi nella città di Genova.

Noi, rromà europei ―come da qualsiasi altra parte del pianeta― considerandoci «cittadini del mondo», sentiamo come se appartenesse alla nostra famiglia, il dolore provato da genitori e fratelli delle 39 persone che hanno visto falciata la loro vita in un incidente inaspettato e mortale.

In questi tempi difficili per la comunità romanì in Italia ―per ragioni che voi, signor Presidente, conoscete molto bene― gli rromà italiani fanno proprie le parole di un rrom di Siviglia che recentemente ha detto: «Quando c’è bisogno di un cuore non si guarda di chi è. Poco importa se è di uno rrom o di qualsiasi altra persona. Dobbiamo aiutarci l’un l’altro. Gli rromà non sono né migliori né peggiori di altri”.

Oggi, Signor Presidente della Repubblica Italiana, il cuore di tutti gli zingari del mondo è accanto al Suo e ai parenti delle vittime per condividere con voi il grande dolore.

Latchó drom (Buen camino)

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vicepresidente de la Unión Romani Internacional

Gitanos y policías nacionales se enfrentan… en el campo de fútbol

Rafael Madrona y Josefa Torres durante el encuentro celebrado en la Comisaría de Almería. / Ideal

La presidenta de la Federación de Gitanos de Andalucía en Almería, Josefa Torres, ha mantenido un encuentro con el comisario principal de la Comisaría de Policía Nacional de Almería, Rafael Madrona, para tratar el protocolo de actuación ‘Mediadores e Interlocutores Sociales’.

Esta federación, compuesta por una veintena de asociaciones y colectivos de etnia gitana de Almería y su provincia, tiene vocación de asesorar y cubrir las necesidades de este grupo social, y con la elaboración y entrega de este documento se pretende formalizar y sintetizar la labor mediadora en los conflictos familiares y sociales, y así lograr el reforzamiento de la confianza en el colectivo gitano, y de este con las instituciones como la Policía Nacional.

Además, fruto de la estrecha colaboración de varios años, y con la Delegación de Participación Ciudadana de la Comisaría como interlocutor, se han llevado actividades de convivencia y hermanamiento entre estos dos colectivos «tópicamente antagónicos», como han sido la exhibición de medios y material policial a niños y adolescentes en el barrio de la Chanca, o la asistencia por parte de mandos policiales a sucesivas ediciones de ‘La noche de las Candelas’, que se celebra cada año en La Chanca, entre otras.

Madrona señaló su «apoyo a la intermediación social y más en el colectivo gitano por la idiosincrasia, cultura, normas propias» y confirmó «la utilización de recursos previos como éste ante conflictos, y lograr que el Derecho Penal se siga configurando como la última ratio y mínima intervención».

Asimismo, el comisario de Almería agradeció a la Federación «el apoyo prestado cuando varios agentes de la Policía Nacional en Almería fueron desplazados a Cataluña» y remarcó «la importante labor que desarrolla la Delegación de Participación Ciudadana como intermediador entre la Comisaría y el colectivo gitano, y que la tendencia es continuar en esa misma línea de transparencia y participación social».

Partido de convivencia

Como continuación de la «cordial y recíproca relación existente entre la Comisaría de Almería y la Federación de Gitanos de Andalucía en Almería» y coincidiendo con la celebración en Almería de los actos centrales del Día del Patrón de la Policía Nacional, el próximo domingo día 12 de agosto a las 19 horas en el complejo deportivo municipal Constantino Cortés Fortes de Los Molinos, se va a celebrar un encuentro amistoso de Fútbol 7 que enfrentará a dos equipos, uno compuesto por policías nacionales y otro por gitanos.

La entrada al recinto será gratuita, y además de las dos instituciones anteriores, se ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Almería que va a ceder las instalaciones para la celebración de dicho evento deportivo.

Es estupidez, es ignorancia

El racismo hacia los inmigrantes y la minoría romaní, fomentado por políticos y medios irresponsables, amplificado por las redes sociales, corre el riesgo de ser legitimado como una opinión, en cambio es un crimen. Dicen que NO se trata de racismo porque nadie teoriza sobre la diversidad biológica de las víctimas. «No soy racista, pero …», es el lema del racista contemporáneo, en ese «pero» existe el racismo del siglo XXI, insensible al desprecio y la discriminación.

Este es el «racismo cultural» ambiguo e intolerante y justifica la discriminación. No es una locura, es una estupidez, es ignorancia.

En Italia estamos viviendo una regresión antropológica en la que se recita la cultura, no se vive. No es posible fingir o actuar, debemos tomar una posición definida y el camino debe ser el de la cultura vivida.

Para contrarrestar el racismo cultural hacia la minoría romaní, debemos ser conscientes de al menos dos cuestiones, por lo que muchos han contribuido a nutrir:

1. Las ambigüedades sobre la minoría romaní y la cultura lingüística romaní están muy extendidas, con representaciones falsas, lenguaje banal hostil, insultos y discriminación

2. Hay muchas inconsistencias que surgen entre las iniciativas lanzadas y los reclamos

Es esencial definir claramente una visión política estratégica y perseguirla con procesos y acciones significativas que sean consistentes con las necesidades de las comunidades y con personas creíbles y profesionales. El camino que seguir es el de la cultura vivida, de la cultura lingüística romaní, SIN FILTROS, y la dimensión intercultural.

Concluyo con las palabras pronunciadas por Eleanor Roosevelt en las Naciones Unidas el 27 de marzo de 1958 con motivo del décimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

«¿Dónde comienzan los derechos humanos universales? En pequeños lugares cerca de la casa, tan cerca y tan pequeños que no se pueden ver en ningún mapa del mundo, pero son el mundo de cada persona, el barrio donde viven, la escuela asistió , la fábrica, la granja o la oficina donde trabajamos. Estos son los lugares donde cada hombre, mujer o niño busca igualdad de justicia, igualdad de oportunidades, igual dignidad sin discriminación. Si estos derechos no tienen ningún significado allí, tienen poco significado en otros lugares. En ausencia de acciones organizadas por parte de los ciudadanos para apoyar a las personas cercanas a sus hogares, buscaremos en vano el progreso en el mundo, por lo que creemos que el destino de los derechos humanos está en manos de todos los ciudadanos en todas nuestras comunidades «.

Bien a mediados de agosto de la Fundación Romani Italia

Gracias, señor alcalde de Algeciras

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No conozco ni sé nada de la vida de Don José Ignacio Landaluce. Naturalmente que sé que es el alcalde de Algeciras y que últimamente, por razones obvias, se habla mucho de él y de su labor al frente del consistorio algecireño volcado en atender a los muchos inmigrantes que cada día llegan al puerto de su ciudad. Pero no sé mucho más. Especialmente desconozco a que partido político pertenece. Y les ruego que me crean. Lo sabré en cuanto termine de escribir este comentario porque recurriré al “Tito Google”, que así es como le llama mi sobrina Juana Fernández, a la plataforma de Internet que, ¡válgame Dios! lo sabe todo.

Y he resistido la tentación de saberlo antes de empezar a escribir porque no quería que mi comentario quedara de alguna forma mediatizado por su adscripción política. Y es porque voy a hablar muy bien de él. De tal forma que si conozco previamente su filiación política, si es que la tiene ―bien podría ser “independiente”, ¿por qué no?― y resulta que es del PSOE, como yo, pues se me podría ir la mano en su favor. Y si por el contrario es miembro del Partido Popular, o de cualquier otro, podría retenerme de forma absurda en la alabanza y el reconocimiento que desde estas páginas le quiero ofrecer.

Una pincelada de historia

Confieso que yo, como tantos millones de españoles, vivo pegado a la radio que es mi principal medio de información. Y lo oigo todo. Sí, todo o casi todo, porque gracias a ese maravilloso invento que es el podcast, grabo en el móvil las tertulias políticas que luego oigo mientras voy en el metro, mientras espero en la estación del AVE, en los aeropuertos o incluso en la cama, arriesgándome a sufrir las advertencias de mi mujer que me obliga a bajar el volumen de los auriculares porque dice que no la dejo dormir.

De esta forma, hace unos siete u ocho días, con motivo de la llegada al puerto de Algeciras de un gran contingente de inmigrantes, todos los servicios sociales, policiales y humanitarios se vieron desbordados. Fue en ese momento cuando el señor Landaluce hablaba por la radio dando cuenta del trabajo inmenso que habían desarrollado tanto las instituciones como los particulares en atender a los recién llegados. Confieso que me gustó la forma y el fondo del mensaje que el alcalde trataba de transmitir. Dijo que estaban al límite y alabó a los trabajadores del ayuntamiento por su dedicación sin poner límite de horas en su trabajo. Y describió el trabajo de algunas organizaciones humanitarias y de ONGs de la ciudad que sin descanso ayudaban a los recién desembarcados dándoles comida, ropa y, sobre todo, calor humano. Y hasta él mismo se confesó ser un colaborador más porque se puso al volante de su coche ―creo recordar― para hacer de transportista y llevar personas y enseres de un lado para otro.

Pero he aquí que de pronto el señor alcalde hizo una pausa, enfatizó un poco la voz y dijo, más o menos lo siguiente: Quiero señalar la extraordinaria colaboración que han prestado a los recién llegados la comunidad gitana de Algeciras. Los gitanos de nuestra ciudad se han volcado. La comunidad gitana que participa en el Culto de su Iglesia ha dado un ejemplo de entrega, de solidaridad y de ayuda sin límites a quienes ellos veían más desvalidos o desamparados. Quero ponerlo de manifiesto porque es de justicia hacerlo”.

Pero las palabras del alcalde no eran producto emocional del momento

Imagínense el impacto que me causaron estas palabras. Especialmente en estos momentos en que estoy recién llegado de Roma, después de pelearme con los racistas del Gobierno italiano encabezados por el nazi ministro del Interior, Matteo Salvini, que quiere hacer un censo de los gitanos residentes en Italia para expulsar a todos los que no pudieran acreditar su condición de italianos a los que, dijo el inicuo racista, “a esos nos los tendremos que quedar”.

Pensé en escribirle unas letras de agradecimiento al alcalde algecireño, pero la vorágine de vida en la que uno vive me impidió hacerlo de forma inmediata con lo que mi deseo quedó en el cajón de los buenos propósitos.

Pero resulta que esta mañana, escuchando la radio, he vuelto a oír a Don José Ignacio Landaluce a propósito de la llegada del buque de la ONG Proactiva Open Arms en el que viajaban 87 emigrantes rescatados en aguas del Mediterráneo, frente a las costas de Libia. En el barco venían 12 menores de los cuales seis no estaban acompañados. Cinco provienen de Sudán y uno de Gambia. Y de nuevo ha hecho referencia a la colaboración de la comunidad gitana en las tareas de atención a los centenares de inmigrantes que casi diariamente llegan a sus costas. Tengo información de que cuando el alcalde de Algeciras se refiere a los gitanos de su ciudad dice que “Hablamos de un colectivo humano unido, que cuida de los suyos y que además, se abre al conjunto de la sociedad algecireña, por lo que desde el Ayuntamiento queremos reconocer su trabajo”.

¡Que diferencia, Señor, con el comportamiento racista de otro alcalde, de un importante pueblo de una de las ocho provincias andaluzas, que arengó a sus conciudadanos desde el balcón de su ayuntamiento diciendo: ¡¡A por ellos, a por ellos!! Y que en la próxima manifestación, dijo, actuarían con más violencia marcando con pintura la puerta de las viviendas de los gitanos que obligarían a abandonar el municipio. Pero la justicia intervino y tanto el alcalde como los concejales que le secundaron fueron condenados a penas de cárcel.

Estos días se está imprimiendo el informe anual que desde la Unión Romani elaboramos señalando el tratamiento que recibimos en los medios de comunicación social. Desgraciadamente podemos comprobar, una vez más, que existe en nuestro país un espacio muy bien delimitado donde algunos periodistas vulneran todos los códigos deontológicos aceptados en el mundo libre que respeta los derechos humanos. De la misma manera que proliferan ciudadanos racistas, nazis de pensamiento y condición, que siguen condenando a las cámaras de gas letal de sus corazones a todos los que no son como ellos.

Pero, gracias a Dios, cada día existen más ciudadanos como el alcalde de Algeciras que con sus declaraciones contradice a nuestros detractores y suponen para nosotros la esperanza de que algún día no tendrán cabida en la sociedad libre y democrática políticos como el ministro Salvini o el que fue alcalde de Treviso llamado Giancarlo Gentilini, de la Liga Norte, que ha dicho en un mitin, ante miles de personas, que hay que eliminar —¿quiere decir asesinar?— a los niños gitanos. Este miserable presume de haber destruido dos campamentos de gitanos y se jacta pregonando que en su ciudad ¡¡ya no quedan gitanos!!

Por todo ello, ¡Gracias Don José Ignacio Landaluce!

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romaní

La clase obrera ya está rota

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“El discurso de la diversidad pone en peligro la unidad de la clase obrera”. Últimamente ha reaparecido con fuerza esta alerta. Frente a las lecturas neomarxistas de las últimas décadas que señalaban que la opresión del neoliberalismo no se estructura únicamente a través de la explotación laboral, sino que existen otros dispositivos de opresión como la raza o el género, se lanza esta advertencia: “El discurso de la diversidad es un triunfo del neoliberalismo porque esconde o diluye la opresión principal, que no es otra que la opresión de clase”.

A continuación, expongo una reflexión sobre la menor o mayor veracidad que esconde esta alerta, e invito a cuestionarla desde una mirada situada, llamando a la prudencia. Esta reflexión la hago desde mi propia mirada y mi vivencia de la raza, el género y la clase. Soy mestiza gitana, y he dedicado una parte importante de mi vida al activismo gitano, soy sindicalista activa, abogada laboralista y de ideología comunista-libertaria.

Los discursos de la diversidad no rompen la clase obrera, la clase obrera ya está rota. La explotación capitalista y el chantaje de la renta a cambio de fuerza de trabajo se manifiesta con diferente violencia según el grado de “humanidad” que el sistema otorga a la persona trabajadora a partir de la raza, el género o el territorio que habita.  En el Norte Global las luchas sindicales pueden articularse, organizar protestas, huelgas, o acciones sin que peligre la vida. No es cuestión de minusvalorar la represión que sufrimos, y que conozco de primera mano, pero la vida está a salvo. En el Sur Global, imaginemos las maquilas asiáticas, estas prácticas de lucha suponen no ya la represión sindical, el despido o la multa sino que ponen en juego verdaderamente la integridad física y la vida. El discurso que llame a la unidad de la clase obrera frente a la explotación capitalista tiene que hacerse cargo de esta diversidad de situaciones que se padecen. El discurso homogeneizador de “todos somos la misma clase obrera” sin matices y sin integrar estas diferentes situaciones de partida no es eficaz para la unidad, y la historia ha demostrado que fracasa porque deja fuera muchas formas de vida. El discurso de atención a la diversidad de la raza y el género es fundamental para reconstruir una clase obrera que ya viene rota por estas diversas violencias.

El neoliberalismo imbrica varios dispositivos de explotación que se retroalimentan: el racismo, el colonialismo, el patriarcado y el capitalismo. Son varias cabezas de un mismo cuerpo monstruoso. La emancipación pasa sin duda por articular discurso y prácticas de lucha en todos los frentes, y para eso es esencial la atención a las diversas manifestaciones del monstruo.

Cuando Silvia Federici, anticapitalista y marxista, advierte sobre cómo la explotación no únicamente está en la plusvalía, y pone la atención en el trabajo de cuidados invisible que realizan las mujeres en el ámbito familiar, no está dividiendo la clase. Está llamando a sumar un sujeto, la mujer cuidadora, que hasta ese momento se quedaba fuera porque el discurso marxista-obrerista se había quedado estrecho.

Cuando Angela Davis, comunista, pone en el centro del discurso la raza como paradigma de explotación no está rompiendo la clase, está incluyendo a un sujeto que se quedaba fuera por la violencia específica que sufría desde su posición de raza que no estaba siendo respondida desde luchas obreras. Cuando Sirin Adlbi habla de islamofobia y de cómo el capitalismo necesita construir al otro para justificar su acumulación destructiva no rompe la clase, está señalando cómo se manifiesta la opresión desde la posición de su comunidad y proponiendo una estrategia de lucha propia que responda a esta violencia.

Los discursos y las prácticas de lucha y resistencia no son universales. La hegemonía blanca y occidental se cuela incluso en los discursos contrahegemónicos y convierte en universal sus formas de resistencia y lucha. Es imprudente que un obrero blanco y occidental quiera hacer universal que la primera lucha es la liberación de clase, es decir liberarse de la explotación laboral. Es osado porque quizás, desde su posición en el mundo, es la única opresión que padece, y por eso la hace centro y pretende universalizarla. Pensar de manera situada es valorar que quizás en un gueto negro estadounidense la represión que se sufre pase más por la raza que por la clase y que la represión policial racista suponga el centro de la lucha, y no tanto la cuestión sindical en un centro de trabajo. Por supuesto que la violencia es por la raza y por la clase, porque son pobres, pero son las personas que padecen violencia específica quienes deciden, de manera colectiva, qué ponen en el centro de su estrategia emancipatoria.

Darle protagonismo a la liberación racial no está rompiendo la clase porque la lucha antirracista es una lucha anticapitalista; el capitalismo necesita para su mantenimiento de esta división racial y colonial del mundo.

Los discursos y las estrategias de resistencia están allí donde haya una comunidad oprimida. Construir la emancipación desde estas estrategias de lucha propia y no estar obligados a mimetizar los modelos de la Europa blanca. Esto es la diversidad. Cuando abogo por que el pueblo gitano tiene sus propias prácticas de autogestión de conflictos o de mutualismo de base sin necesidad de parafrasear a Kroptkin, no estoy cuestionando la teoría del apoyo mutuo, sino estoy haciéndola cercana a gente que le queda lejos porque es distinta; es decir, no forma parte del paradigma blanco europeo.

Las alertas sobre cómo determinados discursos de la diversidad posmoderna conllevan la frivolización de los planteamientos políticos pueden ser muy necesarias, pero deben hacerse con prudencia y saber que se está hablando desde una mirada concreta y no universalizando nuestras experiencias. Hay que ponerse en estado de duda y pensar que quizás no todas las violencias pasan por las mismas jerarquías que las que padecemos en un territorio o un cuerpo determinado.

Son importantes y necesarias las llamadas de atención sobre el sectarismo que puede existir en grupos que reivindican la diversidad, pero, si verdaderamente creemos en la unidad de las luchas, estas críticas deben buscar el diálogo y no el enfrentamiento. Enfrentarse con quienes “rompen la clase” sólo alimenta una dinámica de atomización de las luchas y no suma en colectivo.

Nos enfrentamos a un monstruo de mil cabezas, y difícilmente saldremos de esta con un único discurso y práctica de lucha. Va a hacer falta un diálogo amplio y una escucha atenta a las diferentes manifestaciones de violencia de estas cabezas. La unidad de lucha que aspiramos sin duda pasará por tener en cuenta la diversidad.

“Estaremos despiertos”

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Poema del Samudaripen, 30 de julio de 2018

Estaremos despiertos,
cuando la policía venga a censar a nuestros vecinos.
Les diremos que ya no viven allí, que se marcharon hace días
camino del viento del oeste.
O mejor, que las familias desaparecieron rio abajo en la última inundación.

Estaremos despiertos,
cuando los fascistas vengan con sus antorchas y sus gritos
a incendiar la calle de los gitanos.
Les diremos que esa calle cambió de dueño el último verano,
y que los gitanos se fueron a vivir a un país lejano,
o a las cuevas de la montaña mágica.

Estaremos despiertos,
cuando veamos el primer fuego en las ventanas
y lo apagaremos con nuestras lágrimas,
o con el aire que nos preste nuestro viejo corazón,
y ahogaremos las llamas con hojas verdes de rocío.

Estaremos despiertos,
cuando vengan a llevarse a los niños de la escuela.
Les diremos que los niños gitanos
ya fueron gaseados en la última guerra
y que no volvieron a reproducirse.

Estaremos despiertos,
cuando venga a por nosotros con sus leyes y sus uniformes.
Les diremos mirándole a los ojos que no tenemos miedo,
que, aunque seamos los últimos gitanos de la ciudad
no moriremos nunca,
que lo más gitano que hay es el tiempo y nos confió su secreto,
y lo transmitimos de generación en generación
junto al compás de nuestro arte.

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