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El final de El Gallinero tiene fecha

El Gallinero, en una imagen de archivo / El Diario

Esta vez sí. El Gallinero, el asentamiento más mísero de la capital en donde malviven en precarias condiciones desde hace unos dieciséis años gitanos de Rumania, está en plena cuenta atrás. El Ayuntamiento de Madrid, que dirige Manuela Carmena, prevé que desaparezca este mismo año, tras dar la solución más adecuada a cada familia. El censo de la población que se va a realojar ya está cerrado y lo conforman 35 familias integradas por un total de 150 personas de las que la mayoría, 79, son menores.

Todas ellas tendrán una solución habitacional, salvo en caso de que realicen alguna actividad ilícita, hayan llegado después del recuento, no trabajen ni estén inmersas en un itinerario sociolaboral o no quieran ser realojados. Así lo han afirmado fuentes de la concejalía de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.

Esta vez parece que el proyecto va en serio, ya que además del censo, de que un trabajador social haya entrevistado a todas las familias para analizar sus perfiles, así como de la labor constante de los mediadores sociales de distintas ONG como Cruz Roja o la Asociación Barró, que llevan tiempo trabajando en la zona con esta población, se está a la espera de la firma de un convenio con la Comunidad de Madrid. Su objeto será proceder al realojo de las personas del poblado que se ha visto reducido. En ese acuerdo a dos bandas se contemplará la mejor solución habitacional para cada uno de los núcleos familiares. El plan estará sufragado al 50 por ciento por ambas administraciones: gobierno local y regional. Hasta que no se ultime y se produzca la rúbrica no se adelantará el coste de la operación ni el destino final de los moradores, precisó Luis Nogués, director de Integración Comunitaria y Emergencia Social del área de Equidad.

Lo que sí está claro es que habrá tres alternativas residenciales, todas ellas de segunda mano: viviendas sociales, pisos y apartamentos tutelados para las personas mayores. La primera solución estará destinada a un tercio de las 35 familias que se beneficiarán de este plan, quienes podrán pasar directamente a una casa del Instituto de la Vivienda de la Comunidad de Madrid (Ivima). En estos casos los beneficiarios serían personas con ingresos derivados de su actividad laboral o renta mínima de inserción con capacidad para vivir de manera independiente.

Dos familias corrieron esa suerte el año pasado. Por contra, los que no pueden vivir de forma autónoma por falta de recursos económicos y/o de adaptación, la mayoría, irán a un piso tutelado; es decir, contarán con la ayuda necesaria para residir en comunidad. Estas viviendas serán de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) o cedidas y contarán con personal de apoyo de diversas entidades, indicó Nogués.

Los recursos económicos de los habitantes de este asentamiento proceden, además de la renta mínima, de empleos como mediadores gitanos en el propio Gallinero, en otros núcleos de población rumana en la capital, colegios o de apoyo al Samur Social. Otros son mozos de almacén, albañiles o realizan trabajos relacionados con la construcción con contratos precarios o están directamente en la economía sumergida. Ante el problema de los ingresos irregulares, Luis Nogués destaca que hay un trabajo paralelo a este plan en el que se está fomentando la formación con ONGs, renta mínima y servicios sociales.

Gobierno y comunidad gitana crean un grupo de trabajo para diseñar programas sociales

El Gobierno de La Rioja y las asociaciones que representan al pueblo gitano en La Rioja han decidido “iniciar una nueva etapa” con el objetivo de “avanzar” en diferentes cuestiones sociales y económicas. Así lo explicó el consejero de Políticas Sociales, Conrado Escobar, tras asistir a un encuentro en el que han participado 36 asociaciones de gitanos de La Rioja, agrupadas en una Federación, y la consejera de Presidencia, Begoña Martínez.

Escobar explicó que el próximo mes se va a crear un grupo de trabajo “para diseñar un calendario de actividades, programas, presupuesto o espacios físicos”. Entre los asuntos en los que se quiere avanzar, figuran “reducir la tasa de tasa abandono escolar y mejorar las tasas empleabilidad”. El vicepresidente de la Federación que agrupa a esas entidades, Ezor Roma, Francisco Gabarri, coincidió con Escobar en que “se abre un nuevo tiempo para la población gitana”.

Gobierno y comunidad gitana crean un grupo de trabajo para diseñar programas sociales

El Gobierno de La Rioja y las asociaciones que representan al pueblo gitano en La Rioja han decidido “iniciar una nueva etapa” con el objetivo de “avanzar” en diferentes cuestiones sociales y económicas. Así lo explicó el consejero de Políticas Sociales, Conrado Escobar, tras asistir a un encuentro en el que han participado 36 asociaciones de gitanos de La Rioja, agrupadas en una Federación, y la consejera de Presidencia, Begoña Martínez.

Escobar explicó que el próximo mes se va a crear un grupo de trabajo “para diseñar un calendario de actividades, programas, presupuesto o espacios físicos”. Entre los asuntos en los que se quiere avanzar, figuran “reducir la tasa de tasa abandono escolar y mejorar las tasas empleabilidad”. El vicepresidente de la Federación que agrupa a esas entidades, Ezor Roma, Francisco Gabarri, coincidió con Escobar en que “se abre un nuevo tiempo para la población gitana”.

Gobierno y comunidad gitana crean un grupo de trabajo para diseñar programas sociales

Los consejeros Escobar y Martínez Arregui presidieron ayer la reunión con el colectivo gitano de la región / díaz uriel

El Gobierno de La Rioja y las asociaciones que representan al pueblo gitano en La Rioja han decidido “iniciar una nueva etapa” con el objetivo de “avanzar” en diferentes cuestiones sociales y económicas. Así lo explicó el consejero de Políticas Sociales, Conrado Escobar, tras asistir a un encuentro en el que han participado 36 asociaciones de gitanos de La Rioja, agrupadas en una Federación, y la consejera de Presidencia, Begoña Martínez.

Escobar explicó que el próximo mes se va a crear un grupo de trabajo “para diseñar un calendario de actividades, programas, presupuesto o espacios físicos”. Entre los asuntos en los que se quiere avanzar, figuran “reducir la tasa de tasa abandono escolar y mejorar las tasas empleabilidad”. El vicepresidente de la Federación que agrupa a esas entidades, Ezor Roma, Francisco Gabarri, coincidió con Escobar en que “se abre un nuevo tiempo para la población gitana”.

“Quiero que la mujer gitana empiece a ocupar el lugar que debe en la sociedad”

Remedios Cortés Salazar ha hecho historia casi sin pretenderlo. Como mujer y como gitana, acaba de subir un peldaño más en el largo camino que lleva a alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres. A sus 37 años acaba de ser nombrada presidenta de la Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura (Fagex). Este hecho pasaría desapercibido si no fuera porque Cortés se ha convertido en la primera mujer que preside esta agrupación en sus 27 años de existencia.

La Federación, que se constituyó en 1991, celebró el 28 de enero una asamblea. Allí Remedios fue elegida por unanimidad para dirigir la institución, sustituyendo a Diego Amaya (presidente desde 2011). “Es algo histórico y no puedo estar más orgullosa de este momento”, manifestó.

Pero el paso hacia adelante que ha dado esta organización va más allá, ya que tras esta última renovación ahora su nueva Junta Directiva es paritaria. Es decir, que el organismo está compuesto por el mismo número de mujeres que de hombres. “Este cambio ha supuesto un hito. Es un avance muy grande. Estoy muy contenta por sentir la confianza y el apoyo de mis compañeros. Me emocioné mucho al ver cómo todos, incluidos los más veteranos, respaldaban a una mujer joven para que accediera a este puesto”, dice.

La Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura ampara a los 15.000 gitanos que hay en la región. Remedios Cortés no es nueva, ya que desde 2016 es la segunda vicepresidenta. Ahora toma sus riendas con una intensa trayectoria en el activismo social encaminado a la defensa del pueblo gitano. Asegura que gran parte de su atención la focalizará a partir de ahora en la lucha por que el acceso a la educación, formación, el trabajo o la vivienda sea cada vez más fácil para ellas. “Quiero que la mujer gitana empiece a ocupar el lugar que debe en la sociedad”, sostiene.

Reforzar el papel

Remedios Cortés, que también lleva colaborando años con las Casas de la Mujer de Cáceres y de Badajoz, se ha propuesto abrir camino en materia de igualdad y quiere seguir reforzando el papel de la mujer gitana en todos los ámbitos. “Hay que darles poder. Hay que hacerles ver lo que valen, hay que ofrecerles recursos para que sepan que pueden llegar adonde se propongan y proporcionarles las herramientas con las que formarse para alcanzar sus metas. Tienen que ser conscientes de que todo el pueblo gitano, las mujeres también, son parte de la sociedad y que pueden participar en ella, por ejemplo, accediendo a los mismos puesto de trabajo que cualquier otra persona”.

Remedios Cortés es de Santa Marta de los Barros y allí creó la asociación local gitana en 2014. Desde entonces está a la cabeza de esta institución, que se ha centrado principalmente en dar a conocer la cultura gitana, así como en apoyar a los niños y mujeres gitanos en el ámbito educativo, formativo o laboral. La idea de fundar la agrupación surgió después de que empezara a colaborar con la Asociación de Mujeres Gitanas Romís Calís de Badajoz, así como participar en diferentes actividades de Fagex. “Me gustó la labor que hacían y decidí trabajar en esa misma línea en mi pueblo”.

Acabar con el abandono escolar o lograr una mayor implicación de las familias gitanas en la vida educativa de sus hijos ha sido siempre uno de sus ejes de actuación. “Mi preocupación son los niños y los jóvenes. Por eso mi aspiración es conseguir que no dejen el colegio o el instituto. A raíz de ahí comenzamos a centrarnos en hacerles ver a sus padres la importancia de apoyarlos y motivarlos para que progresen en sus estudios. En esta tarea también necesitamos la colaboración de los centros educativos y las administraciones”.

Remedios sostiene que hoy en día continúan dándose situaciones de discriminación contra las que hay que luchar. “Aunque cada vez son menos, desde luego que se siguen dando casos de discriminación. La situación va cambiando pero muy despacio”.

Entre sus prioridades -apunta- se encuentra mantener las líneas de trabajo que ha desarrollado la anterior ejecutiva en áreas como la educación, el empleo, la participación juvenil o la vivienda. “Se trata de que un gitano pueda tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona. Hoy en día eso no se cumple. El color de la piel o la etnia de una persona continúa condicionando su acceso a un puesto de trabajo o a una casa. Yo he visto cómo durante la gestión de un alquiler el propietario cambiaba de opinión y no quería arrendar la vivienda si los interesados eran gitanos. A muchos se lo niegan directamente al ver los apellidos. También he conocido a madres gitanas que se quejan de que no las incluyen en los grupos de WhatsApp que tienen las demás madres de la clase de sus hijos. Eso es lo que hay que cambiar. No puede ser que hoy en día la gente continúe juzgando a las personas sin conocerlas. Por tener otro color de piel o por hablar de otra manera no somos menos personas que el resto de la gente. Al fin y al cabo son los mismos problemas que siempre, aunque yo creo que cada vez pesan menos. Tenemos que intentar que no pesen”.

Estereotipos

Acercar la cultura del pueblo gitano al resto de la sociedad o derribar los estereotipos que hoy en día aún existen sobre el colectivo son otros de sus retos. “Cuantos más nos conozcamos los unos a los otros, más nos comprenderemos y mejores serán las relaciones. Sucede en todos los ámbitos y es extrapolable al de los payos y gitanos”, indica.

Para Remedios, el futuro del pueblo gitano tiene rostro de niño y de mujer. Insiste en que el mañana de este colectivo pasa por que ellos estén formados y preparados para subir el último escalón que les lleva a terminar de construir esa sociedad igualitaria y tolerante que estará preparada para mirar al de al lado sin prejuicios. “El futuro del colectivo gitano son nuestros hijos. Hay que darle a la mujer la clave para que ellos tengan un futuro mejor. Es fundamental para que logren aquello que nosotros no hemos podido conseguir”.

“Quiero que la mujer gitana empiece a ocupar el lugar que debe en la sociedad”

Remedios Cortés Salazar ha hecho historia casi sin pretenderlo. Como mujer y como gitana, acaba de subir un peldaño más en el largo camino que lleva a alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres. A sus 37 años acaba de ser nombrada presidenta de la Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura (Fagex). Este hecho pasaría desapercibido si no fuera porque Cortés se ha convertido en la primera mujer que preside esta agrupación en sus 27 años de existencia.

La Federación, que se constituyó en 1991, celebró el 28 de enero una asamblea. Allí Remedios fue elegida por unanimidad para dirigir la institución, sustituyendo a Diego Amaya (presidente desde 2011). “Es algo histórico y no puedo estar más orgullosa de este momento”, manifestó.

Pero el paso hacia adelante que ha dado esta organización va más allá, ya que tras esta última renovación ahora su nueva Junta Directiva es paritaria. Es decir, que el organismo está compuesto por el mismo número de mujeres que de hombres. “Este cambio ha supuesto un hito. Es un avance muy grande. Estoy muy contenta por sentir la confianza y el apoyo de mis compañeros. Me emocioné mucho al ver cómo todos, incluidos los más veteranos, respaldaban a una mujer joven para que accediera a este puesto”, dice.

La Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura ampara a los 15.000 gitanos que hay en la región. Remedios Cortés no es nueva, ya que desde 2016 es la segunda vicepresidenta. Ahora toma sus riendas con una intensa trayectoria en el activismo social encaminado a la defensa del pueblo gitano. Asegura que gran parte de su atención la focalizará a partir de ahora en la lucha por que el acceso a la educación, formación, el trabajo o la vivienda sea cada vez más fácil para ellas. “Quiero que la mujer gitana empiece a ocupar el lugar que debe en la sociedad”, sostiene.

Reforzar el papel

Remedios Cortés, que también lleva colaborando años con las Casas de la Mujer de Cáceres y de Badajoz, se ha propuesto abrir camino en materia de igualdad y quiere seguir reforzando el papel de la mujer gitana en todos los ámbitos. “Hay que darles poder. Hay que hacerles ver lo que valen, hay que ofrecerles recursos para que sepan que pueden llegar adonde se propongan y proporcionarles las herramientas con las que formarse para alcanzar sus metas. Tienen que ser conscientes de que todo el pueblo gitano, las mujeres también, son parte de la sociedad y que pueden participar en ella, por ejemplo, accediendo a los mismos puesto de trabajo que cualquier otra persona”.

Remedios Cortés es de Santa Marta de los Barros y allí creó la asociación local gitana en 2014. Desde entonces está a la cabeza de esta institución, que se ha centrado principalmente en dar a conocer la cultura gitana, así como en apoyar a los niños y mujeres gitanos en el ámbito educativo, formativo o laboral. La idea de fundar la agrupación surgió después de que empezara a colaborar con la Asociación de Mujeres Gitanas Romís Calís de Badajoz, así como participar en diferentes actividades de Fagex. “Me gustó la labor que hacían y decidí trabajar en esa misma línea en mi pueblo”.

Acabar con el abandono escolar o lograr una mayor implicación de las familias gitanas en la vida educativa de sus hijos ha sido siempre uno de sus ejes de actuación. “Mi preocupación son los niños y los jóvenes. Por eso mi aspiración es conseguir que no dejen el colegio o el instituto. A raíz de ahí comenzamos a centrarnos en hacerles ver a sus padres la importancia de apoyarlos y motivarlos para que progresen en sus estudios. En esta tarea también necesitamos la colaboración de los centros educativos y las administraciones”.

Remedios sostiene que hoy en día continúan dándose situaciones de discriminación contra las que hay que luchar. “Aunque cada vez son menos, desde luego que se siguen dando casos de discriminación. La situación va cambiando pero muy despacio”.

Entre sus prioridades -apunta- se encuentra mantener las líneas de trabajo que ha desarrollado la anterior ejecutiva en áreas como la educación, el empleo, la participación juvenil o la vivienda. “Se trata de que un gitano pueda tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona. Hoy en día eso no se cumple. El color de la piel o la etnia de una persona continúa condicionando su acceso a un puesto de trabajo o a una casa. Yo he visto cómo durante la gestión de un alquiler el propietario cambiaba de opinión y no quería arrendar la vivienda si los interesados eran gitanos. A muchos se lo niegan directamente al ver los apellidos. También he conocido a madres gitanas que se quejan de que no las incluyen en los grupos de WhatsApp que tienen las demás madres de la clase de sus hijos. Eso es lo que hay que cambiar. No puede ser que hoy en día la gente continúe juzgando a las personas sin conocerlas. Por tener otro color de piel o por hablar de otra manera no somos menos personas que el resto de la gente. Al fin y al cabo son los mismos problemas que siempre, aunque yo creo que cada vez pesan menos. Tenemos que intentar que no pesen”.

Estereotipos

Acercar la cultura del pueblo gitano al resto de la sociedad o derribar los estereotipos que hoy en día aún existen sobre el colectivo son otros de sus retos. “Cuantos más nos conozcamos los unos a los otros, más nos comprenderemos y mejores serán las relaciones. Sucede en todos los ámbitos y es extrapolable al de los payos y gitanos”, indica.

Para Remedios, el futuro del pueblo gitano tiene rostro de niño y de mujer. Insiste en que el mañana de este colectivo pasa por que ellos estén formados y preparados para subir el último escalón que les lleva a terminar de construir esa sociedad igualitaria y tolerante que estará preparada para mirar al de al lado sin prejuicios. “El futuro del colectivo gitano son nuestros hijos. Hay que darle a la mujer la clave para que ellos tengan un futuro mejor. Es fundamental para que logren aquello que nosotros no hemos podido conseguir”.

“Quiero que la mujer gitana empiece a ocupar el lugar que debe en la sociedad”

Remedios Cortés, la nueva presidenta de la Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura / Hoy

Remedios Cortés Salazar ha hecho historia casi sin pretenderlo. Como mujer y como gitana, acaba de subir un peldaño más en el largo camino que lleva a alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres. A sus 37 años acaba de ser nombrada presidenta de la Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura (Fagex). Este hecho pasaría desapercibido si no fuera porque Cortés se ha convertido en la primera mujer que preside esta agrupación en sus 27 años de existencia.

La Federación, que se constituyó en 1991, celebró el 28 de enero una asamblea. Allí Remedios fue elegida por unanimidad para dirigir la institución, sustituyendo a Diego Amaya (presidente desde 2011). “Es algo histórico y no puedo estar más orgullosa de este momento”, manifestó.

Pero el paso hacia adelante que ha dado esta organización va más allá, ya que tras esta última renovación ahora su nueva Junta Directiva es paritaria. Es decir, que el organismo está compuesto por el mismo número de mujeres que de hombres. “Este cambio ha supuesto un hito. Es un avance muy grande. Estoy muy contenta por sentir la confianza y el apoyo de mis compañeros. Me emocioné mucho al ver cómo todos, incluidos los más veteranos, respaldaban a una mujer joven para que accediera a este puesto”, dice.

La Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura ampara a los 15.000 gitanos que hay en la región. Remedios Cortés no es nueva, ya que desde 2016 es la segunda vicepresidenta. Ahora toma sus riendas con una intensa trayectoria en el activismo social encaminado a la defensa del pueblo gitano. Asegura que gran parte de su atención la focalizará a partir de ahora en la lucha por que el acceso a la educación, formación, el trabajo o la vivienda sea cada vez más fácil para ellas. “Quiero que la mujer gitana empiece a ocupar el lugar que debe en la sociedad”, sostiene.

Reforzar el papel

Remedios Cortés, que también lleva colaborando años con las Casas de la Mujer de Cáceres y de Badajoz, se ha propuesto abrir camino en materia de igualdad y quiere seguir reforzando el papel de la mujer gitana en todos los ámbitos. “Hay que darles poder. Hay que hacerles ver lo que valen, hay que ofrecerles recursos para que sepan que pueden llegar adonde se propongan y proporcionarles las herramientas con las que formarse para alcanzar sus metas. Tienen que ser conscientes de que todo el pueblo gitano, las mujeres también, son parte de la sociedad y que pueden participar en ella, por ejemplo, accediendo a los mismos puesto de trabajo que cualquier otra persona”.

Remedios Cortés es de Santa Marta de los Barros y allí creó la asociación local gitana en 2014. Desde entonces está a la cabeza de esta institución, que se ha centrado principalmente en dar a conocer la cultura gitana, así como en apoyar a los niños y mujeres gitanos en el ámbito educativo, formativo o laboral. La idea de fundar la agrupación surgió después de que empezara a colaborar con la Asociación de Mujeres Gitanas Romís Calís de Badajoz, así como participar en diferentes actividades de Fagex. “Me gustó la labor que hacían y decidí trabajar en esa misma línea en mi pueblo”.

Acabar con el abandono escolar o lograr una mayor implicación de las familias gitanas en la vida educativa de sus hijos ha sido siempre uno de sus ejes de actuación. “Mi preocupación son los niños y los jóvenes. Por eso mi aspiración es conseguir que no dejen el colegio o el instituto. A raíz de ahí comenzamos a centrarnos en hacerles ver a sus padres la importancia de apoyarlos y motivarlos para que progresen en sus estudios. En esta tarea también necesitamos la colaboración de los centros educativos y las administraciones”.

Remedios sostiene que hoy en día continúan dándose situaciones de discriminación contra las que hay que luchar. “Aunque cada vez son menos, desde luego que se siguen dando casos de discriminación. La situación va cambiando pero muy despacio”.

Entre sus prioridades -apunta- se encuentra mantener las líneas de trabajo que ha desarrollado la anterior ejecutiva en áreas como la educación, el empleo, la participación juvenil o la vivienda. “Se trata de que un gitano pueda tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona. Hoy en día eso no se cumple. El color de la piel o la etnia de una persona continúa condicionando su acceso a un puesto de trabajo o a una casa. Yo he visto cómo durante la gestión de un alquiler el propietario cambiaba de opinión y no quería arrendar la vivienda si los interesados eran gitanos. A muchos se lo niegan directamente al ver los apellidos. También he conocido a madres gitanas que se quejan de que no las incluyen en los grupos de WhatsApp que tienen las demás madres de la clase de sus hijos. Eso es lo que hay que cambiar. No puede ser que hoy en día la gente continúe juzgando a las personas sin conocerlas. Por tener otro color de piel o por hablar de otra manera no somos menos personas que el resto de la gente. Al fin y al cabo son los mismos problemas que siempre, aunque yo creo que cada vez pesan menos. Tenemos que intentar que no pesen”.

Estereotipos

Acercar la cultura del pueblo gitano al resto de la sociedad o derribar los estereotipos que hoy en día aún existen sobre el colectivo son otros de sus retos. “Cuantos más nos conozcamos los unos a los otros, más nos comprenderemos y mejores serán las relaciones. Sucede en todos los ámbitos y es extrapolable al de los payos y gitanos”, indica.

Para Remedios, el futuro del pueblo gitano tiene rostro de niño y de mujer. Insiste en que el mañana de este colectivo pasa por que ellos estén formados y preparados para subir el último escalón que les lleva a terminar de construir esa sociedad igualitaria y tolerante que estará preparada para mirar al de al lado sin prejuicios. “El futuro del colectivo gitano son nuestros hijos. Hay que darle a la mujer la clave para que ellos tengan un futuro mejor. Es fundamental para que logren aquello que nosotros no hemos podido conseguir”.

‘Jito Alai’ todos tenemos un bohemio dentro

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The New York Times dijo sobre Lola Flores: “No canta ni baila, pero no se la pierdan”. De esta manera definiría el espectáculo ‘Jito Alai’ (“Gitano Alegre”) un homenaje al último gitano “bohemio” en Navarra. En este espectáculo, no esperes ver ni flamenco, ni gitanos en el escenario y para mí esta cuestión es clave de ‘Jito Alai’.

Uno de los estereotipos más arraigado a “lo gitano” es el flamenco, y por una vez aceptaremos este estereotipo como animal de compañía, ya que para mí el flamenco sin el Pueblo Gitano no existiría, aunque en los últimos tiempos están intentado arrebatar a los gitanos la propiedad intelectual de este arte universal, declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

José Antimasberes Echeverria, no cantaba, ni bailaba flamenco, y los propios gitanos no lo consideraban como un gitano “convencional” cuando le veían bailando por las calles de Pamplona y otras localidades en las fiestas patronales. La vida y obra de José Antimasberes, el castañuelas, o el siete bailes como popularmente se le conocía, me recuerda mucho (salvando todas las distancias) a la de Billy Elliot: la familia, el pueblo, la sociedad, te empujan y te marcan como tienes que ser, como tienes que vestir y como tienes que bailar. José Antimasberes rompió con los clichés y los estereotipos y quiso ser él mismo, bailar a su manera.

Imagen del espectáculo ‘Jito Alai’

Y fue eso lo que cautivó a Josetxo Goia-Aribe, músico de la tierra y alma máter del espectáculo ‘Jito Alai’. De joven Goia-Aribe pasó horas y horas disfrutando del arte de José Antimasberes, esto ha sido clave, ya que Josetxo conoció en primera persona al castañuelas, por lo cual ha sabido mantener en el espectáculo viva la memoria de José Antimasberes, pero con la impronta Goia-Aribe. En el escenario se convierte en un hombre orquesta a través de su saxo, canta, baila, percusiona y dirige la guitarra de Mixel Ducau y el contrabajo de Josemi Garzón, a la vez que se funde en sendos bailes con Mariana Collado que figura como la madre tierra que cautiva y enamora con su danza a Carlos Chamorro, que interpreta la vida y obra de José Antimasberes.

Los músicos y bailarines son de primer nivel y se notan las tablas y la calidad que tienen en el escenario. La música del espectáculo tiene aires gitanos pero de música gitana de centro y este de Europa, que acompañan muy bien Mixel Ducau con su guitarra con aire de jazz manuche y Josemi Garzón con su contrabajo con aires a flamenco jazz. Mariana Collado interpretando a la madre tierra aporta frescura y dulzura al espectáculo y tiene una gran complicidad en el escenario con Carlos Chamorro, que interpreta magníficamente la vida y obra de José Antimasberes, desde la danza contemporánea más que del flamenco.

La dirección artística y producción muy importantes en estos espectáculos ha sido cargo de Cristina Álvarez y Pilar Chozas respectivamente. Destacar también el atrezzo, iluminación y escenografía.

Un espectáculo recomendable para todos aquellos que tienen un bohemio dentro y no lo saben.

‘Jito Alai’ todos tenemos un bohemio dentro

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The New York Times dijo sobre Lola Flores: “No canta ni baila, pero no se la pierdan”. De esta manera definiría el espectáculo ‘Jito Alai’ (“Gitano Alegre”) un homenaje al último gitano “bohemio” en Navarra. En este espectáculo, no esperes ver ni flamenco, ni gitanos en el escenario y para mí esta cuestión es clave de ‘Jito Alai’.

Uno de los estereotipos más arraigado a “lo gitano” es el flamenco, y por una vez aceptaremos este estereotipo como animal de compañía, ya que para mí el flamenco sin el Pueblo Gitano no existiría, aunque en los últimos tiempos están intentado arrebatar a los gitanos la propiedad intelectual de este arte universal, declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

José Antimasberes Echeverria, no cantaba, ni bailaba flamenco, y los propios gitanos no lo consideraban como un gitano “convencional” cuando le veían bailando por las calles de Pamplona y otras localidades en las fiestas patronales. La vida y obra de José Antimasberes, el castañuelas, o el siete bailes como popularmente se le conocía, me recuerda mucho (salvando todas las distancias) a la de Billy Elliot: la familia, el pueblo, la sociedad, te empujan y te marcan como tienes que ser, como tienes que vestir y como tienes que bailar. José Antimasberes rompió con los clichés y los estereotipos y quiso ser él mismo, bailar a su manera.

Imagen del espectáculo ‘Jito Alai’

Y fue eso lo que cautivó a Josetxo Goia-Aribe, músico de la tierra y alma máter del espectáculo ‘Jito Alai’. De joven Goia-Aribe pasó horas y horas disfrutando del arte de José Antimasberes, esto ha sido clave, ya que Josetxo conoció en primera persona al castañuelas, por lo cual ha sabido mantener en el espectáculo viva la memoria de José Antimasberes, pero con la impronta Goia-Aribe. En el escenario se convierte en un hombre orquesta a través de su saxo, canta, baila, percusiona y dirige la guitarra de Mixel Ducau y el contrabajo de Josemi Garzón, a la vez que se funde en sendos bailes con Mariana Collado que figura como la madre tierra que cautiva y enamora con su danza a Carlos Chamorro, que interpreta la vida y obra de José Antimasberes.

Los músicos y bailarines son de primer nivel y se notan las tablas y la calidad que tienen en el escenario. La música del espectáculo tiene aires gitanos pero de música gitana de centro y este de Europa, que acompañan muy bien Mixel Ducau con su guitarra con aire de jazz manuche y Josemi Garzón con su contrabajo con aires a flamenco jazz. Mariana Collado interpretando a la madre tierra aporta frescura y dulzura al espectáculo y tiene una gran complicidad en el escenario con Carlos Chamorro, que interpreta magníficamente la vida y obra de José Antimasberes, desde la danza contemporánea más que del flamenco.

La dirección artística y producción muy importantes en estos espectáculos ha sido cargo de Cristina Álvarez y Pilar Chozas respectivamente. Destacar también el atrezzo, iluminación y escenografía.

Un espectáculo recomendable para todos aquellos que tienen un bohemio dentro y no lo saben.

‘Jito Alai’ todos tenemos un bohemio dentro

José Antimasberes Echevarría
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The New York Times dijo sobre Lola Flores: “No canta ni baila, pero no se la pierdan”. De esta manera definiría el espectáculo ‘Jito Alai’ (“Gitano Alegre”) un homenaje al último gitano “bohemio” en Navarra. En este espectáculo, no esperes ver ni flamenco, ni gitanos en el escenario y para mí esta cuestión es clave de ‘Jito Alai’.

Uno de los estereotipos más arraigado a “lo gitano” es el flamenco, y por una vez aceptaremos este estereotipo como animal de compañía, ya que para mí el flamenco sin el Pueblo Gitano no existiría, aunque en los últimos tiempos están intentado arrebatar a los gitanos la propiedad intelectual de este arte universal, declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

José Antimasberes Echeverria, no cantaba, ni bailaba flamenco, y los propios gitanos no lo consideraban como un gitano “convencional” cuando le veían bailando por las calles de Pamplona y otras localidades en las fiestas patronales. La vida y obra de José Antimasberes, el castañuelas, o el siete bailes como popularmente se le conocía, me recuerda mucho (salvando todas las distancias) a la de Billy Elliot: la familia, el pueblo, la sociedad, te empujan y te marcan como tienes que ser, como tienes que vestir y como tienes que bailar. José Antimasberes rompió con los clichés y los estereotipos y quiso ser él mismo, bailar a su manera.

Imagen del espectáculo ‘Jito Alai’

Y fue eso lo que cautivó a Josetxo Goia-Aribe, músico de la tierra y alma máter del espectáculo ‘Jito Alai’. De joven Goia-Aribe pasó horas y horas disfrutando del arte de José Antimasberes, esto ha sido clave, ya que Josetxo conoció en primera persona al castañuelas, por lo cual ha sabido mantener en el espectáculo viva la memoria de José Antimasberes, pero con la impronta Goia-Aribe. En el escenario se convierte en un hombre orquesta a través de su saxo, canta, baila, percusiona y dirige la guitarra de Mixel Ducau y el contrabajo de Josemi Garzón, a la vez que se funde en sendos bailes con Mariana Collado que figura como la madre tierra que cautiva y enamora con su danza a Carlos Chamorro, que interpreta la vida y obra de José Antimasberes.

Los músicos y bailarines son de primer nivel y se notan las tablas y la calidad que tienen en el escenario. La música del espectáculo tiene aires gitanos pero de música gitana de centro y este de Europa, que acompañan muy bien Mixel Ducau con su guitarra con aire de jazz manuche y Josemi Garzón con su contrabajo con aires a flamenco jazz. Mariana Collado interpretando a la madre tierra aporta frescura y dulzura al espectáculo y tiene una gran complicidad en el escenario con Carlos Chamorro, que interpreta magníficamente la vida y obra de José Antimasberes, desde la danza contemporánea más que del flamenco.

La dirección artística y producción muy importantes en estos espectáculos ha sido cargo de Cristina Álvarez y Pilar Chozas respectivamente. Destacar también el atrezzo, iluminación y escenografía.

Un espectáculo recomendable para todos aquellos que tienen un bohemio dentro y no lo saben.

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