Inicio Blog Página 92

Lorena Borja: «Me gustaría ser la primera arbitra gitana que pita en ACB»

Lorena Borja: "me gustaría ser la primera arbitra gitana que pita en ACB"

Cada día, Lorena Borja, quiere mejorar más para seguir progresando en el deporte dentro de un ambiente que siempre ha sido masculino, incluso esta semana se destacaba a nivel mundial que dos mujeres habían pitado en la NBA.

Le ha contado a Rafael Feliz, que está deseando que otras chicas entren en este mundo, ya que es muy bonito, haces ejercicio físico y vas haciendo nuevas amistades. Lorena dentro de los árbitros aragoneses se ha encontrado toda clase de facilidades y para ella esto ha sido muy importante, a la hora de ir avanzando, para hacerse mejor dentro de las canchas.

Lorena ha convencido a toda su familia, incluso su padre que era más de fútbol, a la hora de elegir un deporte. Ahora ve con buenos ojos al mundo de baloncesto, se ha convertido en uno de sus grandes apoyos y la acompaña a los partidos, como un aficionado más. En este instante lo único que desea es que se pare la pandemia, para que vuelva también la normalidad al mundo del baloncesto y que las competiciones vayan volviendo.

https://www.ondacero.es/temas/onda_deportiva_aragon-1

«Kichi ¿tus hijos viven así? Los míos sí»

Un grupo de mujeres se ha concentrado a las puertas del Ayuntamiento de Cádiz, en la plaza de San Juan de Dios, para exigir al alcalde gaditano, José María González Santos ‘Kichi’, y a su equipo de concejales una solución a sus problemas de vivienda que padecen muchas familias en la capital sin que encuentren respuestas por parte ni de la delegación de Asuntos Sociales ni de la empresa municipal de la vivienda (Procasa).

Esta protesta está respaldada por la asociación de mujeres Las Desamparadas (que atienden tanto a víctimas de violencia de género como a mujeres en riesgo de exclusión social) y por la Plataforma Nacional por el Derecho Gitano.

Las mujeres han reclamado un techo en el que vivir al alcalde gaditano asegurando que se encuentran en unas condiciones lamentables con consignas como: «Kichi. ¿Tus hijos viven así? ¿A que no? Los míos sí», acompañado de unas fotos en las que se puede comprobar el estado de las viviendas.

Por su parte, desde la Plataforma Nacional por el Derecho Gitano, su delegada en San Fernando, Ángeles Fernández, manifiesta que «defendemos, además de los derechos de la comunidad gitana, los derechos humanos en general y la situación que viven estas familias no es normal. Trabajamos contra el maltrato institucional a las personas más vulnerables».

Afirma que, a nivel nacional, «estamos consiguiendo soluciones de muchas instituciones y ayuntamientos que ayudan a las familias que lo están pasando mal pero, en el caso de Cádiz o en el de San Fernando, no encontramos respuestas».

No obstante, tanto Rosa Núñez como Ángeles Fernández, indican que no dejarán de «pelear» para defender los derechos de estas personas que merecen tener una vivienda digna y un techo en el que albergar a sus hijos.

https://www.lavozdigital.es/cadiz/lvdi-kichi-hijos-viven-mios-si-202101251235_noticia.html

L’Espai Avinyó organiza la segunda sesión del ciclo ‘Diálogos literarios’, en esta edición dedicado a Rajko Đurić

El ciclo ‘Diálogos literarios’ promueve, en un formato distendido, lecturas compartidas de textos de escritoras y escritores de varias geografías, historias y líneas de pensamiento que nos faciliten establecer un diálogo con otras realidades, tiempos y formas de entender el mundo desde la literatura.

En esta ocasión, haremos homenaje y compartiremos alrededor de la vida y obra de Rajko Đurić (Malo Orasje, 3/10/1947- Belgrado, 2/11/ 2020) té avel kovli y phuv lesqe! (D.E.P.). Licenciado en sociología, Doctor en filosofía, ensayista, poeta, fue presidente de la Unión Romaní Internacional (1990-1998), secretario y fundador del PEN Club romanó, profesor en la Universidad de Berlín y diputado del parlamento de Serbia en representación del partido Unión Romaní de Serbia (2007).

Como científico social, publicó 500 artículos científicos y 34 libros, de los cuales la inmensa mayoría de este legado está agotado y no es accesible. Esta ingente obra, originalmente escrita en serbio, tampoco se ha traducido a otras lenguas que faciliten su difusión.

Ponentes:

Nicolás Jiménez: Sociólogo y máster en investigación educativa. Ha estado profesor de la asignatura «Gitanos de España. Historia y cultura» de la Universidad de Alcalà. Traductor del único poemario de Rajko Đurić publicado en castellano Bi kheresqo bi limoresqo/ Sin casa y sin tumba (Huerga & Fierro, 2011) y recogió y tradujo en la Revista Archione (1994) la primera antología de poesía gitana escrita en romanó que se publicó en España. Es coautor de la Guía de Recursos contra el Antigitanismo y acaba de publicar conjuntamente con Silvia Agüero el libro ‘Resistencias gitanas’. Autor del blog www.pretendemosgitanizarelmundo.com.

Miguel Ángel Vargas: Historiador del arte, director de escena y organizador de iniciativas centradas en el flamenco y el teatro. Investiga sobre la representación de los gitanos en el escenario, y colabora con instituciones culturales y académicas internacionales y nacionales en la promoción otras narrativas romaníes.

Dinamiza:

En Palabras [ relatos migrantes] es un colectivo de escritura creativa, conformado por personas de América Latina, interesadas en investigar, escribir y compartir historias en torno a la experiencia vital de migrar. Desarrolla talleres de creación y exploración literaria guiados por poetas, escritoras y escritores profesionales en los cuales tratan de encontrar una voz común, dar forma a las memorias y descubrir relatos y testimonios, con el objetivo de construir una nueva narrativa sobre las migraciones latinoamericanas en España.

Día: martes 16 de febrero
Hora: 18 h
Lugar: Plataforma Zoom

Inscripciones: espaiavinyo@bcn.cat

La Xunta aporta más de 300.000 euros a la Fundación Secretariado Gitano para desarrollar distintos programas

La Consellería de Política Social destina este año más de 300.000 euros a la Fundación Secretariado Gitano para colaborar en el desarrollo de distintos programas de inclusión sociolaboral y ayuda a los jóvenes para terminar sus estudios.

Así lo ha explicado el director xeral de Inclusión Social, Arturo Parrado, en declaraciones a los medios antes de participar en una reunión con representantes de la Fundación Secretariado Gitano para conocer de primera mano sus necesidades y propuestas, así como la evolución de los programas que desarrollan de la mano de la Xunta.

El Gobierno gallego, ha dicho Arturo Parrado, estará «al lado de la Fundación para ayudar a cumplir sus cometidos», para lo que este año destinará a distintos programas mas de 300.000 euros

https://www.galiciapress.es/texto-diario/mostrar/2313068/cientos-hosteleros-escenifican-ante-xunta-entierro-sector-reclamar-rescate

Andalucía por Sí se ofrece a colaborar con Fakali en la búsqueda de soluciones a los problemas del pueblo gitano

La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali y Andalucía por Sí, Coordinadora Municipal Sevilla, han celebrado una reunión de trabajo en la que el citado partido político ha tendido la mano a la referida organización para «colaborar, junto a otras entidades e instituciones sociales, en la elaboración de ‘La Vía Andaluza’, hoja de ruta» de la formación «para diseñar las soluciones a los problemas del pueblo andaluz, y por extensión, del pueblo gitano».

De esta manera, dicho encuentro ha servido como «toma de contacto entre ambas entidades en sus estrategias de trabajo en red, destinadas a la búsqueda de sinergias con el objetivo de alcanzar mayor presencia pública e incidencia política de sus reivindicaciones».

Durante el encuentro, Fakali ha puesto en conocimiento del citado partido «la situación general que atraviesa la población gitana en Andalucía y el resto de España», haciendo «énfasis en el preocupante auge del antigitanismo en la actualidad, espoleado por la pandemia de la Covid-19».

Desde Fakali, según informa Andalucía por Sí, se ha advertido de que, «desde el desarrollo del primer estado de alarma, el pueblo gitano ha sido objeto de multitud de bulos y noticias falsas que han tenido como objeto difundir la idea ante la sociedad mayoritaria de que los gitanos y las gitanas ayudaban a propagar el virus y no respetaban las normas de confinamiento ni de salud pública».

Las representantes de Fakali han señalado que «el pueblo gitano necesita y requiere de políticas públicas en las que no solo se tenga en cuenta las necesidades de este grupo social, el más importante del país, sino también que se fomente su participación y promoción públicas por parte de las administraciones en el diseño y ejecución de las mismas, lo que facilitaría la concreción de resultados tangibles en materias básicas, como salud, empleo, educación y vivienda, en las que se aprecian déficits importantes».

«Desde el respeto a la cultura y costumbres del pueblo gitano, las políticas de cambio para facilitar su inclusión deben ser canalizadas fundamentalmente a través de la educación», según abunda Andalucía por Sí, desde donde se entiende «importante que el sistema público educativo incorpore la historia y cultura gitanas en los libros de texto, ya que así las personas gitanas no sólo sentirán como suyo ese modelo educativo, sino que verán reconocidos los aportes de su cultura al acervo cultural de este país, especialmente de Andalucía».

https://www.lavanguardia.com/local/sevilla/20210126/6199007/andalucia-ofrece-colaborar-fakali-busqueda-soluciones-problemas-pueblo-gitano.html

Todos pijos, todos payos (Una pincelada de humor)

               ¿Qué es, al fin, este Gobierno,
                sino un caro decorado,
                un muestrario de figuras
                de belén napolitano?


                Todo pompa y cartón piedra,
                todo atrezzo y despilfarro.
                ¿Es posible que no haiga
                por lo menos un gitano?
                Como en Twitter dice El Richal:
                “Todos pijos, todos payos”.

https://www.libertaddigital.com/opinion/fray-josepho-y-monsieur-de-sans-foy/que-nos-decepciona-de-este-gobierno-6703443/

No se dice “traje de Flamenca”, se dice “traje de gitana”

Avatar

Lo acabo de leer en las últimas horas de este día, encerrado en mi casa porque mis hijos no me dejan salir a la calle, temerosos de que me contagie de este virus maldito que hasta ahora parece ser que no quiere saber nada conmigo.

Mal empieza 2021 en nuestra tierra andaluza, madre amantísima de sus hijas gitanas, que también con ellas sufre los ramalazos racistas de quienes nos niegan el pan y la sal. Andalucía, su historia reciente, sus costumbres y tradiciones están impregnadas de la cultura, del arte y hasta de la filosofía de la vida que trajeron los gitanos cuando en el año 1462 atravesaron la frontera de la tierra de García Lorca, de Falla, de Alberti, de Juan Ramón Jiménez y se adentraron en Jaén donde fueron recibidos y agasajados por el Condestable don Miguel Lucas de Iranzo. Desde entonces han pasado ya 560 años y las familias gitanas encontraron en Andalucía la tierra soñada en la que instalar definitivamente sus vidas. La frase proverbial dice que “algo tendrá el agua cuando la bendicen”. Y debe ser así, porque no en vano Andalucía es la tierra española donde no se sabe si los gitanos están andaluzados o los andaluces están agitanados. Unos 750.000 gitanos y gitanas vivimos en España y de ellos más de la mitad viven en Andalucía. El resto, repartidos por las restantes comunidades autónomas. Algo tendrá Andalucía cuando la bendicen… Ya lo dijo Miguel de Cervantes por boca del Quijote: “Paréceme Sancho que, no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias…

No hay mayor ciego que el que no quiere ver

Efectivamente, resulta que los diseñadores de moda han pedido que el traje de flamenca sea considerado patrimonio inmaterial de la humanidad. ¡Vamos, señores! Los adjetivos gentilicios son aquellos adjetivos que dan cuenta de la procedencia geográfica de un individuo. Flamenca, por lo tanto, es el gentilicio de las señoras nacidas en Flandes que es una región de Bélgica situada al norte del país y donde se habla neerlandés.

Tengo ante mi vista algunos modelos de trajes verdaderamente flamencos, vestidos actualmente por las mujeres de Flandes, y ¡ya me dirán ustedes que tiene eso que ver con los maravillosos vestidos que son capaces de diseñar los modistos andaluces.

Hace unos años ya, me ocupé de este asunto y creo haber aportado algunas razones históricas y fundamentalmente comerciales que tienen su origen en el gusto por las cosas “al uso de Flandes” como dice Rafael Muñoz, fue una constante en Castilla. Por eso Andalucía, como Castilla, fue en los siglos XV y XVI, un estupendo cliente en los mercados de Amberes y Brujas.

Pero la pretensión de los modistos puede ser ofensiva

Lo que visten las españolas, sean andaluzas, extremeñas, castellanas o de cualquier otro lugar del mundo cuando su vestido guarda relación con la tradicional vestimenta de las mujeres gitanas, es un vestido de gitana.

Cuando la mujer andaluza quiere revestirse de lo que es: portadora de la cultura trimilenaria de los fenicios, alegre y voladora como las golondrinas que cada temporada se alojan en los cables de nuestro paisaje urbano, apasionada y valiente como las gaditanas que se hacían tirabuzones con las bombas que tiraban los fanfarrones, entonces la andaluza se viste de gitana, no de flamenca, que eso no existe, de gitana. Porque los gitanos somos la quintaesencia de Andalucía o como dijo y escribió Federico, “los gitanos son lo más elevado, lo más profundo y lo más aristocrático de mi país«.

Cometen un gravísimo error los promotores de esta iniciativa cuando pretenden unir ante el mundo la imagen de España a una figura inexistente cuyo nombre ha sido alterado en perjuicio de quienes son sus verdaderas propietarias: las gitanas españolas y con ellas las mujeres gitanas de todo el mundo. De la misma manera que llevados por un espejismo a todas luces inexistente afirman que “el traje para el baile profesional «no tiene nada que ver» con el de flamenca”. ¡Vaya por Dios!

Una vez más recurro a la sabiduría popular. Artur Brisbane fue uno de los editores de periódicos más populares del siglo XX. Asesoró en materia de publicidad a Henry Ford, Thomas Edison o John D. Rockefeller. A él se debe el popular adagio que dice que “una imagen vale más que mil palabras”. Pues aquí tienen la imagen:

Este es un cuadro pintado por Alfred Dehodencq en 1851, es decir, hace 170 años. A la sazón el pintor trabajaba a las órdenes de los Duques de Montpensier. Lo pintó en Sevilla y pertenece a la colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Está identificado con el nombre “A Gypsy Dance in the Gardens of the Alcázar, in front of Charles V Pavilio”. Fíjense en la gitana que baila y en la indumentaria de las mujeres le acompañan. El ilustre pintor no dijo “Un baile flamenco…” Dijo: “Una danza gitana en los Jardines del Alcázar, en frente del Pabellón Carlos V.” Sabemos que hay un dibujo a lápiz de “Two Gypsy Dancers” (Dos bailaoras gitanas) que puede ser un boceto preparatorio de esta pintura.

El referente más cercano lo tenemos en el año 1847 cuando los gitanos y las gitanas acudieron al Prado de San Sebastian para celebrar allí su Feria de Ganado. Ellas vestían tal como aparecen en las viejas fotografías que cualquiera puede ver en los buscadores de Internet. Y a partir de ahí empezó la verdadera y más eficaz revolución cultural: la que ha hecho que gitanos y andaluces, a pesar de los racistas, nos consideremos parte de una misma familia.

Pero ofrecemos la posibilidad de llegar a un pacto

Y ahora nosotros ofrecemos a los diseñadores de moda la posibilidad de llegar a un pacto. Desistan de pedir a la UNESCO que el traje de Flamenca sea considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Primero, porque no es verdad que ese sea el nombre que le corresponde a la tradicional vestimenta de nuestras abuelas, bisabuelas, tatarabuelas y así hasta llegar al siglo X cuando nuestros antepasados salieron de la India. Y deberían hacerlo porque nosotros, los gitanos y gitanas del mundo, tenemos capacidad para convencer a la UNESCO de que esa petición no cuenta con el asentimiento de nuestra comunidad.

Y segundo: Teniendo en cuenta que la intencionalidad de los diseñadores de moda es buena en el fondo y puede beneficiar a los trabajadores del ramo, les pedimos que sigan adelante con su petición, pero reclamando que sea el Traje de gitana considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.

Si es así, los catorce millones de gitanos y gitanas que vivimos en el planeta nos sentiremos satisfechos y agradecidos. Nos movilizaremos e inundaremos la sede de la UNESCO en París con adhesiones procedentes de los cinco continentes. Palabra de gitano.

Conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto

El 27 de enero (efeméride de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz) es la fecha designada por las Naciones Unidas como el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Un día más tarde, el 28 de enero tendrá lugar en el ‘Saló del Tinell’ el tradicional acto de conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el día siguiente del 76º cumpleaños de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz por parte del ejército soviético.

Desde el año 2008, el Ayuntamiento de Barcelona rinde homenaje a las víctimas y organiza, conjuntamente con la Generalitat de Cataluña, estos actos. Este año, y debido a las restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19, se realizará un solo acto, y será de manera semipresencial.

Se podrá seguir de manera online en los siguientes enlaces: https://youtu.be/V7k9W9A_FDg, a través del web de memoria democrática https://ajuntament.barcelona.cat/memoriademocratica/ca/ y del canal youtube del Memorial Democrático https://www.youtube.com/user/canalmemorial.

Titulado ‘la Ceremonia del Recuerdo’, el acto institucional, consistirá en un encendido de velas en el ‘Saló del Tinell’, en recuerdo de todos los colectivos víctimas del Holocausto: judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados, opositores políticos, entre otros. Se estima que más de 500.000 persones gitanas fueron asesinadas por parte del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que representó una aniquilación masiva del pueblo romaní (Samudaripen).

La canción “Arvoles yoran por luvyas” una pieza sefardí que cantaban los judíos españoles en los campos de exterminio, abrirá el acto antes de encender las siete velas del recuerdo.

Cada una de las velas rinde homenaje a diferentes colectivos. La primera, a los seis millones de judíos asesinados por los nazis. La segunda, en recuerdo de la resistencia judía, y una tercera para el millón y medio de niños y niñas que sufrieron la barbarie nazi. Tres velas más se encienden para recordar las víctimas del pueblo gitano, los republicanos y las republicanas deportados en los campos nazis y a todos los otros colectivos que sufrieron la persecución. Finalmente, la séptima recuerda los “Justos entre las Naciones”, hombres y mujeres que arriesgaron su vida para salvar judíos y judías perseguidos.

El encendido dará paso a un minuto de silencio por las víctimas del Holocausto, la lectura de textos y la interpretación del “Gelem Gelem” himno del pueblo gitano, y el “El cant dels ocells”.

Les dejamos aquí el programa entero del acto.

La mujer gitana y su salud protagonistas el 28 de enero en Errenteria

Cartel de la IV Jornada sobre salud y mujer gitana / Cedido

La asociación gitana Camelamos Adiquerar, juntamente con el ayuntamiento de Errenteria, la diputación de Gipuzkoa y la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI, organizan la cuarta edición ya de sus jornadas dedicadas a la salud y la mujer.

Bajo el título ‘Determinantes sociales para la salud y la mujer gitana’ el próximo jueves 28 de enero, de manera semipresencial, se hablará de este tema en la Sala Xenpelar de Errenteria, que podrá acoger un máximo de 30 personas.

El resto de la ciudadanía interesada deberá seguir la charla a través de este enlace:

meet.google.com/wqv-hitv-pxb

Cualquier duda o consulta podéis contactar con las compañeras de Camelamos en el email kamelamosadiquerar@yahoo.es y en el 605075136.

María Sierra: “El racismo antigitano es el más arraigado de todos los racismos en el pensamiento occidental”

Maria Sierra es la autora del libro "Holocausto Gitano. El genocidio romaní bajo el nazismo" / Blog Paradojas de la Ciudadanía

María Sierra (Sevilla, 1964) acaba de publicar un libro capital. El Holocausto gitano (Arzalia Ediciones, 2020) es un relato exhaustivo no solo de lo que les ocurrió a los romaníes en los campos de concentración de la Alemania nazi sino una fotografía detallada del periodo de entreguerras y de las dificultades a las que se tuvieron que enfrentar los gitanos para ver reconocida su condición de víctimas una vez acabada la Segunda Guerra Mundial.

Sierra, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla, ha trabajado durante años en este ensayo imprescindible para entender el alcance de un genocidio estudiado y documentado, pero poco difundido, al contrario de lo que ha pasado con el Holocausto judío. A través del estudio minucioso de la documentación disponible y los archivos, la historiadora explica al detalle las leyes antigitanas en las cuales se amparó el acorralamiento y el asesinato de medio millón de gitanos durante la época nazi. Reivindica la memoria de aquellos gitanos y gitanas que perdieron la vida en los campos de concentración a través de la literatura memoralística y el testimonio de aquellos que sobrevivieron para contarlo. El decreto de Auschwitz para combatir “la plaga gitana”, las actuaciones preventivas, la separación de las familias o los experimentos científicos que se hicieron con los romaníes de diferentes partes de Europa.

A partir de 1941 no solo hubo un aumento exponencial de las deportaciones, sino que además también se intensificaron los experimentos y se dio divulgación a teorías supuestamente científicas que alentaban el odio conta los gitanos aludiendo a su “condición biológica para la criminalidad y no adaptación”. Nombres como Robert Ritter o Eva Justin, responsables de parte de esas teorías funestas, aparecen más que los del propio Hitler o Himmler.

El tercer capítulo quizá sea uno de los más interesantes del libro. En las páginas centrales se explica cómo los gitanos europeos callaron durante demasiado tiempo por miedo a las represalias y como ni las administraciones posteriores a 1945 ni la sociedad civil exigieron responsabilidades a quiénes habían perpetrado la persecución de la minoría romaní. “A los gitanos se les denegó de manera sistemática y durante mucho tiempo el reconocimiento de víctimas, argumentando que su persecución no había sido motivada por temas raciales, se amparaba ante ‘la lucha preventiva contra el crimen’”, se puede leer en una de sus páginas. Prosigue Sierra: “(…) lo tardío del reconocimiento oficial del Holocausto romaní en Alemania significa que muchas de las víctimas habían fallecido sin tener ocasión de conocer reparación”.

La prolongación de la discriminación de los gitanos de manera legal en Europa se ve hasta la década de los setenta. Solo hace falta en trasladarse a República Checa, país que permitió la esterilización de las mujeres gitanas hasta bien entrados los setenta. De hecho, después de 1945, Alemania mantuvo los ficheros criminales del nazismo sobre los gitanos alemanes. La falta de financiación para la investigación de los crímenes, la falta de divulgación y la percepción generalizada de que fueron víctimas de segunda son algunos de los temas que también se abordan en el libro de María Sierra, que tras años de investigación consigue crear un relato redondo e imprescindible para entender el pasado y el presente de las comunidades romaníes en Europa.  

¿Qué le impulsa a escribir este libro?

Esa es la gran pregunta que yo misma me he hecho varias veces y ahora lo veo más claro que al principio. He escrito este libro por varios motivos, todos ellos relacionados. En primer lugar, porque se trata de un tema muy importante. Cuando hablo con mis alumnos, siempre les recuerdo: ‘si tenéis que elegir un tema para un trabajo de investigación, elegid un tema con sustancialidad, un tema relevante’. Este es un tema muy importante, porque hablamos de una época en la que la agresividad rozó la locura, el Holocausto fue una acción extrema que afectó a la vida de millones de personas. Y no hago solo referencia a las víctimas directas, sino a una red más amplia. Y por este motivo, es un tema relevante. En segundo lugar, el Holocausto gitano, y eso no es cuestionable, es un tema poco conocido y poco difundido.

Eso lo comenta en el libro: hay investigación, pero poca divulgación.

Hay investigación, sí, pero es incomparable con la documentación que hay acerca de otros aspectos del Holocausto. Lo que me parece significativo es que haya poca transmisión de la investigación; lo que yo llamo: conocimiento público, que es aquello que la sociedad manejamos como ‘una cosa nuestra’. Sobre el Holocausto judío, la mayoría de la sociedad tenemos un conocimiento interiorizado: hay literatura, películas y otros productos culturales de masas que han hecho popular la investigación de los archivos. Eso no se producen en el caso del Holocausto gitano: hay investigación, pero no se ha transferido al público. Hay pocos productos culturales, como exposiciones, y no hay muchas deficiencias en la enseñanza. Hay, por otra parte, una gran ausencia de referencias que no aparecen en los manuales de historia. Esa falta de transmisión de conocimiento es muy significativa porque refleja la pervivencia de una visión que minusvalora el sufrimiento del pueblo romaní en su momento. Manifiesta, además, la persistencia de un racismo profundo en las sociedades europeas.

En todos los países. Resulta insoportable.

Y ese es, precisamente, el tercer motivo por el cual he escrito este libro. El Holocausto romaní parece un fenómeno del pasado, pero en sus fundamentos culturales aprecio líneas de continuidad. A lo largo de estos años, no han desaparecido. Aprecio una estigmatización y la continuación de los estereotipos negativos que estuvieron vigentes durante la época de entreguerras. Los historiadores e historiadoras tenemos que ser muy cautos, porque apreciar las líneas de continuidad en las actitudes y percepciones nos ayuda a advertir hacia el presente y el futuro.

¿A qué te refieres?

Aún es frecuente la asociación entre delincuencia y modo de vida gitano. Es necesario que la sociedad sepa hasta donde puede llegar el ataque de un colectivo a causa de un estereotipo.

Mencionas en el libro algo muy interesante: se ha hablado muy poco de las confiscaciones a gitanos de clase media. Tierras y otros bienes que se les expoliaron. Nunca ha habido una compensación por ello.

Territorialmente, hubo confiscación de propiedades, pero no hay un estudio amplio que haya abordado este tema de manera global. Los indicios dan para pensar que hubo un expolio importante de propiedades de familias sinti y romaníes en toda Europa. Habría que contraponer realidades y hablar de los gitanos como propietarios. Es el caso de la familia de Philomena Franz, por ejemplo. Ellos eran gitanos seminómadas, cuando terminaban la temporada, tenían su casa. Esa riqueza patrimonial fue expoliada.

A lo largo de tu estudio también mencionas que, en un primer momento, la comunidad gitana fue tratada como espías, por su condición de nómada.

Es una de las grandes paradojas, y eso se da incluso antes de la irrupción del nazismo. Teóricamente, las políticas de finales del siglo XIX se aplicaron a los gitanos de toda Europa: se pretendía que se incorporasen a la sociedad a través de la asimilación, pero luego se adoptaban decenas de decretos que no les permitían asentarse en los territorios. Eso provocaba desarraigo. Los gobiernos creaban una criminalidad donde no la había.

Me ha llamado la atención la pretendida ‘reserva gitana de Himmler’. Según Himmler, “el origen indio de los romaníes los convertía en portadores remotos pero directos de la ‘arianidad’, y, por lo tanto, en un objeto de estudio y quizás de protección por parte del nazismo. Hitler desbarató sus planes. Resulta descabellado

Esto se conoce muy poco. Ni siquiera yo, que soy historiadora, lo sabía antes de empezar a documentarme para la escritura del libro. Ese episodio del nazismo está muy poco trabajado. Himmler puso en marcha el proyecto, pero nunca se llegó a desarrollar; de hecho, apenas hay estudios, pero tenemos lo suficiente como para saber que en esta megalomanía de la raza aria se podían incluir incoherencias de este tipo.

Mencionas mucho en el libro a Robert Ritter, a Eva Justin y a Mengele, científicos que contribuyeron de manera definitiva y sustancial a la exterminación con argumentos biológicos. “Había que exterminar a los gitanos porque llevaban impreso en su ADN la criminalidad y la vagancia”. Salen más que el propio Hitler, Himmler, Goebbels o Eichmann.

El papel de la comunidad científica me parece muy importante. En el estudio insisto mucho en ellos porque estas personas se encargaron de concretar los argumentos científicos para que las instituciones policiales tuvieran un objetivo claro: exterminar a los gitanos, a los judíos y a otros colectivos. Es importante destacar y llama la atención que muchos de estos responsables se mantuvieron en puestos públicos después de 1945. Hay un conjunto de funcionarios policiales a los que los sinti se encontraron como testigos técnicos del genocidio: gente que era responsable directa de su persecución pero que nunca fueron juzgados. Ahí entra la responsabilidad de los propios sujetos, pero también de la sociedad. Los argumentos científicos tenemos que estudiarlos siempre con precaución, porque habitualmente se le da a la comunidad científica un halo de objetividad y validez que puede no existir. Eso es peligroso. Luego, todos estos científicos nazis quedaron desacreditados, pero durante mucho tiempo sus argumentos fueron creíbles para buena parte de la sociedad.

“El prejuicio tradicional contra los gitanos, reelaborado con un discurso científico que hablaba de criminalidad genética, se impuso entre la mayoría de la población. Incluso entre los no simpatizantes del nazismo”, escribes.

Exacto. En el libro hablo de la responsabilidad civil de lo que les pasó a los gitanos. Lo que mencionas es un dato impactante. En uno de los primeros estudios que se hizo sobre el genocidio romaní, se comentaba eso: es muy expresivo que las sociedades que se consideran democráticas no reconozcan los fallos internos que tienen: durante el nazismo, personas que estaban dispuestas a ayudar a los judíos no estaban dispuestas a ayudar a los gitanos. En ese sentido, siempre lo tuvieron más difícil los gitanos que los judíos. Es el discurso de: ‘si están en campos, por algo será. Es un grupo que no se va a asimilar a la sociedad’. Es un discurso que continúa dándose.

“Los estereotipos románticos del XIX están en la base de esta esquizofrenia cultural que exalta a gitanos ficticios mientras se persigue a gitanos reales”. Muy acertada, reflexión.

Sobre todo, en países como España. Lo gitano se ha incorporado a la parafernalia de la identidad y la cultura española. Esa visión romántica del gitano es algo sobre el papel. La sublimación de lo gitano no existe, y ha sido inventado por una mirada no gitana. De hecho, va de la mano de la estigmatización de los gitanos reales. Es lo que yo llamo una esquizofrenia cultural. Identitariamente, lo gitano es irrenunciable como parte de la cultura española. Forma parte de ella de manera transversal. Sin embargo, como sociedad tenemos poca capacidad para luchar contra el racismo banal.

¿Qué esperas de este libro?

Que tenga difusión. El libro es un intento de aportar algo, en un ejercicio de una tarea más amplia y extensa que tiene que tener más aportes y los recursos de los diferentes agentes culturales y sociales. En algunos países, como Alemania, si haces un recorrido por los museos, las asociaciones sinti han podido introducir aspectos sobre el genocidio romaní. Se entreve una participación el proceso de reconstrucción de la memoria. Sin embargo, creo que hay que hacer un trabajo más acumulativo y continuar insistiendo, cada uno desde el lugar desde el cual pueda aportar algo.

¿Tienes algún proyecto más entre manos, relacionado con la comunidad gitana?

Voy a intentar publicar las memorias de Philomena Franz. Tenemos lista la traducción, pero no aún no han sido publicadas. Hay que dar difusión a la lectura de memorias. La literatura memorialista te confronta con un sufrimiento particular; con el sufrimiento de una red familiar. Y esto tiene eficacia a la hora de crear conciencia. También trabajo mucho desde mi vertiente de docente: siempre introduzco el Holocausto gitano; y me suelen llamar la atención las reacciones de mis alumnos, porque muchos no saben nada. Es un universo por reconstruir.   

En la parte final del libro explicas como hubo cierto “acostumbramiento” por parte de la población gitana. ¿Se acostumbraron, los gitanos, a ser maltratados?

Esto les pasó tanto a los gitanos como a los judíos. Los nazis anulaban la capacidad de reacción de los prisioneros. Algo parecido sucedió durante la posguerra, mientras se les negó cualquier tipo de reconocimiento como víctimas. Entonces, las comunidades gitanas, callaron, porque creían que no iba a servir de nada hablar. ¿Cómo se puede, además, hablar delante de las mismas personas que te han mandado a un campo de concentración?

Hay algunas fechas que fueron importantes para el reconocimiento de las víctimas del Holocausto gitano: el juicio de Eichmann en Jerusalén en 1961, los procesos de Auschwitz en 1963, la publicación del artículo de Franz Calvelli Adorno en 1971 o la celebración del Primer Congreso Romaní también en el mismo año. Fueron puntos de inflexión para que la población tomara consciencia de la barbarie de las matanzas.

A finales de los setenta e inicios de los ochenta fue cuando la sociedad empezó a conocer que había habida un Holocausto paralelo al de los judíos, el Holocausto gitano, a pesar de que antes ya había habido reclamaciones tanto individuales como colectivas. Desde los años sesenta encontramos a supervivientes que alzaron la voz, pero hasta finales de los setenta no hubo capacidad social para escuchar esas voces.

Ionel Rotaru, fue una figura fundamental para la consolidación del movimiento internacional romaní, sin embargo, fue desacreditado por las instituciones.

Es un personaje que me interesa mucho. Fue cuestionado como dirigente de una asociación gitana en Francia con el argumento de que no era gitano. Era un argumento del gobierno francés pero que también tuvo eco en varis grupos gitanos. En mi opinión, tuvo la capacidad de imaginar un proyecto original para su época, a mediados de los sesenta. Reclamaba para el pueblo romaní en todo el mundo una serie de derechos.

En el libro hay un proceso de documentación exhaustivo, con muchísimo material. ¿Cómo ha priorizado los datos?

Hay que imaginar el proceso como un acordeón. He recogido la información durante varios años y mi prioridad era escribir un libro que fuese comprensible. Para ello fue fundamental concebir la estructura, que me limitó, en el buen sentido de la palabra. El resumen es la clave en la transmisión de conocimientos.

Esta es una pregunta delicada. ¿Crees que la comunidad judía hubiese podido hacer más por el reconocimiento del Holocausto gitano?

Sí. Las entidades judías hubiesen podido hacer más. Hay que reconocer que los primeros investigadores del Holocausto judío dieron a conocer algunos documentos sobre el Holocausto gitano, pero también es cierto que institucionalmente o por parte de otros investigadores no se ha querido poner al mismo nivel el sufrimiento judío con el sufrimiento gitano. Es como si reconocer el sufrimiento romaní menoscabase el sufrimiento de la comunidad judía. En términos proporcionales, la destrucción del pueblo romaní fue mayor que la del pueblo judío en Europa. Ha habido cierto desinterés en poner ambos Holocaustos en términos de igualdad. También es verdad que algunas asociaciones gitanas no han querido ponerlo al mismo nivel porque han querido resaltar la especificidad del Holocausto gitano. Se debería estudiar de manera que uno iluminase al otro, se aportasen. Pero sí, ha habido cierta resistencia a aceptar que el sufrimiento del pueblo gitano era comparable al del judío.

A mediados de marzo, cuando la crisis sanitaria actual empezó a golpearnos, vimos muchísimo racismo en el brote en Santoña. Allí un colectivo gitano se contagió y el racismo reflotó. Se vio de manera muy clara en cómo trataron el tema los medios de comunicación. También se ha demostrado que cuando llega una crisis, los estereotipos y la xenofobia salen a flote.

Mi ámbito de estudio es la época de entreguerras. En aquel entonces hubo una crisis económica brutal, y por supuesto, estaba detrás de las fobias sociales. Estamos hablando de miedos sociales que se construyen en determinados momentos históricos y contextos: se construyen enemigos para buscar responsabilidades. Y normalmente, esos enemigos, son los que son diferentes a la sociedad mayoritaria, ‘el otro’. Este mecanismo social viene dado desde dentro y desde fuera de la sociedad. Hay grupos e instituciones que a lo largo de la historia han tenido la capacidad de buscar chivos expiatorios, que siempre han sido los colectivos más vulnerables. Ese mecanismo ha funcionado y continuará funcionando, porque estos colectivos han sido expropiados del derecho a definir su propia imagen. Desde hace décadas muchas asociaciones romaníes intentan construir otro tipo de imaginario, pero es una tarea difícil y lenta, y tiene que luchar en contra de siglos de acumulación de imágenes negativas.

Tengo que terminar esta entrevista preguntándote sobre la actualidad política. El auge de la externa derecha en Europa y el resto del mundo atemoriza, sobre todo a las minorías. Es poco probable que pase lo que pasó durante el nazismo, pero se oyen ecos de aquellos discursos.

Es ciertamente terrible. El resurgir de la extrema derecha, los ultranacionalismos, el racismo y la xenofobia llegan en un momento histórico en el que los gitanos aún no habían podido superar el racismo clásico originado durante los siglos XIX y XX. El racismo institucionalizado es algo muy complicado de desmontar, pero parecía que las instituciones estaban dispuestas a considerar que había habido racismo contra los gitanos y que había que fomentar unas políticas de igualdad. Cuando esto parecía que podía suceder, llega esta segunda ola. La situación me parece preocupante. El racismo antigitano es el más arraigado de todos los racismos en el pensamiento occidental. Aún no se había desarraigado cuando ha empezado una nueva ola de control de fronteras, cuestionamiento de los derechos fundamentales etc. Obviamente eso no solo afecta a la comunidad gitana. Habrá que luchar para no dejar que pase y continuar luchando contra el racismo.

Últimas noticias